Balaclava diseñada por KWRI.
Con la intención de ofrecer una disyuntiva y palabra editorial al mundo del modelaje, Balaclava es explorar a los actores centrales de la industria por medio de un enfoque a la trayectoria.
Hablamos con modelos sobre su carrera, historias, quejas y aplausos. Una mirada personal al camino de un individuo en medio de un trabajo a veces poco resuelto.
Balaclava en un inicio no muestra fotos del modelo en cuestión. Se hace un ejercicio lúdico de fotografías tomadas desde su celular, de cualquier cosa que nos quieran mostrar. Cerramos esta entrevista, con una sesión dirigida por el talento.
Jimena de Aparicio es una modelo oriunda a Veracruz, México. Su rostro hoy día se vuelve una representación del modelaje contemporáneo, uno que hace un esfuerzo claro por una representación fiel y diversa a la realidad. Así la ahora partícipe de portadas de Vogue y campañas de Apple, muestra a la mexicanidad del hoy en día en su forma más auténtica. Todo esto basado en una personalidad de firmeza y claridad con quien es, de donde viene y cómo ejerce esta profesión.
Hablamos con Jimena sobre su trayectoria, los retos que encontró el camino, las consecuencias de su repentino crecimiento y su mensaje a una audiencia mayor.
¿Cómo llegaste a la industria del modelaje? ¿Cómo ha sido tu trayectoria?
Empecé en Veracruz en 2018. En la agencia de New Icon de allá estaban buscando talentos. En ese momento yo estaba buscando trabajo, a mi me llevo la necesidad de tener dinero a ser modelo, no es que allá soñado mi vida con eso o un gusto particular.
Mande mi solicitud y tuve una entrevista. Lo veía como un ingreso extra, además de tener otro trabajo y estudiar. Era muy tímida, no me gustan las fotos ni nada de esto, fue chistoso porque New Icon estuvo detrás de mí diciendo “Jimena tomate las fotos, Jimena tomate las fotos”. Llegue a la agencia en Febrero del 2018 y para Marzo no me había hecho fotos de nada. Cuando me las hice, sin haber publicado nada, el fotografo saco una foto mía y el dueño de la agencia la vió y les dijo “Me la mandas a México, la quiero acá”. Llegue a CDMX en Agosto del año pasado y ahora me dedico de lleno a esto.
¿Te gusta la Ciudad de México?
Sí. Ya había estado aquí hace unos años cuando estaba estudiando medicina. Esa era mi tirada inicial, después regrese a Veracruz y me cambie a finanzas, yo se es un cambio radical y termino todo en el modelaje. Me vine a México también por este tema de la situación económica, gracias a dios me ha ido muy bien, he podido tener una estabilidad económica.
Me gusta que es una ciudad muy rápida, muy activa. Por mi trabajo conozco gran parte de lo que hay aquí. Me lleva por todos lados. Voy a un evento, luego voy a otro lado, me tengo que ir a otro lugar. Estoy en el corre corre por toda la ciudad, pero me gusta mucho esto.
Fue un cambio muy importante…
Mucha gente no se esperaba que yo fuera a ser modelo porque yo también fuí alguien que era atleta de alto rendimiento. Llegue a ser profesional como ciclista, llegue a estar contratada en Italia y Colombia con equipos, estuve a punto de irme a Panamericanos y Mundial. Era un proyecto a largo plazo para juegos olímpicos.
La gente me veía y era una persona que nunca se arreglaba, siempre me veías con un chongo desgreñado, no me maquillaba, no me arreglaba la piel, nada. Siempre me veías con unos jeans y una playera, mi look para andar por la vida.
El entrar al modelaje fue un giro muy grande, yo entre a esto sin saber nada del medio, sin conocer a nadie. Era entrar a un mundo muy girly, muy femenino y yo no me consideraba así. Yo me consideraba algo más masculino, en este medio me dijeron “Aprende a usar tacones, te tienes que maquillar, cuidate la piel” y yo pensaba “Carajo, no me se hacer nada”. Era una gran impotencia ver a las otras niñas de CDMX y Veracruz que estan flaquitas, esculturales, se saben arreglar, se saben vestir, yo no sabía hacer nada de eso.
