Un contenido original de WFM
“Soy Benito Molina y estoy en el Valle de Guadalupe, un lugar único en México y en el mundo. Su clima, belleza, gente, noches estrelladas y su vino. Un valle en el desierto cuya fragilidad ecológica en mucho mayor a la que imaginamos. Por eso es necesario protegerlo y asegurarnos que su desarrollo se dé en forma ordenada. Los regidores del ayuntamiento de Ensenada están en una posición única y privilegiada para que este martes 24 de Septiembre se proteja esta joya del mundo. Señor gobernador del estado, señor alcalde de Ensenada,mi hija y los hijos de todos los mexicanos nos exigen un valle de verdad. El Valle de Guadalupe nos necesita a todos.”
El Programa Sectorial de Desarrollo-Urbano Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada, establece la necesidad de crear un Reglamento que regule la zonificación, usos de suelo y desarrollo de actividad en el área regulada.
Agua, Paisaje, Agricultura, Comunidad. Los cuatro ejes del reglamento hoy propuesto para el Valle de Guadalupe.
Esta es la voz de Benito Molina, un conocido chef mexicano que aunque precisamente no es de la zona de Baja California, lleva muchos años viviendo en Ensenada y forma parte de una comunidad que he tenido el privilegio de conocer en los últimos años. El Valle de Guadalupe, zona de vitivinicultores, empresarios, chefs, muchísima gente dedicada a crear un lugar que tenga una industria saludable, además de una conversación sana en la zona del país. Una zona que hemos hablado mucho por el festival del Guadalupe Valley Wine, Food & Music Festival. Por supuesto con el paso de los años, empiezan a ocurrir ciertas necesidades para atender y que hay que poner sobre la mesa.
Hay un reglamento que se busca aprobar y se pone hoy sobre legislación. Lo propone una comunidad muy fuerte en el Valle, por lo que hoy tenemos aquí a Fernando Pérez Castro, presidente del comité Provino. Además que parte de toda esta iniciativa que hemos visto en redes sociales para platicar al respecto.
Quiero hablar de este reglamento que busca preservar la esencia de una tierra que no solamente está siendo muy prolífica para el vino, pero también para el turismo y la atención de propios y extraños dentro de México, California, Baja California y otros estados del mundo.
El Valle de Guadalupe ya está dentro de los cinco destinos enoturísticos más importantes del américa. Ha crecido de manera exponencial en los últimos diez años y se ha construido en treinta años. Hay regiones que toman 100 o 150 años en construirse, nosotros por diferentes situaciones se configura en buena medida por una especie de tormenta perfecta. Llegó gente muy creativa, gente muy inspiradora, ánimos emprendedores, cocineros. Hay una complementación del vino y la comida que es natural. Quiza Toscana y Napa Valley, de donde he ido, se toma tan bien se come tan bien.
Y se disfruta también… La noche estrellada, manejar entre viñedo y viñedo, es una experiencia en sí misma.
Sí es una cuestión medio pristina todavía. Sigue siendo una región en desarrollo, una de las razones por las cuales estamos empujando esto. Es una región que en su primera etapa fue muy lindo como creció de forma orgánica, sin que viniera apoyado de un plan gubernamental, un plan de desarrollo formal, sino más bien por el desarrollo de diferentes individuos que tenían una visión de lo que tenía que ser un vino, tener un rancho, vivir en la naturaleza, construir una identidad para lo que es en el Valle de Guadalupe. Esa dinámica ya termino, hoy tenemos que hacer un alto en el camino, hace 10-15 años, tenían 12 vinícolas, hoy tenemos cerca de 120.
El vino mexicano es una bebida muy posicionada a nivel nacional e internacional, especialmente en el sur de California. Te retaría a que me dijeras una publicación que no ha dicho nada del Valle de Guadalupe.
Totalmente.
Todos estos elementos que hay detener y repensar. Recalibrar, porque nosotros somos parte del problema y tenemos que asumirlo como tal. Desde que abrimos una sala de degustación en nuestras vinícolas y dijimos vengan.
¿Te parece un error? Tu también eres productor, tienes dos de vinos favoritos, mi casa favorita ha sido la Lomita, Finca la Carrodilla un lugar importante para visitar. ¿Te parece un error histórico? ¿Algo que no planeamos? ¿Qué si pudiéramos regresar a lo mejor hubieras hecho de otra manera? Al final la Toscana, Napa tienen visita y turismo también. ¿Qué piensas cuando ves hacia atrás?
