Eso nos preguntábamos hace algunos años. Al ver a monstruos como Resorte, la Maldita Vecindad o Mars Volta crear momentos explosivos en el escenario y conmovedores entre el público nosotros solo podíamos soñar que algún día nos subiríamos por esos escalones para conectar los instrumentos y hacer música frente a miles de personas. Cuando nos dieron la noticia de que tocaríamos en nuestro primer Vive Latino nos emocionamos tanto que vivimos de fiesta todos los días hasta el día de evento. Obvio la noche anterior al festival siempre es difícil dormir. Los nervios hacen que te duela el estómago y cuando llegas al Foro Sol por la puerta de los artistas y la producción te da taquicardia. Pero una vez adentro el tiempo se pasa rápido; prueba de sonido, camerinos, entrevistas, tomar una cerveza tibia que hay en el camerino y de repente ya estás frente a esos escalones que te llevarán a la prueba final. Es el momento de saber si eres lo suficientemente bueno para ganarte un lugar en esa competida carrera del rock.
Arriba la adrenalina te sube y baja, brincas como si tuvieras 9 años, volteas a ver a tu novia y a tus amigos entre la gente y sonríes, sabes que tienes aliados. Junto a ti está tu hermano blandiendo las baquetas y haciendo tumbar la madera bajo tus pies. Quieres llorar de la emoción y quieres vomitar de los nervios. En nuestro primer Vive Latino me caí del escenario, como quizá ya todos sepan, pero me pude levantar a seguir el show. Cuando golpee el suelo y vi mi guitarra rota algo me levantó y subí un escalón y le mostré los restos de mi primer instrumento a la multitud; la gente explotó y el set fue memorable. Bajé del escenario ese momento con el que habíamos soñado tanto tiempo y que duró tan poco. Y es entonces cuando empieza la fiesta. Para aquellos que nunca han entrado tras bambalinas a un Vive Latino solo les voy a decir que es la fiesta más grande del año.
Este 2013 vamos por nuestro cuarto Vive Latino y estamos igual de felices que cuando el primero. Estrenaremos canciones del nuevo disco y tocaremos otras que son viejas conocidas, así que el nervio está presente y la emoción también. Queremos ver a la gente divertirse y hacer el slam más grande que se haya presenciado en la historia del festival.
Así que acompáñenos a subir los escalones hacia el escenario de la fiesta más grande del año.