Fue un proceso complicado porque también iba en contra de mi personalidad y mi esencia, algo que pasando tanto tiempo en el deporte no había podido atender. Nunca tuve oportunidad de explorar el quién era, que ropa me gustaba, como me gusta arreglarme, peinados, todo lo demás.
¿Este proceso lo abordaste de manera gradual o te echaste un clavado?
Fue muy raro. En Veracruz, no hay el nivel que se tiene acá en la ciudad. En CDMX hablamos de que hay gente del extranjero, hay agencias que están posicionadas a nivel internacional y el acceso a la información que yo tenía en Veracruz era muy poquito.
Esto fue lo primero, adaptarme a Veracruz, aprender lo que hay ahí para después abordar lo que hay en México. Desde que el dueño de la agencia me quiso traer para acá, pause todo y me prepare. Como hacer una caminata editorial, como hacer una caminata comercial, cómo posar. ¿Qué es lo que quieres proyectar?
Cuando llegó a CDMX, me topo con pared. Un “lo estas haciendo mal”, no era suficiente. Tuve una frustración muy grande, porque resulta que en lo que Veracruz se conoce ya es obsoleto, son cosas de los noventas y ochentas que ya no se ocupan. Después de esto, me decidí regresar a Veracruz, pensé “a la chingada esto no es lo mió”.
Aparte la agencia me pedía adelgazar, me decían “los clientes no te quieren porque estas gorda”, siempre me lo repetían y yo era talla 7. Lloraba mucho y pensé que era algo que no valía la pena. Es un medio donde te presionan con tu físico, yo lo entendía pero aún así sentí que no era lo mío, no quería permitir que me denigraran.
De vuelta en Veracruz, pase por un periodo de depresión. En Octubre empecé a trabajar. Me habla mi booker después de un tiempo, un poco apenada por la situación y me dice que necesita que regrese. Me estaba buscando Dolce & Gabbana, me querían conocer. Vine para la CDMX, conocí el director de la marca y me lleve muy bien con todos ellos. Ya no se que paso con ese proyecto, pero estoy muy agradecida con ellos porque le hicieron ver a mi agencia que no importaba la talla, yo tenía potencial.
Fue algo que me motivó, fuí a más castings, conocí más el medio. Ya sabía en qué estaba fallando. Tuve que cambiar mi rutina de ejercicio, intentar bajar la masa muscular, cuidarme más la cara, echarle más ganas. Pensé “sí me están buscando, capaz si tengo el potencial”.
Fue interesante que llegará desde el lado del cliente…
Sí, lo que más me causó más curiosidad, es que la gente de la castinera habló conmigo y me dijo “Tienes demasiado potencial, entonces te lo voy poner de una buena vez claro, si bajas de peso estas fuera del proyecto, porque no queremos chicas flacas, queremos chavas bien, con cuerpo, que estén felices y en un peso sano”.
Para regresar a la Ciudad de México, sabía que tenía que estar trabajando. Todo ese mes estuve llena de trabajo. Hice Palacio, Ben & Frank, Apple y la agencia quedó sorprendida. Incluso el dueño de la agencia le hablo al gerente de Veracruz para decirle “Una de tus niñas la esta rompiendo en México, y nadie se lo esperaba”. Según yo iba a pausar todo solo un semestre y se me fue el año llena de trabajo.
Hablando de redes sociales, ¿Esto representa una presión en tu vida? ¿Pensar que vas a subir, qué te vas a poner y todo lo demás?
No, fijate es algo que mucha gente, amigos del medio me han dicho que tengo que empezar a controlar. Así como me muestro en redes, así soy en persona. Un amigo me decía “No guey, tienes que hacer un personaje y eso es lo que proyectas en redes, aparte tienes tu vida privada”. Ok, sí actualmente tengo una vida privada separada, pero así como me ven en redes sociales es como soy en persona.
