A partir de sus estudios en el Seian University of Art and Design y una introducción a la fotografía comercial, Rinko Kawauchi emprendería un sello en la fotografía contemporánea difícil de medir pero indispensable en el entendimiento de nuevos valores expresivos hacía el nuevo milenio.
Cómo es usual en las formas expresivas orientales, el arte de Kawauchi está basada en filosofías que contemplan lo espiritual y lo estético. El caso de esta joven fotógrafa fue el del shinto, un pensamiento ancestral basado en el espíritu que vive en todas las cosas y así considerando como la sensibilidad minuciosa de lo mundano.
Desde la perspectiva occidental algo como el shinto aplicado a la fotografía parece obvio. Sin embargo en la fotografía de Kawauchi esta representación se evidencia como un interés por el aspecto dilatado de las cosas. El ensanchar la sensibilidad en medio de una cultura de congestión y encimados.
La fotógrafa originalmente de Shinga, Japón y posteriormente basada en Tokyo, trabajo sobre el formato de 6×5 primordialmente y el photobook como medio de interacción. Cómo descrito por la misma artista, su interés estaba en la generación de contenido y el marco de la obra editorializar, un enlace focalizado con el espectador.
La creación prolífica de photobooks de esta manera exigiendo ese mismo centrado y reposo de la obra que la autora imagina en su mundo de serenidad e inmovilidad del detalle mundano de un mundo hiper-complementado.
Para Kawauchi el enlace exiger la imaginación del espectador y la unidad de la obra emerge de esta experiencia. De la manera, es importante resaltar el símbolo de una lógica narrativa que se hace presente en series como The river embraced me o Search for the Sun donde los elementos romantizados de la artista, más bien son parte de una perspectiva que hace referencia a su transformación.
En el caso de esta primera serie, el elemento “rio” es base conceptual y figurativa para una sugestión de contextos y razones. En la segunda serie, la inicial motivación de jugar con el elemento luz, se transforma en los elementos que hacen de la luminosidad solar tan particular.
También necesario resaltar que si retomamos el concepto del shinto, la aparición del quemas, transporte público, consumo de barrio y dinámicas sociales.
A nivel personal Kawauchi habla de la “tranquilidad, fragilidad y ansiedad” como cargas emocionales siempre presentes en su trabajo. De la misma manera que observa cosas tan sencillas como el color verde como traductores de “vitalidad y juventud”. Una anotación sólo importante, para evidenciar el vocabulario de la artista creando razones entre elementos.
Aunque hay una cierta lectura en este cuerpo de trabajo que parece caer en lo dulzón y diletante, la realidad es que frente a una nueva observación artística contemporánea, los ejemplos de expresiones basadas en darle quietud y espacio a la mundanidad, son inherentes a un proceso de reivindicación espiritual.
La miembro de la Royal Photographic Society es representante incómoda pero necesaria de la imagen subordinada a la búsqueda contemporánea por las causas de nuestros dolores y una naturaleza fantasmagórica. De otra manera, un vínculo con el espíritu de las cosas cuando las cosas se vuelven muertas.