Los Álbumes de la Década: Blackstar – David Bowie

// Por: Staff

vie 13 diciembre, 2019

Por: Freddy Herrera

Son varias las razones por las cuales Blackstar (2016) será recordado como uno de los álbumes que marcaron esta década, alcanzando incluso un estatus de culto de manera inmediata. El material cargará con el estigma de haber sido el último trabajo en la vida de David Bowie, uno de los personajes seminales de la historia de la música contemporánea y la cultura pop en general, una figura que influyó a muchas generaciones de artistas a lo largo de cinco décadas, no solo a nivel sonoro, sino también a nivel estético. 

Su carrera será recordada por su innovación y constante evolución de obra, donde podía moverse entre los terrenos del glam rock, punk, art rock, new wave, pop rock, rock industrial, rock pop, e incluso el soul y el folk, dotando de una profundidad intelectual a cada uno de los estilos que iba adoptando. Su último trabajo no estuvo exento de estos preceptos.

Blackstar fue lanzado dos días antes del fallecimiento de David Bowie con la producción de Tony Visconti, productor de varios trabajos destacados del músico. Respecto a la muerte del británico el productor comentó: “Siempre hacía lo que le daba la gana. Y quiso hacerlo a su manera y de la mejor manera posible. Su muerte no fue muy distinta a su vida: una obra de arte. Hizo Blackstar para todos nosotros, su regalo de despedida”.

La última obra de un icono

Blackstar en términos sonoros, nos entregó al mejor Bowie en mucho tiempo, junto a The Next Life (2013), ambos discos nos demostraron que el músico británico seguía vigente y la aparición de material nuevo seguía siendo un suceso para la industria. Se trata de un collage de estilos sonoros que nos hizo recordar muchas de las distintas etapas del cantante. Un disco que no tenía que demostrarle nada al mundo, pero que siguió esa línea de constante evolución sonora que distinguió a cada una de las obras del oriundo de Brixton, Inglaterra, a lo largo de su carrera.

Muestra de ello es ‘★’, canción de casi 10 minutos de duración, un ejercicio muy arriesgado para los estándares de la industria musical en la actualidad y que ejemplifica a la perfección ese espíritu transgresor que lo definió. Un carrusel sonoro de distintos matices, combinando de buena manera elementos electrónicos, presentes en una deliciosa base beat con instrumentos de viento, una canción que parece dividida en dos partes, pero que juega de manera espectacular con los cambios de estilo, ensamblándose de manera asombrosa, una obra dramática y demasiado teatral, uno de los tracks indispensables de la década.

‘Tis a Pity She Was a Whore’ y ‘Lazarus’, nos hacen recordar al Bowie de los noventas, cortes sedosos y estilizados, adentrados en los terrenos del avant-jazz y acompañados de un exquisito sonido de saxofón dotando de un delicioso estilo hedonista las atmósferas de ambos tracks.  

‘Sue (Or In A Season Of Crime)’ es el track más obscuro y vanguardista del título, de guitarras distorsionadas, percusiones y secuencias que se destacan por uso de ritmos motorik, muy característicos del krautrock y donde se nota mucho el trabajo de colaboración de James Murphy de LCD Soundsystem.

Por otro lado, ‘Girls Loves Me’ carga con un estilo espectral y atmósferas gélidas creadas por instrumentos de viento combinándose de buena manera con sonidos estilizados creados a base de sintetizadores dotando la pieza de una dualidad estética orgánica y sintética bastante atractiva, otro de los ejercicio emocionantes del disco, un track que no desentonaría para nada en obras como el KID A (2000) de Radiohead . 

El cantante no se podría ir sin entregarnos un último corte magistral, es así como llega ‘I Can’t Give Everything Away’, bellamente delimitada por el sonido del saxofón y un amigable y luminoso tono de voz, de las piezas más digeribles del disco pero sin quitarle ese aura de genialidad.

El legado de David Bowie es innegable, aun en su último aliento entregó una obra redonda y aclamada no solo como uno de los mejores trabajos del 2016, sino de la década completa.