// Por: Oscar Adame

lun 25 noviembre, 2019

La multinacional automovilística de Audi acaba de estrenar una campaña muy especial, producida por la compañía Bionica TV, para el lanzamiento de e-tron en México, su primer automóvil completamente eléctrico. La campaña se titula Harmony y su protagonista es Ramón Amezcua, mejor conocido como Bostich de Nortec Collective, quien crea una obra musical que transforma elementos grabados en campo y los combina con instrumentos orgánicos y aparatos electrónicos. 

Se pueden escuchar sonidos como el afilador de cuchillos anunciando su llegada, organilleros, el tren suburbano, los vendedores de fierro viejo, y muchos más, dentro de esta pieza de música académica que carga con una idea bastante simple, a palabras del músico, quien nos declaró que el audiovisual “es sobre cómo dentro de un auto eléctrico, los ruidos y sonidos exteriores se armonizan gracias a la insonorización”. En otras palabras, siguiendo las palabras de la marca, “Audi y Ramón Amezcua transformaron los sonidos de la ciudad en armonía para tus oídos”. 

La oportunidad le llegó gracias a una plática que otorgó dentro de las instalaciones de la compañía ACMcGarryBowen, apoyado por su amigo Carlos García de Década Dos. Un orgullo, puesto que Ramón nos declaró que “en los años ochenta tenía un Audi 5000 y desde ahí he sido fan del diseño de estos automóviles”. 

https://www.youtube.com/watch?v=ClJCLAtkNJQ

Los sonidos de la ciudad

Esta no es la primera vez que Bostich juega con la sonoridad de las ciudades de esta forma. Es una constante dentro de su trabajo como solista y también como parte de Nortec Collective, el histórico proyecto tijuanense que combina elementos del techno con instrumentales cercanos a los géneros tradicionales del norte del país. 

La innovación de su cuerpo de trabajo es lo que ha convertido al duo en figuras centrales de la música de vanguardia en el país, sin mencionar que no han perdido su peldaño como dos de las figuras más representativas del presente de la música electrónica mexicana en estas dos décadas.

A palabras de Ramón: “la riqueza de sonidos en las diferentes ciudades de nuestro país es muy grande, sería muy difícil tomarlos a todos, pero siento que esta pieza se hizo a partir de ruidos y algunos de los sonidos más característicos que la mayoría reconocemos, estos sonidos van desde el afilador de cuchillos, el clásico comprador de fierro viejo, vendedores ambulantes, tráfico vehicular, construcciones, diferentes músicos como la marimba, el organillero, músicos clásicos y conjuntos musicales. Estos sonidos los procesé de diferentes maneras y pude adherirlos de la misma forma en que construyo mi música como lo hago con nortec, deconstruyendo los sonidos a través de procesos electrónicos”.