Es una gran pregunta creo que no ganó el caos. Por mucho tiempo una de las banderas del Valle era que no teníamos reglas, “hacemos lo que queremos”.
Una onda medio subversiva también…
De alguna manera todavía se maneja, propia de la adolescencia, etapa en la que se encontraba el Valle de Guadalupe. Empezamos a distinguir cuando pasamos de la pubertad a la adultez. Al no poder descifrar esta misma, nos metieron varios goles, mismos que padecemos hoy día por lo que significan en el día a día, como las implicaciones que pueden tener en un término de corto, mediano y largo plazo. Ahí la segunda generación, tenemos que hacer algo para que con estos paradigmas, de regiones maso o menos armónicas y sustentables, como podemos tropicalizar estas para reorientar, que no significa cancelar el crecimiento. Hay una idea equívoca que la conservación no es desarrollo, pienso que es lo contrario. Tienes que empezar por las raíces, conserva los aspectos primigenios para luego proyectar hacia adelante.
Para nosotros es importante cuidar las plantas, el agua, cuidar la noche estrellada, que la gente que venga no se despierte a las 2:00 am por el tucanazo.
En este sentido, hablemos del reglamento, ¿Qué están buscando? Vi esta iniciativa de quitar anuncios por esta sobrepoblación, hay un tema de agua, paisaje, agricultura, una actividad central. El tema de los eventos masivos, como el que nosotros hacemos. De manera general, qué busca este reglamento en particular y como piensan llevarlo a cabo con lo que ya ocurre. Ya hay hoteles, un montón de acciones de empresarios y otra gente metida en la región.
Te voy a dar mis greatest hits del reglamento. El número uno, estamos proponiendo que se converse el 70% del polígono del Valle de Guadalupe, que son alrededor de 18,000 hectáreas para zona de conservación y actividad agrícola. Si logramos esto, de manera sustancial estamos garantizando que el Valle de Guadalupe, desde su parte de recursos naturales, se mantendrá con el tiempo. Las áreas de conservación son vitales para conservar la biodiversidad, el clima que tenemos, para que incluso que los viñedos de la calidad famosa del Valle.
Lo segundo restringe las actividades nocturnas, lo cual nos significa que las prohíbe, las acota para que los trabajadores que se levantan a las seis de la mañana para trabajar en el campo, puedan dormir sus ocho horas. Por que a otros, donde mi incluyo, que nos gusta la fiesta luego no nos damos cuenta que la mayoría de la población es agrícola. Es una actividad humana y hay que respetar a la gente que la hace todos los días. Si no la respetamos, pensando que solo son las plantas y la tierra, olvidamos a la persona que hace el acto.
¿Cómo proponen acotar estos horarios?
En el Valle hay dos fenómenos, eventos masivos guión boda, hay un monton. Más ruidosas incluso que los eventos masivos (risas). 1,000 personas para arriba. Algo que se propone, que no me hace mucho sentido, es hacerlo en la noche cuando de día es mucho más lindo.
Por ejemplo en Provino hacen concurso de paellas con 5,000 personas…
5,500
¿Qué pasa ahí?
El evento de paellas se va tener que recalibrar, terminamos a las 7 de la noche, dejamos de servir alcohol por ahí de las cinco o seis. Tratamos de ser disciplinados en ese sentido.
Pero siguen siendo 5,500 personas…
Es un montón de gente, lo que se busca es que los eventos masivos dejen al poblado.
Que lo hagan en una zona cercana…
No, que si es el en Valle de Guadalupe tengan una hora para acabar, se propone a las 10 de la noche, que no se me hace tan descabellado, pueden empezar temprano. A las 9 de la noche, que se deje de servir alcohol y que también tengan una partida especial para que se queden en el poblado. Porque una de las denuncias más grandes de los locales es pensar, que solo hacen su negocio y dejan su basura, en términos generales. Se busca que estos promotores, porque viendo en el resto del mundo, existen eventos de este tipo que son sustentables, que tienen un cuidado y manejo de residuo.
