Desde Berlín, Alemania llegó SKALAR, una instalación artística de gran escala que explora primordialmente la percepción, por medio de la luz y el sonido. Este proyecto llega por primera vez a la Ciudad de México por medio de Noiselab y el estudio WHITEvoid.
La instalación es gestada por el artista de luz Christopher Bauder, además del músico Kangding Ray. Por medio de este mix media, la instalación busca una reflexión sobre la “naturaleza fundamental” y la “esencia de las emociones humanas”.
La obra consiste en una puesta de escena monumental, usando tanto espejos como luces en movimiento, sincronizadas con un sistema de audio multicanal. La obra es presentada por medio de una narrativa audiovisual de dibujos de luz y diferentes ambientes sonoros.
Hablamos con Christopher Bauer, encargado de todo el componente visual en esta instalación, para ahondar en su proceso.
Me interesa mucho cómo ha cambiado la música en vivo. Sobre todo con la aparición de géneros como el hip-hop y la electrónica, considerando su evolución durante los ochentas. La música ha buscando nuevas maneras de presentar géneros digitales, a partir de audiovisuales. Algo cómo SKALAR, me parece que nos hace dar cuenta que aún se puede hacer mucho en este sentido. ¿Crees que esto ha cambiado, ha mejorado?
Crecí en Berlín, viví los noventas y fuí un clásico chico de clubs y techno. Crecí con la música electrónica, es de donde vengo. Siempre estuve interesado en empujar esto más allá. No soy un músico, pero siempre me interesó el contexto visual de la música electrónica. Había una escena muy grande de VJ’s, de artes visuales en los clubs de Berlín en los noventas y principio de los dosmiles.
Esta conexión entre lo visual y el audio da un efecto mucho más fuerte, no necesariamente a la música, pero las dos juntas pueden levantar la experiencia de la audiencia a un nivel completamente diferente. Los seres humanos reaccionamos a triggers muy simples. Reaccionamos ante el sonido, música, luz y movimientos, son nuestros instintos naturales. Si combinas esos elementos de manera correcta, entonces puedes enaltecer una experiencia.
Esto es totalmente diferente a un DJ Set en un club donde el operador de luces, de video y lasers, tratan de ilustrar la música en tiempo real. Nosotros estamos planeando ambos componentes al mismo tiempo.
Pensando en un proyecto de tan alta escala, supongo que tienes que considerar tanto la gran imagen, como en los detalles particulares. ¿Cómo eres capaz de separar y balancear ambos elementos?
Al principio, cuando trabajas en una pieza de este tamaño, tienes que empezar con una especie de historia. En el caso de SKALAR, la historia son 8 emociones humanas básicas. Miedo, Enojo, Anticipación, Confianza, y más. Tratamos de dividir todo en una secuencia de estas emociones, una conduciendo a la otra. El siguiente paso es encontrar un lenguaje para cada una de las secciones, en el componente visual y musical.
Hice unos cuantos bocetos de diferentes patrones que pienso pueden ilustrar esa parte, Kangding Ray hacía maquetas de audio, las escuchamos, comparamos, mezclamos y encajamos. Cuando estamos felices con la estructura general, entonces nos movemos a simulación en computadora, hay un software visual, hay otro de audio, conectamos estos dos. Los beats están triggereando componentes visuales y demás. Así es la manera en que hemos desarrollado esto.
Cuando tuvimos la estructura general, pudimos ahondar a las partes individuales, cada parte necesita un principio, un desarrollo, un highlight, un desenlace y un punto transicional a la siguiente parte. No paramos entre tracks, es un desarrollo continuo.
Después pensamos en las sub-historias, como ejemplo, tenemos una parte donde es quizá el sol, hay otra que puede ser el mar, pueden ser medusas o UFO’s, cosas del estilo. Son cosas que vamos tejiendo en la historia general. Para el final trabajamos en movimientos, colores, detalles, ya que tenemos el setup real. En el simulador, no podemos ver las propiedades de las luces, una multicanal de audio. Estas son las cosas que solo podemos desarrollar en vivo.
