Lugar de Origen: Tijuana, México
Año de Fundación: 2016
Miembros: Amor Amezcua
“Estoy parada en el centro de un bosque, es súper, súper verde y huele muy rico. Lo que más me llama la atención son las hojas, las cuales son un poco extrañas, muy redondas y blancas en su parte de abajo.
Me encuentro caminando y cada paso que doy hace que sienta un pequeño escalofrío que se intensifica cada vez más. Sigo caminando y lo único que veo es el verde que hay a mí alrededor; no pasa nada, me siento relajada y tranquila salvo por el escalofrío, el cual se hace tan fuerte que me obliga a voltear para atrás y ver que un caballo de color negro y pelaje brillante me está siguiendo.
Él se me queda viendo a los ojos, lo quiero tocar y abrazar, por lo cual doy media vuelta y camino hacía él. Estiro primero una mano para que no pasé ningún accidente, que me olfateé un rato. Él se acerca a mí y le digo que me acompañe, que iré a un lugar donde tienen manzanas muy sabrosas; él me dice que sí, que llegando para allá me contará el mayor secreto de su vida.
Seguimos caminando y encuentro una cabaña de madera en cuyo subterráneo se encuentra un estudio; además, tiene una cocina súper linda y tiene muchos hongos coloridos y sabrosos a los costados. A un lado está el gran árbol con las manzanas. Le digo al caballo que me espere, porque tengo que sacar algo muy importante antes, saco mis cuarzos de un cajón y se los enseño, al mirarlos brillan y se convierten en una manzana roja.
Él lo hizo, él es sabio, por lo cual se la come y me dice -los humanos no son lo que dicen ser-, tras lo cual empiezo a convertirme, estiro los brazos para enfrente y al verlos me doy cuenta de que en realidad no soy como creía. Soy una figura de luz y estoy feliz de serlo”.
Esta es una historia que escribimos en conjunto con Amor Amezcua, quien este año decidió volver a su proyecto musical Myuné para transportarnos a un mundo en donde se vuelven a re-pensar las infancias; aquellos momentos que nos marcan y nos hacen ser quienes somos, algo profundizado en su canción ‘Inner Child’, que quiere decir -niño interior- y que funge como el tema de apertura para sus EPs Moonlight Face (2020), repletos de figuras míticas que ayudan en los relatos el desarrollo del personaje principal.
Al respecto, ella declaró que “tuve una crisis existencial porque ya voy a llegar a mis 25 años y estaba preguntándome constantemente qué es lo que quería hacer de mi vida cuando era pequeña, cuáles eran mis sueños o cuáles eran mis preguntas o curiosidades, no me acordaba”. Ella describe que estaba “completamente desconectada de mi pasado y estuve escuchando mucho a esta chica llamada Aldous Harding, quien es mi top 1, y justo tiene una línea en una de sus canciones que habla de una conversación que tiene con su niña interior en una playa”.
Componer aquella pieza introductoria, repleta de los sintetizadores atmosféricos y beats minimalistas de una canción electro-pop, le dio la oportunidad de “volver a conectar con mi pasado, sabiendo que es lo que quería hacer de niña, fue como regresar a mis raíces y hacerle caso a mi amor de chiquita que quería hacer esto desde el principio”.
Sin embargo, para Amor la importancia de visualizar el pasado no se limita a encontrarse con los deseos y esperanzas natos de su persona; si no que también ayuda para recuperar la naturaleza amorosa de un niño: “La canción trata de mi versión de niña que está preguntándose y está confundida respecto a por qué es tan difícil para las personas que exista el amor entre todos”, aclaró, agregando que “es justo esa conexión de ser niño a ser ya un adulto y empezarte a preguntar todas esas cosas de qué es el amor y por qué la gente no lo tiene y por qué es tan escaso siendo que es algo tan fuerte que cambia a las personas”.
Con el paso de las canciones, el material se entrelaza entre tiernas baladas con melodías pegajosas y detalles electrónicos muy sutiles a piezas atmosféricas repletas de distorsiones y disonancias. Sin embargo, llega a su punto con la llegada de ‘Carol’, la cual “se basa en el lado femenino maternal que está presente en todos nosotros y de cómo el descuido de tal reconocimiento nos desconecta de nuestros alrededores”.
El personaje que le da su título a la canción es “la figura personificada de mi madre protectora: la madre tierra, la luna, mi mamá, mis abuelas, mi maestra favorita, mi mejor amiga y yo”. Ella es “el lado protector de la naturaleza en el que me siento 100% cómoda, y le estoy pidiendo a esta figura protectora que me regrese a esta zona de comfort que es la naturaleza”.
De acuerdo a lo relatado, la intención fue alejarse de las grandes ciudades, espacios en los cuales Amor no se siente nada cómoda. Ella “surgió de una figura inventada a la cual le empecé a escribir “aléjame de aquí, no estoy bien. Llévame a las montañas y a los árboles en donde puedo respirar y estar tranquila”. Aunque, “no solamente estaba imaginando a la Madre Naturaleza, si no a todas las figuras protectoras durante mi vida, ‘Carol’ tiene una cara tan colorida y tienen diferentes caras que la hacen una misma”.