// Por: Diego Galán

mié 25 septiembre, 2019

Fotos cortesía Life is Beautiful

Las Vegas es parte de un importante decálogo cultural, no solo en la visión urbana popular y a nivel internacional, sino singularmente a la realidad de la vida cosmopolita de los Estados Unidos.

En medio de Downtown, Las Vegas, la dedicatoria de cada año desde el 2013, existe como una evidencia de la verdadera importancia que pone esta local comunidad, al mantener su vida e historia latente por medio de la cultura.

Life is Beautiful.

Es fácil describir esta situación, la de los festivales y “experiencias” culturales a lo largo de la industria del entretenimiento global, pero sin duda, la constancia y detallismo de Life is Beautiful encarga y encarna el fundamental objetivo que nace en la esencia de todos estos eventos.

Talento convergente

Este año en materia musical se presentó el cartel con headliners como Chance the Rapper, The Black Keys, Post Malone, Billie Eilish, Vampire Weekend, Portugal the Man, Janelle Monáe, Toto, Hot Chip, entre muchos más. 

Por otro lado, en las figuras del entretenimiento destacaron a Jonathan Van Ness, Desus & Mero, Fred Armisen y un lineup completo de pop-ups culinarios como BBQ culinarios, una escuela de cocteles y famosos proyectos como Carson Kitchen.

No obstante, esta es una de las pocas ocasiones que un festival parece tratarse menos de la pelea por ver talento convergente, y más de las oportunidades y actividades a su alrededor. Más allá de esto, la misma experiencia de explorar un Downtown intervenido, es una completa particularidad y necesidad.

Downtown es una zona que en medio de la evolución de esta turística ciudad, se vió puesta de alguna manera de lado. No obstante, el descuido y sus posibles consecuencias fueron inmediatamente atendidas.

Con esta sede de algunos de los lugares más propiamente Las Vegas, la iniciativa de figuras como Nick Swinmurn de Zappos y una oleada de locales apasionados por el pasado y presente de su ciudad, vieron la necesidad de poner su enfoque en retomar el centro de la ciudad.

House of Yes

Hoy Downtown es una zona de recalibración cultura, fuera de lo que es el cosmos de The Strip. No es ni un área típica, ni moderna, simplemente es lo más cercano a una comunidad social. 

La fiesta LGBT+ que viaja desde Nueva York con House of Yes, la inclusión de un “baño de bosque” japonés virtual, el estacionamiento usado como “punto para refrescar”, Ferguson Hotel como la versión más noble de lo que puede ser un “spot comercial”, Atomic Liquors el “Vegas oldest freestanding bar”, graffiti de André Saraiva, arte de D*Face y un pasillo de paso entre escenarios que se puede convertir en un club. 

Solo algunos de los detalles encontrados en el festival, que no exigen “fingir una fiesta”, sino más bien explorar, hablar y aprender.

Del venue a la ciudad

Life is Beautiful aprovecha a profundidad el hacer del venue la ciudad. A nivel de producción no pelea con ella, simplemente la habilita y honesta con locales y comercios para hacer un festival. De esta manera, las “atracciones complementarias”, se vuelven una verdadera experiencia de aprendizaje turístico, histórico y artístico.

Suficiente para una industria mainstream musical, los nostálgicos o nichos, encima de espacios que permiten, comer o escuchar una banda, secundaria a la experiencia de viajero fundamental. Aprender.

Así una edición más de este relativamente joven evento, goza de ser una dedicatoria a Las Vegas, su espíritu social y de lado un gran festival.