A tráves de esta residencia, ¿has visto algo en SKALAR cambiar?
Cada vez que montamos SKALAR cambiamos las cosas. Trabajamos detalles, hacemos ajustes, creo que el live show ha mejorado mucho porque cada vez lo hemos trabajado más. Es un constante desarrollado y como todo es una gigantesca red de partes, nunca podemos montarlo simplemente igual. No es como un reproductor con una grabación y que le ponemos play. Es software, algoritmos y programación que habla entre ella misma.
Creo que es muy fácil decir que se usa la luz como un medio, pero trabajar con ella tiene muchas propieda, cosas físicas que debes entender y trabajar. ¿Qué tanto entraste en este tema?
Soy un artista de luz y a veces diseñador de luz, pero no tengo idea de como “iluminar” algo. Uso la luz como material, entonces no debo saber todas las especificaciones y propiedades, cómo longitud de onda, temperatura de color y esas cosas, trabajo en un nivel más intuitivo. Trabajo con mi propio sentimiento de como sirve. No estoy educado en las propiedades físicas de la luz, ni se mucho de las funciones de una luz en movimiento, no me interesa tampoco. No soy un nerd de la tecnología que uso, solo trato de sacar de ella lo que necesito, si quiero algo, juego con ello hasta que lo encuentro. No vengo desde este oficio por lo clásico, no vengo de la producción de eventos ni arquitectura. Yo vengo del lado artístico, donde todo está admitido, lo que funcione en crear las emociones.
Has visto un cambio tangible entre la audiencia de Berlín y CDMX…
Sí, la audiencia de Berlín siempre es muy cuidadosa. Es un cuarto gigante y esta vació, puedes estar donde quieras. Los alemanes normalmente ven desde los lados antes, observan que está pasando, tal vez después se ponen curiosos y se acuestan en el medio, mientras que los mexicanos lo abordan completamente. Entran, caminan, corren, la gente se vuelve loca. Vi unas personas bailando entre las luces. Están mucho más vivas y son mucho más interactivos que los berlineses.
También en Berlín, la gente empezó a escuchar de otras personas lo que podías hacer y lo comenzaron a hacer. En México, ni siquiera preguntan, simplemente lo toman como es y hacen su propia experiencias. Me gusta mucho esto. En Berlín son muy quisquillosos, han visto muchas cosas, piensan “¿vale la pena ir a esto?”, aquí la gente solo quiere ver de qué se trata, no se preocupan tanto.
¿Piensas que proyectos como estos ayudan a romper con el contexto tradicional de la música electrónica?
Espero que sí. Lo que hacemos aquí es una mezcla de audiovisual que puedes encontrar en otros contextos como raves, fiestas de techno, clubs y demás pero simplemente es el trasfondo de donde venimos. Es lógico que usemos esos elementos en un contexto artístico. Creo que es algo nuevo lo que estamos creando aquí, es un nuevo tipo de arte de luz y medios. Hay más gente trabajando y creo que se está volviendo más popular y entendible para la gente.
Si ves un promocional para SKALAR, te preguntas ¿Qué es? ¿Es un show en vivo, un concierto, un evento, una exhibición de arte? Es una cosa nueva. Yo diría que es una exhibición de arte o un show de arte, pero claro usamos elementos clásicos de la cultura club.
¿Qué viene para ti en el futuro?
Show más grandes, más shows. He trabajado en esto por 15 años y tengo acumuladas ciertas experiencias, cosas que funcionan, que me gustan, cómo contar una historia con elementos abstractos. Tengo movimiento, tengo luz, tengo música, es muy abstracto, pero estoy aprendiendo como crear emociones, imágenes, una historia. Muchas de estas cosas que ves ahí dentro, no las estoy creando yo, están en tu cabeza. Hay un espejo y muchas luces, y tu ves el sol. Hay veces que estamos jugando con tu memoria, con lo que tu tienes almacenado ahí. Quiero empujar esto aún más, un show que vaya más allá en esta dirección.