Durante el fin de semana llegó la renuncia de Evo Morales el ex-presidente de Bolivia. Una renuncia enmarcada por los sucesos que continúan siendo de alta tensión en materia sociopolítica y de largo desarrollo.
Evo Morales había significado una parte fundamental de los movimientos de izquierda en Latinoamérica. Este sería parte de movimiento socialista en el continente, como lo sucedido en Venezuela con Hugo Chávez.
En este contexto, los logros de Morales se evidenciaron al lograr mejorar la situación económica y social de su país, uno de los más pobres en la región. Razón misma por la que el mandatario sería tan popular en el inicio de su mandato.
Morales logró ser diputado en 1997. Posteriormente en 2005 lograría llegar a la presidencia y sería reverenciado como “presidente de los pueblos originarios de América Latina”. Los logros particulares; una victoria contra el nivel de pobreza en su país, además de un incremento económico y ayuda crucial en sectores como salud.
Además de su continua aprobación popular, la figura de Morales en el extranjero era una de claro significado. Este siempre aliado con el socialismo, se volvería un mandatario conflictivo para países como Estados Unidos.
El polarizante ex-presidente Evo Morales, había conseguido su cuarto mandato consecutivo como líder de la nación. Todo en medio de alegaciones a un proceso electoral fraudulento, el país se encontró envuelto en una crisis política.
Morales calificó de “golpe de estado” a las denuncias iniciales de fraude electoral, además de pedir a sus seguidores estar en estado de emergencia. Acusó a los opositores de obstaculizar el proceso de recuento de votos, por medio de demostraciones y actos violentos. Acusó a la derecha de “instigar al odio y desconocer el voto del movimiento indígena”.
Con una escalante tensión, el primer presidente indígena de la nación, ofreció su renuncia tras la acumulación de evidencia de un posible fraude electoral. Mientras Morales pedía un nuevo proceso de votación, la llegada de ejército para ejercer presión, fue lo que selló esta renuncia.
De esta manera el suceso es criticado de ser un “golpe de estado”, cuando ejercito y policía, además de otros organismos del estado, retiraron su apoyo a Morales. Esto como una exigencia por “democracia y paz”.
Otro importante detonador, sería la llegada del Organization of American States (OAS) quién se introdujo al conflicto, con una serie de información y monitores sobre la posible fraudulencia electoral. De esta manera también presentando la crítica a una agenda Estadunidense por accionar este llamado “golpe de estado”.
La más importante observación dentro de tema, es la discusión sobre quienes son los verdaderos detonadores de esta resolución. El expresidente de Ecuador, Rafael Correa dijo “Por supuesto que hubo un golpe de Estado” […] “Es una insubordinación de las Fuerzas Armadas, eso no puede existir en un Estado constitucional de derecho, en una democracia”.
Evo Morales además declaró, haber sido víctima de un preocupante tratamiento, cuando su vivienda se vío asaltada.
Quizá de primera instancia, está la declaración de canciller Marcelo Ebrard que ofrece asilo a Evo Morales, mientras que asegura aún reconocer su gobierno. Sin embargo el mismo Morales, había declarado que no tenía planes de salir del país.
Esta consideración del gobierno de Morales, sería hasta que termine su periodo legal. Ebrard declaró en la conferencia de prensa mañanera “México no aceptaría un gobierno de carácter militar”.
“El presidente de Bolivia electo de acuerdo a la Constitución para terminar su periodo en enero de 2020 es Evo Morales. Él presentó una renuncia para evitar la guerra civil después de que el ejército pidió la renuncia del presidente. Esos son los hechos”.
En este sentido, tratando de hacer una clara observación a las implicaciones de un golpe de estado, y el sentido en que se contextualiza un tema de este estilo. Además se consideraron los 10 mil ciudadanos mexicanos en Bolivia.