Natanael Cano estrena Corridos Tumbados, limpiando al género de la narcocultura

// Por: Oscar Adame

vie 6 diciembre, 2019

Pese a iniciar como un movimiento artístico que sirvió como parte fundamental en la documentación de la Revolución Mexicana, en el presente al corrido se le reconoce como una rama más de la narcocultura gracias al centenar de exponentes del género que se centran en narrar los logros de los narcotraficantes más famosos de Latinoamérica. En medio de un estado sociopolítico donde se vuelve inmoral el celebrar a estas figuras, nace Natanael Cano, un chico de 18 años que con su segundo álbum de estudio Corridos Tumbados (2019) logra llevar al corrido a una época más brillante.

Influenciado en la estética de la música urbana popular, con Bad Bunny como referente inmediato gracias a su colaboración en ‘Soy El Diablo’, este cantautor está componiendo corridos de gran impacto con narrativas que relatan escenas de la vida cotidiana de cualquier adulto joven de una forma similar a como lo hacen en el reggaetón. Historias de la vida nocturna, encuentros románticos y corazones rotos sobre una instrumentación integrada por arpegios de guitarra muy bien trabajados, sobresalientes debido a su expresividad y complejidad, junto a bajos muy interesantes. 

Un movimiento millonario

Tal como se ha mostrado en otros géneros, como el bolero en Los Rivera Destino o el flamenco gracias al trabajo de Rosalía, el corrido ahora muestra una evolución evidente en su sonido e imaginario debido al impacto de la música urbana. Natanael Cano es un joven de Hermosillo, Sonora, que lo único que está haciendo es integrar sus intereses musicales particulares a la música que mejor representa a su región. 

Se trata de una fórmula que lo ha colocado en lo más alto de las listas de popularidad de la música en Latinoamérica, por el momento este álbum es el segundo material más escuchado del Billboard Latino. Él le llama a este nuevo movimiento como Corridos Tumbados y el sello discográfico Rancho Humilde, lo describe como música con el objetivo de “limpiar al género del contenido violento” junto al trabajo de otros intérpretes que trabajan con la compañía, como Grupo 360, Dan Sánchez y Legado 7.

https://www.youtube.com/watch?v=0QgI4uA7FFU

Dentro de este, su segundo material de estudio, se destacan canciones como ‘El Drip’, en donde Natanael describe todos los elementos que conformaron su experiencia en una fiesta familiar sobre dos guitarras y un contrabajo. Por otro lado, ‘El Nayer’, es una pieza con un ritmo violento en donde el intérprete rapea en contra de sus amigos falsos. 

‘Disfruto Lo Malo’ es una balada más cercana al folk tradicional que al corrido en donde el intérprete relata las razones por las cuales no ha logrado encontrar una relación de pareja estable, mismo tema que sobresale en la brillante ‘Ella’, un relato sobre arpegios finos sobre el encuentro que tuvo que una chica hermosa dentro de la pista de baile. Contrario a la mayoría de los corridos o de las canciones urbanas tradicionales, en esta canción el enfoque de Natanael es su inseguridad, reafirmando en varias ocasiones su miedo de enamorarse y terminar con el corazón destrozado. 

Corridos Tumbados (2019) es uno de los álbumes de habla hispana más importantes del presente año. Se trata de un material compuesto por un chico con la pretensión consiente de cambiar la perspectiva que se tiene sobre el género y sus tierras. Brillante en su construcción musical y repleto de relatos sinceros con los cuales es fácil relacionarse a un nivel íntimo, el éxito de este álbum es un paso firme hacía la evolución de la música tradicional mexicana.