MUTEK MX: sinestesia y ambientes polimorfos en A Vision 2

// Por: Staff

mar 26 noviembre, 2019

Yannick Salgado, Fotos cortesía MUTEK

Una nueva edición de MUTEK ha pasado y es de destacar un ligero cambio de formato que vale la pena aplaudir: cambiar uno de los A/Visions para el cierre. Aunque el año pasado el evento final si congregó a varias personas de la mano de Brandt Brauer Frick, en mancuerna con La Orquesta Filarmónica Mexiquense, la expectativa se incrementó esta ocasión con la sensación de que el festival no terminaba en los Nocturnos.

El formato de A/Visions se ha caracterizado por ofrecer una cartelera más contemplativa, que genera reflexión y que por su misma composición puede ser apreciada de distinta forma, que no están atados necesariamente a la pista de baile.

El dúo estadounidense conformado por Chantal Chadwick y Brian Allen Simon aka Anenon, brindó un inicio lleno de ráfagas ambientales cuyas combinaciones bien podrían musicalizar algún escenario distópico, incluso por momentos recordaba a sequencias de Blade Runner con Rick Deckard caminando sin rumbo entre la bruma industrial. 

Después siguió el turno de Kelly Moran, que para muchos era el acto estelar de la noche; si bien todo lo que viene del sello Warp tiene un alto marco de calidad, es interesante poder ver en vivo a sus artistas que siempre tienen ejecuciones particulares. Armada de un piano, una laptop y una pantalla para proyectar una selección de visuales de encaje ideal con su música, la productora llevó a un momento de entrega a través de descargas de drone y ambient.

Entre clásico y experimental

Entre lo clásico y lo experimental, el equilibrio sonoro de Moran trajó una muestra del talento que tiene, provocando estados contrastantes, de lo nostálgico a lo dinámico a través de transiciones minuciosamente construidas. Uno de los mejores actos de todo el festival.

Apparat entró en escena acompañado de varios músicos en su formato de banda, con una estructura de LED’s tubulares que formaban figuras de distintos tamaños y colores conforme avanzaba el show. El artista mencionó que sus conciertos en México, es donde mejor la iba. Probablemente sea cierto, en sus diversas facetas musicales Sascha Ring se ha hecho de un fanbase impresionante en territorio nacional.

A forma de crítica puntual, al menos desde la zona de gradas, fue ese constante trajín de gente entrando y saliendo a mitad del show, acomodadores con sus lámparas deslumbrando a todo el mundo, vendedores de cerveza ofreciendo su producto como si de un festival se tratara. Detalles que alguna manera incidieron en la apreciación de cada uno de los sets, aunque probablemente sea más cosa del lugar y sus políticas internas que por la producción de MUTEK que nada podía hacer ante semejante situación. Como reflexión para próximas ediciones valdría la pena cerrar la entrada a esta zona después de un periodo de 10 minutos de empezado cada artista para evitar que este movimiento constante afecte la apreciación de los asistentes.