La figura de Syd Barrett y el alcance de su influencia

// Por: Staff

jue 9 enero, 2020

Aldo Fabian López Cruz

La leyenda de  Syd Barrett, fundador y primer líder de Pink Floyd: el joven talento que inició una carrera prometedora en un grupo que al paso de los años se convirtió en un referente obligado para música, pero en el cual su líder se fue quedando atrás, hasta perderse en un abismo de adicciones, enfermedad y desventuras que hasta nuestros días siguen sin estar del todo claras. 

Este mes el músico cumpliría 74 años de vida, y nunca sabremos el nivel creativo al que hubiese llegado con ese talento tan particular que le caracterizaba. Sólo se conoció un breve destello de lo que podía llegar a ser en un álbum debut y dos discos solistas. Luego vino el retiro temprano, después su muerte en 2006 y aun con todo, se convirtió en una figura de culto.

Sin embargo, existen datos interesantes con los que se puede medir el alcance de su influencia e impacto artístico en otros músicos de corrientes musicales diferentes entre sí. Uno de esos fascinantes conjuntos de datos son, sin duda, los covers de sus canciones que han surgido a lo largo de los años.

Emily en los ojos del camaleón

El multifacético David Bowie nunca ocultó la gran admiración que le tenía a Barret. Se dice que incluso intentó persuadir al artista para que continuara creando música después de su retiro. Muestra de ello es el tributo que le rindió en el álbum con el cual Bowie se despedía de su alter ego Ziggy Stardust.

Corría el año 1973 y el camaleón daba a conocer Pin Ups, un álbum en el que versionaba canciones de artistas que admiraba, ahi esta “See Emily Play”; otra genial historia escrita por Syd y una de las canciones más tempranas de Pink Floyd.

La versión resultante conserva la esencia psicodélica de la original, pero se percibe más energética y extravagante, en parte gracias al soporte de su banda de aquel entonces, The Spiders From Mars.

Vegetable Man, Jesus and Mary Chain

Vegetable Man es uno de los secretos mejor guardados de Pink Floyd, poseedora de un sonido que bien podría considerarse precursor del punk, Barrett da letra a esta alucinante canción grabada en 1967, pero incluida en la discografía oficial del grupo hasta 2016.

No es de sorprender que una de las bandas icónicas del rock alternativo como The Jesus and Mary Chain se hayan sentido inspirados e influenciados por el diamante loco y compañía.

Los hermanos Reid deciden rendir tributo a esta canción, y al momento de lanzar el sencillo Upside Down (el primero en su carrera), aparece como lado b de éste la composición de Barrett.

Resulta una versión mucho más elevada sónicamente, con las guitarras vibrantes y llenas de efectos melódico-estridentes que caracterizarían la carrera de este grupo escocés.

Lucifer Sam, Love and Rockets

Quien se haya detenido a analizar las letras de Barrett, sin duda encontrará cierto halo de oscuridad, por eso no causa mucha extrañeza el que grupos del estilo de Love and Rockets  (proyecto formado por los integrantes de la mítica banda Bauhaus, Daniel Ash, David J y Kevin Haskins)  lo incluyan entre sus influencias.

Con ese estilo alternativo que caracterizaba a la agrupación, en 1986, durante la misma época en que se dedicaron a crear Express, su segundo álbum de estudio, graban la canción Lucifer Sam (uno de los primeros éxitos de Pink Floyd). Sin embargo, este cover no saldría a la luz sino hasta 2001, año en que se remasterizó dicho álbum con contenido adicional como lados b, piezas experimentales y remixes.

El resultado es una versión con un enfoque más hard rock, que realza la tenebrosa letra de Barrett, reconstruida de acuerdo a la época, potente y con esos elementos góticos tan característicos.

                     

El espantapájaros de RX

Pese a su brevedad, Scarecrow es una de las canciones más recordadas del primer álbum de Pink Floyd, con una de las letras  de Barrett que más encajan en el terreno de la fantasía, perteneciente al álbum The Piper at The Gates of Dawn. Uno no pensaría que podría inspirar a artistas tan contrastantes muchos años después de su aparición en 1967.   

contra toda suposición, en 1998 Nivek Ogre, el líder del grupo de música industrial Skinny Puppy, decide rendirle un tributo a esta extravagante canción en uno de sus proyectos alternos: Rx. Dicha versión se incluye en el álbum Bedside Toxicology.

Resulta una pieza que conserva ese estilo folk, pero con añadidos de guitarras acústicas e instrumentos diferentes a la original que acentúan el enfoque fantástico de la letra, con un estilo vocal alejado de lo que Ogre muestra usualmente en Skinny Puppy.

La bicicleta de P-Model

En 1984 tiene lugar  una de las versiones más exóticas a una de las composiciones más creativas e innovadoras de Syd. El grupo japonés de rock electrónico P-Model decide hacer una versión de Bike para su álbum Another Game.

Resulta una pieza divertida, muy bien adaptada al estilo de los originarios de Tokyo, con variaciones en la letra y en el ritmo. Además, el característico estilo de su vocalista Susumu Hirasawa le impregna una atmosfera más enrarecida, muy diferente, resaltando ese espíritu juguetón y casi infantil de la original.

 

El Jugband Blues de Aneeta

También en Latinoamérica el legado de Barrett se puede percibir. Son muchos los artistas que se han sentido influenciados por el originario de Cambridge, existe el caso de la cantautora argentina Aneeta.