Si pienso “hoy me quiero sentir mamona, tener un caption bien cabrón” le pienso. De otra manera, es lo que se me ocurre en ese momento. Al final de cuenta yo lo veo y lo vivo actualmente, me junto con gente que es influencer o algo similar y a veces te llevas la grata sorpresa que son buenas personas en redes y en persona, pero también con la gente que no.
En redes es una cosa y en persona es otra. Los entiendo, me ha pasado también que me he llegado a estresar y lo sacó en redes sociales Te dicen “no tienes porque decir que estas hasta el gorro para que te pregunten de New Icon, porque lo van a tomar como que eres una mamona” y mi respuesta es “¿Qué tiene?” No me gusta tener un filtro, porque se me hace algo falso.
Es muy difícil, todo mundo espera lo contrario, el personaje…
Sí, yo no quiero ser un personaje. Intento mantener mi vida privada, un poco más privada, porque se que ya cada vez llego a más personas.
¿Te has confrontado con este tema de la privacidad? El necesitar un espacio donde la tengas…
Sí, hace unos meses tuve una crisis muy fuerte, termine ofendida, lo publique en redes y lo borre a las horas, la gente ya no me buscaba por mi, sino por New Icon. Me decían “Tengo una prima que va a entrar a New Icon, y quiero que sea como tu, ¿no le puedes ayudar? ¿qué tips me das? ¿cómo puedo entrar?” Y no es por hacerme al ego, me lo ponen “Quiero ser como tú, ¿Cómo le hiciste?”.
Lo que más me dolió, que fue otro muro que me tope personalmente, fue que gente que eran amigos de la universidad, de la prepa, de la primaria, me empezaron a contactar y yo pensaba que era en buen pedo, “¿Como estas rato sin verte?” ni siquiera me preguntaron eso. Me podrán ver en redes, subiendo historias y demás, pero tengo una vida que no muestro y no puedo estar todo el día en el teléfono, tengo cosas que hacer, una vida que atender, tengo personas que ver, no puedo contestar todos los mensajes, me duele no poderlo hacer, pero hay que entenderlo.
La gota que derramó el vaso fue un vecino de Veracruz, donde mi mamá vive sola, me dice “Vecina, es una emergencia”, alguien que nunca me había hablado, pienso que es algo malo y me dice “Es sobre New Icon”. Me calenté, dije en redes que no se vale que agarren una emergencia para esto. Estamos hablando de alguien que tiene una relación de ser vecino con mi mamá y me imagino lo peor. Sacó una publicación, algunas personas se lo tomaron a mal, otra gente me lo aplaudió, mis amigos me dijeron que lo quitara porque la gente pensaría que se me subió la fama. Yo no me siento famosa, me sigo sintiendo Jimena.
La gente lo sigue haciendo. Me duele y me da coraje, yo nunca he buscado a la gente por eso. Yo entre a New Icon sin saber nada, yo me metí en Google a buscar comentarios, había pésimos y buenos, busque en Youtube, me informe, pero no anduve acosando a la gente en redes. Es muy incomodo. A raíz de eso decidí dejar las redes un tiempo, empecé a subir menos cosas, fue tanto lo harta que estaba que me fui sin decirle a nadie a Veracruz, para estar con familia y mis amigos. Me dí cuenta que estaba cayendo muy bajo por las redes y mi reacción fue muy emocional. Quería estar sola y es algo que no quiero ser.
Me ha pasado que por descuidos,involucro a mi familia en redes y casualmente nos empiezan a acosar por telefono. Intento mantener ese lado de mi privacidad, uno no cae en cuenta de que tanto te expones. No me siento famosa, de nuevo, pero aunque sean pocas personas que te siguen estas cayendo en una exposición cabrona y no sabes quién te está viendo, no sabes qué está pasando realmente.
¿Crees que hay algo que pueda mejorar en tu industria? ¿Algo que se pueda atender para ayudar a los talentos, o es algo más aprendizaje personal?
