Capítulo 10, así se presenta el primer día del Corona Capital 2019. Con un recuento de sus carteles y una “celebración” que realmente nunca figuró. Siempre han existido zonas VIP, en todos los lugares, el punto aquí es la distribución y las áreas que se empiezan a tomar. El público general también pagó un boleto y el precio de cada edición va incremento.
Es más, ya ni siquiera habían programas impresos del recuerdo, sólo módulos de atención que a veces te perdían más. ¿Mencionamos al Cashless? Unas fallas tremendas de las que se tenían que hacer mil aclaraciones. Por otro lado, los cinco escenarios recibieron a diversos tipos de público, por supuesto, los más saturados fueron Corona, Corona Light y Doritos.
Muy temprano en la travesía Capital, se presentó Noah Cyrus –la hermana menor de Miley Cyrus– quien tuvo que detener su acto debido a complicaciones de salud. Lo que se vió de ella es un estilo muy a la Billie Eilish con pantalones holgados. Demostró su talento vocal y cautivó al público que la esperaba en su primer festival, su canción ‘Lonely’ robó el corazón de muchos.
Más tarde el Corona Light albergó a St. Lucia, en un ambiente bastante fiestero con su synth pop tocó canciones como ‘China Shop’ y ‘Dancing On Glass’. Otro acto con mucho girl power fue el de King Princess, todos con jumpsuit blancos bailaron e interatuaron con el público en todo momento. Sonaron lo temas ‘Pussy is Good’, ‘Talia’ y ‘1950’. Para un escenario que esperaba a The Strokes como headliner, la respuesta fue bastante buena.
Conforme el sol se metía y el frió se hizo presente, comenzaron las presentaciones fuertes. Los siempre llenos de encanto y calma Travis, irresistible no cantar ‘Sing’ al mismo grito con cientos de personas. Mientras en el Doritos, daría luz a la presentación de Weezer con covers a Nirvana, Toto y Tears for Fears, claro, sin descuidar las piezas que les dieron gloria como ‘Buddy Holly’.
Los actos más beneficiados de no tener que lidiar con los headliners en sus escenarios, fueron Dirty Projectors –¿escucharon ‘Swing Lo Magellan’?– y The Japanese House, quien repuso la presentación cancelada en un Corona pasado. Hicieron de su primer estancia en el festival, una noche memorable y totalmente disfrutable. Son de los actos que se esperan en una fecha en solitario junto con The B-52s.
Ojalá surja la oportunidad en el futuro. La experiencia de escuchar música en el Corona Capital se ha trasladado a los escenarios más pequeños, como este caso lo fueron Levi’s y Seat. Buen momento para descubrir algo nuevo, o alejarse de la masividad de los escenarios principales. En fin, cada quien arma su experiencia musical, aunque es más difícil sin mapa. A pesar de estar bajo una nube gris, gran parte del día, nunca terminó en lluvia.
El gran tema con The Strokes fueron las teorías que los asistentes armaron después del show. Sí, este terminó antes de lo establecido, pero pudo haber sido un error de logística. En festival, la media que han tocado es de 16 canciones –aquí 18–, en todos lados quitan canciones que aparecían contempladas. Lo que lució como un berrinche de Julian Casablancas en realidad es una forma de trabajo y en la que se entienden como agrupación.
Hay que revisar con cuidado el setlist, se tocaron temas de los primeros tres álbumes, en serio se esforzaron por complacer y para muchos lo lograron. La destreza instrumental acaparó cada momento, no hubo errores y se ansiaban escuchar guitarrazos de esa magnitud. Si Casablancas salió borracho, hay que preguntar cuántos artistas salen en ese estado y nadie se da cuenta. Julian siempre ha arrastrado su voz y tiene un sentido del humor bastante activo, si salía o no borracho, no iba a cantar dos horas.
Quizá ya es un poco cansado tocar lo que hacías a tus 20s y aun así quieres que la gente la pase bien. Fue un buen anfitrión de la noche. Comenzaron ‘Heart in a Cage’ y #YOLO aquel sentimiento que se hizo muy popular a través de ‘You Only Live Once’.
Hubieron pausas entre canción y canción, momento en el que Julian aprovechó para agradecer y mostrar su español. Así continuó la noche hasta llegar a “Reptilia”, donde los protagonistas son Nick Valensi y Albert Hammond –por cierto, qué presencia. Albert tomó un liderazgo discreto y sobresalió por ello–. Así continuaron cosas como ‘Meet Me in the Bathroom’ y ‘Someday’, canciones por las que siempre saltaban recuerdos de “esto sonaba cuando…”. Bastante emotivo hasta el final con ‘Is This It’, ‘Juicebox’ y la icónica ‘Last Nite’.
A este Corona Capital le faltó algo, para ser su “capítulo 10” fue bastante escueto el día uno. No creó una experiencia en torno a ello y entonces se lo dejaron todo a las bandas que seguro ni sabían lo especial de esta edición. The Strokes fueron de las primeras bandas en hacer eco al Corona, la gente hablaba mucho de la edición de 2011 y siempre figuraban en los carteles falsos de ediciones posteriores. Lo que hicieron como banda durante la primera década retumbó hasta el termino de esta.
Ya son gente de los tempranos 40 tocando para nostálgicos contemporáneos que vivieron esa juventud y claro, muchos adolescentes que los siguieron después de ese CC y también son adultos. Se agradece mucho haber escuchado el renacer de las guitarras adolescentes. Hubieron bastante air guitaras.
Era todo un calvario tratar de esperar a la banda en un lugar más cercano al escenario, desde finales de The B-52 se comenzó a sentir un ambiente hostil y mareas de gente, bueno, al final es parte dé. Por lo mismo muchas personas quedaron decepcionadas por el tiempo que se tocó. Conforme se iba más atrás, las cosas se civilizaron más y la gente realmente disfrutaba de bailar y cantar.
Si algún día fueron “los salvadores del rock”, esta noche lo revivieron, tal como lo hicieron antes. Tomaron algo que existía y lo hicieron parte del soundtrack de vida de muchas personas. Estuvieron en el momento adecuado expresando los sentimientos adecuados. El siguiente paso es esperar una etapa más sólida, que los incluya tal como lo hicieron hace 20 años. Falta madurar su sonido porque la técnica quedó clara que se ha hecho impecable. Por supuesto ahora es más difícil por temas creativos e intereses, pero ojalá lo logren. A su tiempo, o ¿también queremos que saquen un disco de covers para llenar su setlist? Ahora sí, a despedirnos de esta década.