Los organizadores de Burning Man, el icónico festival de colaboración y cultura, han demandado a la Oficina de Administración de Tierras (BLM) debido a lo que están llamado “siete años de sobrecargos” respecto a las tarifas impuestas para poder realizar el festival año tras año en el desierto de Nevada, Estados Unidos.
Esta demanda fue presentada originalmente el 13 de diciembre por parte de Black Rock City LLC, ONG bajo el cual la organización del festival ópera. Un nombre también utilizado para la “ciudad itinerante” creada por el festival.
Según lo reportado, la organización de Burning Man busca una justificación de parte del gobierno federal por cobros de 3 millones de dólares a cambio del permiso para realizar este festival. Una cifra que describen como excesiva. De esta manera el resultado final sería “romper el ciclo” de sobrecargos en los que ha incurrido la BLM.
Según la demanda Burning Man busca “alivio de la conducta continua, ilegal y perjudicial de los acusados hacia Black Rock City LLC que amenaza la viabilidad del icónico evento Burning Man”.
De acuerdo a los detalles desglosados hasta el momento, el historial ha visto a los organizadores del festival acoplarse a las tarifas, mientras que el gobierno argumenta un necesario crecimiento de las mismas debido al crecimiento del festival.
La demanda continúa describiendo la situación de los organizadores como forzada a “aceptar los cargos y condiciones de BLM, por irrazonables que sean, o cancelar el evento Burning Man ya programado”.