#CultureClub: Robert Longo, la violencia psicológica y los símbolos de malestar social

// Por: Diego Galán

mié 20 noviembre, 2019

Robert Longo permanece como uno de los nombres del arte contemporáneo americano más cautivadores. Si bien su arte resulta accesible, parece que su legado es más definido por su contexto y de esta manera aún se conserva un tanto alejado.

Longo es sinónimo de un Nueva York decadente y desconocido en la década de los ochentas. Un artista born & raised en Brooklyn, centrado en la pintura, escultura y performance. Con obra de proporciones enormes y naturaleza evidente.

Para la escala del trabajo de Longo, este fue un creador prolífico. Su trabajo se enfocó principalmente en un simbolismo, una selección de elementos urbanos. Todo como una traducción de la psicosfera de una sociedad hiperrealizada y donde la iconografía juega un rol determinante. 

Entre películas y monumentos

En medio de contexto de Nueva York, de la década de los ochentas presumiendo culturas de tecnología, desarrollo y sociedades como la de los yuppies, el trabajo de Longo resulta aislante y reflexivo. 

Longo crea un archivo enfocado a la realidad de su tiempo, no solo determinando sus piezas, pero creando en el proceso “símbolos de malestar social”. Uno que no queda en la crítica de “ellos y nosotros”, sino eleva los estereotipos y síntomas de su espacio urbano a lo horrendamente evidente.

El arte de este Longo destacó no solo por su uso de chiaroscuro, pero también por su inusual uso de medios. Componiendo por el medio fotográfico y realizando por medio de la pintura y el dibujo, sus obras devienen de ingredientes y aplicaciones acentuadas. El mismo Longo diría de su acercamiento “Mi trabajo existe en algún lugar entre películas y monumentos”.

Estas obras asimilan de manera milagrosamente alcanzable, la “violencia psicológica” que como nube permaneció sobre fenómenos sociales como lo vivido por Longo en Nueva York. Algunos asignan al artista una relación predominante con la picture generation, por su uso de un imaginario cercano al de mass media. Representaciones desde el ángulo fotográfico y en medios explícitos.

Momentos purgantes

Cabe mencionar el contexto artístico de la época, que recién estaba perdiendo algunas de las últimas rebabas de movimientos como el minimalismo y conceptualismo, regresaba a un arte visceral, tajante, obvio.

De esta manera, algunas de las relaciones de Longo se exhiben en movimientos de vanguardia como el no wave, como mejor identificado con su colaboración con el compositor y guitarrista Glenn Branca.

De aquí, quizá el trabajo más obviado de Longo en su serie Men In The Cities, que exhibe la expresión icónica del yuppie (por medio de la indumentaria), de cuerpos contorsionados y momentos purgantes.

Sí resulta válido empatar a Longo con una “escena” generación, gracias a su exploración de medios como el performance, sus afines están en artistas como Vito Acconci, John Baldessari, Joan Jonas, Cindy Sherman. 

Killing Angels

Fuera de esta serie tan sonada, series como Hungry Ghosts, Protocol Verso, Ying Xiong (heroes), Balcony, muestran una extraña selección de temáticas, acercamientos y reflexiones singulares. Si bien la crítica a Longo puede caer en sus aspectos “pop”, aún así resalta como traductor.

Por parte de sus performances, Empire, Surrender y Killing Angels ponen a Longo como realizador y artista de una comunidad contextualizada bajo definiciones muy específicas. Así dando observaciones ajenas a cualquier generalidad.

El trabajo de este artista habita componentes de lo más popular hasta lo de culto, fungiendo de esta manera como un nexo, especialmente necesario en el contexto de una década de tergiversación, destrucción de la identidad y en necesidad de algo tajante.