Hace 40 años llegó Alien, la icónica cinta de Ridley Scott. Una generadora de interminable lore consagrando a la ciencia ficción en el cine de una nueva generación.
¿Qué construye un lore? La profundidad desarrollada dentro de la realidad de una ficción.
Esta historia de exploradores estelares y la confrontación con lo desconocido, también nos dejó un primer ambiente. Un espacio, arquitectura y arte que conforma el universo alrededor de la figura del Xenomorph.
Bajo el nombre de USCSS Nostromo, aparece la nave espacial que fungió como espacio claustrofóbico, laberíntico y interminablemente detallado para el desarrollo de esta historia.
El Nostromo es parte de una serie de naves de carga y remolque bajo la designación de modelos Lockmart CM-88B Bison. Claro, todo de la propiedad de la ficticia Weyland-Yutani Corporation. El funcionamiento primordial de Nostromo, las cargas especializadas.
Un crucero interespacial que comenzó como remolcadora, eventualmente transformada en transporte comercial y finalmente en vehículo de materias primas para las colonias humanas y la misma tierra. Con años navegando el espacio, encontró eventualmente a una tripulación de siete integrantes que sería el final trágico de este vessel.
Weyland-Yutani detecta en Alien (1979) un mensaje “parcialmente decodificado” que remite una advertencia desde LV-426, una de las tres lunas del planeta Calpamos.
Así, el asistente de inteligencia artificial MU/TH/UR 6000 y siete tripulantes, dentro de los cuales Ash juega como agente sintético y cómplice, se adentran a una misión final sin saber realmente nada de ella.
La verdad oculta, Weyland-Yutani está buscando “recuperar” e investigar a un Xenomorph, tomando cualquier medida necesaria en el proceso. Cuando la nave es dañada, la tripulación atacada y traicionada, el caos es el actor principal y el Nostromo su espacio total.
El Nostromo, es un nombre que llega a partir de la novela de 1904 de Joseph Conrad. Después de que Ridley Scott pasará por nombres tentativos como Snark y Leviathan, la decisión final por amor al autor. Una novela de mismo nombre, desarrollada en una región imaginaria llamada Costaguana.
La realización de Nostromo para filmación, consiste en la creación de tres modelos. Uno de alrededor de 30 cm para las medium y long shots. Otro de aproximadamente 1.2 m para las tomas a perfil y finalmente un monstruo de 3.7 m para las secuencias de aterrizaje y despeje. Este último tan pesado, que solo era movido por medio de una elaborada grúa.
Madera, plástico y metal trajeron a la realidad el modelo exterior para esta surreal nave. Una que usó materiales de otros kits de construcción, como de tanques, naves y cazadores de la Segunda Guerra Mundial. Además de algunos modelos de Star Wars, apenas estrenada dos años antes, con piezas que incluyen hasta el TIE Fighter de Darth Vader.
Quizá aún más ambiciosa, la construcción de interiores a mano de artista conceptual Ron Cobb. Un hombre de renacimiento reconocido como caricaturista, escritor y director de cine, además de su labor de artes plásticas y visuales.
Cobb vío al interior de Nostromo, como areas separadas a detallar, interconectadas pero confusas. Claustrofobico y casi fantasmagorico. Un chasis que converge entre lo industrial, lo clínico e institucional.
A forma de detalle, un tema de producción casi irrealizable considerando la limitada luz en estos espacios, que terminó siendo solventada con pequeñas ventanas de luz natural. El ambiente de inspiración fundamental, el interior de un submarino de la Segunda Guerra Mundial.
Detalles como la interfaz de MU/TH/UR 6000 referenciando a los nichos religiosos dentro de catedrales, hace clara alusión a métodos de trabajo como el de 2001: odisea del espacio (1968), que demuestran como la incorporación de elementos dispares y su detalle, logran definir un espacio integral.
La vida de Nostromo término en 2122, cuando el mecanismo de autodestrucción fue detonado por la última tripulante sobreviviente, Ellen Ripley. Un esfuerzo urgente por eliminar al Xenomorph quién había llegado a bordo.
El final de un recipiente frío creando un espacio activo. El Nostromo después de cuarenta años, sigue formando ideas trascendentales.