Sí, en la agencia te recomiendan tener un nombre artistico. Yo caí en la estupidez de no hacerlo al no considerar llevar a este nivel…
Fue algo muy orgánico…
Sí, gracias a dios, he sido portada de Vogue, he trabajado en el extranjero, no pensé que esto pasara. Cuando entre pense que era un pasatiempo, puse mi nombre, en redes en todo. Actualmente me doy cuenta de la necesidad.
Es bueno que si las agencias ven a alguien que tiene mucho potencial, que creen que pueda llegar lejos, que les den recomendaciones sobre como manejar esto.
Claro, es muy difícil ver tanto al largo plazo y con tanta certeza…
Además yo también era una persona que no creía en mí mismo, yo no tenía confianza de que todo esto pudiera pasar. Era una persona muy acomplejada, pensaba “soy muy cejona”, no me consideraba bonita, cuando entré a la agencia yo entre con el autoestima hasta el suelo. Ya que estoy aquí, pienso que si hubiera tenido confianza hubiera podido tener más medidas para que esto no pasara.
Por otro lado, me parece que la industria del modelaje es una industria muy creativa. Hay muchas cosas hablando del talento, vestuario, estilistas, mucha gente creativa. ¿Encuentras en tu trayectoria de tener tu propio control de tu proyección, como se ven tus sesiones, el tipo de sesiones, tienes una voz creativa?
Sí, aunque no al cien por ciento. Yo entiendo que hay cosas que son tema de clientes, ahí si no me puedo meter. A veces sí he tenido esta oportunidad. Hasta en el área de las poses, no se que tengo, pero me considero creativa para las poses, cuando agarro el hilo de lo que busca el cliente, esa persona, el estilo, propongo las ideas.
¿Cómo es este tema con los fotógrafos?
Es importante, tiene que haber comunicación. La modelo tiene que saber que es modelo, la gente tiene la idea errónea de que solo te paras ahí y ya. Es saber como jugar con la luz, cuales son tus ángulos, cuidar la ropa. Me paso con Pepsi, aquí el producto es la Pepsi, tengo que hacer funcionar esto, yo no soy la protagonista. El fotógrafo es quien ve el proceso te puede dar las recomendaciones. Puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo.
He tenido situaciones incómodas también. Tuve un trabajo de dos días, donde al segundo día ya no pude trabajar, el fotógrafo me puso las trabas. Acabando las fotos, el me dijo que si me podía hacer retratos, acepte. Me lleve a otro cuarto, empieza a proponer usar menos ropa. De esto salgo muy enojada y le dije al cliente “Ya acabamos ¿Verdad?”. Yo tenía confirmado el trabajo al día siguiente y pensé no decir nada para no meterme en pleitos. Pense, ,añana que acabe de trabajar le digo lo que tengo que decir. Ese día me dicen que se cancela la sesión, el la cancelo. Al final me quede sin decir lo que pasó, y él sigue ahí, pienso pobres de las chavas que sigan ahí y no tengan los huevos para hablar. Me pone a pensar en muchas cosas.
¿Quieres compartir algo más con nuestra audiencia?
Lo único que puedo decir es que se sientan felices y orgullosos de quienes son. Yo recibo muchos comentarios de la gente que se siente “avergonzada de ser morena”, gente que se siente avergonzada de ser mexicana, que no le gusta quién es. Gracias a dios me tocó estar en un momento en un momento muy padre donde México está teniendo un auge muy cabrón.
He llegado a hacer castings para marcas del extranjero que vienen a México y que dicen “queremos lanzar una campaña para el día de muertos, porque nos gusta lo que sucede aquí”. Nos voltean a ver y buscan gente de nuestro perfil. Yo que crecí acomplejada y ahora estoy aquí de manera cagada “mis cejas me dan de comer”. Soy mexicana y soy así, no lo voy a cambiar. Somos una mezcla única y que no se ve en otro lugar.