Esta mañana se informó que el Comité del Premio Nobel decidió introducir a la activista climática Greta Thunberg para el Premio Nobel de la Paz 2020 debido a que ha “despertado conciencia de la juventud sobre el cambio climático”. Al respecto, los responsables sobre su nominación, los legisladores suecos Jens Holm y Hakan Svenneling, afirmaron que la adolescente “ha trabajado duro para hacer que los políticos abran los ojos a la crisis climática y que la acción para reducir nuestras emisiones y cumplir con el Acuerdo de París también es fomentar la paz”.
Hay que recordar que el acuerdo climático de París de 2015 fue una solicitud a todos los países que forman parte de él por adoptar medidas públicas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y que permitan el freno del aumento de las temperaturas globales. Sobre esto, la activista ha alentado a la creación de protestas con el fin de exigir acciones más rápidas que cumplan con el tratado.
Este no sería el primer honor a su favor, el año pasado fue nombrada como ganadora del Premio Right Livelihood, conocido como el Nobel Alternativo. Además, fue nombrada como la Persona del Año por la Revista TIME. Aun con esto, no ha estado libre de polémica puesto que muchos la han acusado de cargar con un interés político y económico en sus acciones, señalamiento que se incrementó la semana pasada al revelarse que decidió registrar su nombre y el de su movimiento Fridays For The Future como marcas comerciales.
La historia de Greta Thunberg, la joven sueca de solo 17 años, convertida en activista ambiental, sigue tomando forma. TIME Magazine la convirtió en diciembre en la Persona del Año más joven en la historia de esta publicación.
Edward Felsenthal, editor en jefe para TIME describió la selección como “un cambio significativo que rara vez ocurre sin la fuerza de individuos influyentes y en 2019, la crisis existencial de la Tierra encontró a Greta Thunberg, quien se ha convertido en la voz más importante sobre el mayor problema que enfrenta el planeta, y el avatar de un cambio generacional más amplio en nuestra cultura”.
De esta manera, se describe la fuerza de esta joven que logra catalizar la urgencia de la crisis climática de manera consistente y radical. Una crítica que ha estado más que presente desde en la manera en que este tema ha sido politizado y socializado en el mundo.
“Thunberg se para sobre los hombros, y al costado, de cientos de miles de personas que han estado bloqueando las calles y resolviendo la ciencia, muchos de ellos desde antes de que ella naciera. También es la primera en notar que su experiencia privilegiada la convierte en «una de las afortunadas», como ella dice, en una crisis que afecta desproporcionadamente a las comunidades pobres e indígenas. Pero este fue el año en que la crisis climática pasó de detrás del telón al centro del escenario, del ruido político ambiental a la agenda mundial, y nadie hizo más para que eso sucediera que Thunberg” continuó Felsenthal.