Originaria de Buenos Aires, con una carrera independiente y varios singles  en su haber, en el año 2015 publica su versión del tema con el que Barrett dice adiós a Pink Floyd: Jugband Blues (Incluido originalmente en el álbum A Saucerful of Secrets, de 1968).

La versión de la artista resulta profundamente melancólica y con unos arreglos muy interesantes. Alejándose de la devastadora versión de Syd, pero dotándole a cambio una enorme carga emocional.

              

The Terrapin, Marc and the Mambas

Tal vez la extravagancia que reina en las historias que creaba Barrett en su canciones inspiró profundamente al no menos extravagante Marc Almond, quien después de un éxito mediático con Soft Cell decidió continuar por caminos más arriesgados enfocando su talento a The Mambas: banda ecléctica que iba desde el new wave, el concepto del cabaret y hasta lo gótico.

En 1982, Almond reúne a los músicos Matt Johnson y Anni Hogan para formalizar Marc and the Mambas, y lanza su álbum debut Untitled. En él realiza una versión de Terrapin, canción incluida en el primer disco solista de Barrett: The Madcap Laughs.

La versión logra otra atmósfera con esa particular entonación vocal que caracteriza a Almond, el estilo musical tan teatral con un toque de oscuridad, los coros e instrumentos como el vibráfono, termina dotada de una personalidad propia.

Un placebo y un oscuro globo

The Madcap Laughs es un álbum que al paso del tiempo ha sido mejor valorado por la crítica, es caótico y a la vez genial, en él se incluye la que es tal vez la canción más desgarradora y sentimental de Syd Barrett: Dark Globe.

Durante toda su carrera Brian Molko y Stefan Olsdal han apostado por letras fuertes que sondean el espíritu humano, no es de sorprender que esta canción haya sido elegida por la banda para ser lado b del sencillo 36 Degrees en el año 1996, justo en el inicio de su trayectoria.

La versión de Placebo tiene un estilo más meditativo y tranquilo, con esos efectos electrónicos, la guitarra acústica y la cualidad de Molko para imprimir su estilo interpretativo, le dan un enfoque más profundo a la tormentosa letra.

Sandoval, Ó Cíosóig, Joyce y una cabellera dorada

Barrett era un lector consumado, en especial del género fantástico y la poesía. Esto se vio reflejado en el álbum The Madcap Laughs, ahí incluyó una adaptación del poema de James Joyce: Golden Hair. El músico dotó de una atmósfera enigmática a su interpretación, volviéndola una de las versiones más populares de esta obra.

La cantante méxico-estadounidense Hope Sandoval y el músico irlandés Colm Ó Cíosóig son conocidos por sus proyectos Mazzy Star y My Bloody Valentine respectivamente. Sin embargo, sus inquietudes de experimentar los llevaron a crear juntos en 2001 Hope Sandoval & the Warm Inventions

La banda ha construido una sólida propuesta musical, con un estilo basado en el dream pop y la música folk. En 2010 decidieron sacar a la luz su propia versión de Golden Hair. Sin duda, al escucharla, son inconfundibles las reminiscencias instrumentales hacía la versión de Barrett, sólo que adquiere más intensidad con la estremecedora interpretación vocal de Sandoval y una duración mayor.

Tarde en la noche para This Mortal Coil

Late Night es probablemente una de las piezas más hermosas que escribió Syd Barrett, debido al tema tratado: la soledad y la nostalgia por el ser amado que ha partido. Es la canción que cierra el ya mencionado The Madcap Laughs.

This Mortal Coil fue creado en 1983 por el legendario sello musical 4AD,  se trataba de un colectivo de artistas provenientes de bandas como Dead Can Dance y Cocteau Twins. El objetivo del proyecto consistió en sacar del olvido canciones de los 70s, las cuales eran tomadas por artistas contemporáneos para darles un toque fresco. Late Night fue una de las elegidas en 1991 para su tercer álbum de estudio Blood

La intérprete fue Caroline Crawley, integrante de la banda Shelleyan Orphan. Su voz dulce y sofisticada protagoniza la mayor parte de la canción, le acompañan solamente ecos y un sonido atmosférico simultáneo; hacia el final surgen más sonidos atmosféricos que acentúan la melancólica letra. Se trata, tal vez, del mejor cover hasta la fecha que se ha realizado para homenajear al originario de Cambridge.

     

Locos fragmentos esparcidos del diamante

Es notorio el amplio abanico de géneros y corrientes musicales entre las diferentes bandas que, de una u otra forma, han sido tocados por el espectro de Barrett. Podríamos  imaginar esas palabras en voces ajenas, avanzando por puentes pop, rock, goticos, punks, folk, experimentales e incluso electrónicos, traspasando en el tiempo.

Otra prueba de la magnitud de su influencia es que grupos tan disímiles como MGMT, R.E.M., The Damned o Slowdive y artistas como Graham Coxon, Chris Cornell o John Frusciante, han expresado su admiración al músico, incluso algunos de ellos han tocado sus canciones en vivo. Mención especial merece David Gilmour, quien en sus conciertos ha interpretado también temas de su amigo de juventud y ex compañero de grupo.

La experiencia de poder encontrar vestigios en otros artistas de este genio fugaz llega a ser fascinante (eso sin contar la posibilidad de encontrar sus huellas en la música actual). Por todo ello, el caso Barrett es un claro ejemplo de cómo la música puede llegar a trascender distancias tanto geográficas como de tiempo.