Que haya una devolución al lugar…
También tener esta idea de integración. Si hago algo en el Valle, lo mejor es hacerlo con el propio Valle, no antagonizar. El reglamento, no es una ley marcial con policías, busca es poner una estructura y provocar que haya una participación comunitaria. Que la gente se involucre, que este incluya las denuncias, dotar de infraestructura, seguimiento y que la gente nos acompañe en estos procesos.
No es un reglamento retroactivo, si tu estas en una zona agrícola y tienes un restaurante de hectárea y media, que la zona dicta otra cosa, no queremos actuar en su contra. Se busca que con los asentamientos, los ranchitos y ranchos, con zonas no compatibles con la zona de suelo, pero que ya están, adaptarlos, un compromiso de ambos lados.
Mi punto tres son los antros, los lugares que sistemáticamente abren los fines de semana, que aprovechan un nicho que era virgen en el Valle, uno acostumbrado a acabar a las 7 de la noche. Les dice no te vayas, no te vayas al hotel o a Ensenada, quédate a la fiesta. A ellos se les pide que si lo hacen, que no sean fiestas en terrazas, que sea en cuatro paredes y techo. Terminar a las 12 PM, no a la madrugada, por la propia salvaguarda de tu gente.
Hemos tenido acercamiento con ellos, Casa Frida, Agua de Vid, en un principio sintieron una hostilidad, misma que nosotros sentimos de nuestro lado, pero hablando la gente se entiende. Pensamos que su negocio puede seguir funcionando, incluso hasta mejor.
Con horarios y más organización… ¿Qué pasa el día de hoy?
Tenemos hasta el viernes. A veces las autoridades se tardan se esperan hasta el final con este tipo de cosas, negociaciones. Nosotros esperamos que para el próximo lunes ya tengamos un marco normativo, una convocatoria para la comunidad para unirnos y conservar el Valle de Guadalupe, un valle de verdad.
Después de una conversación sobre el reglamento propuesto para el Valle de Guadalupe con Pérez Castro, continuamos con la indagación de protagonistas del Valle de Guadalupe y su opinión en marco de la aprobación de esta normatividad.
Un reglamento propuesto como manera de proteger al valle, una guía de regulación para la zonificación, para el uso de suelo y desarrollo de actividades. La zona vitivinícola más importante de México. Una zona con un foco de atención que atrae a propios y extraños de México, el sur de California y otras partes del mundo.
El mundo voltea los ojos al valle, y este a través de sus protagonistas dice “Hay que ponemos de acuerdo, regulamos, no podemos crecer de manera caótica. Hay que poner orden”
Hoy escuchamos voces del Valle de Guadalupe, de Ensenada con opiniones particulares.
Empezamos con una mujer importante para el Valle de Guadalupe, la productora de Cavas del Mogor, dueña del Rancho Mogor, uno de los más grandes del valle. Ahí mismo donde conocemos el proyecto culinario de Drew Deckman. Hablamos con Doña Natalia Badan.
¿Qué nos imaginamos en un futuro para el Valle?
Natalia: Me tomas en un momento un poco descorazonada y te explico porque. En 1995, un grupo de habitantes del valle empezamos a sospechar que habría en un futuro que ordenar esta región. Nos dimos cuenta en aquel entonces, que era un lugar único en México. Su clima, en su paisaje y vocación. Indudablemente una vitivinícola.
Pedimos a la Universidad Autónoma de Baja California que iniciara un estudio de ordenamiento. Se hizo casa por casa, se consultó, se escribió una primera propuesta. De aquel estudio en 2010, el estado de Baja California promulgó una ley, el programa sectorial, el cual se revisó en 2018 y fue publicado por el estado.
Para poder hacer uso de ese ordenamiento, se necesitaba un reglamento municipal, hace 18 años que pedimos este reglamento. Nos hemos sentado en innumerables mesas de trabajo con toda la comunidad, con el Instituto Municipal de Planeación que está en el documento. Se cumple la tercera gestión gubernamental del ayuntamiento y no lo han aprobado.
Como mexicana y ciudadana, me siento decepcionada al darme cuenta que todavía hay muchas cosas que resolver a nivel de voluntad política, de democracia, de que realmente se haga la voluntad de la ciudadanía.
¿Hoy qué se busca que el reglamento, por medio de todas las acciones y gente que respalda lo que pasa, en estos siguientes días podría ocurrir este milagro?
Podría pasar, pero son tres días. ¿Y por qué no pasa? Ya está el documento, los regidores nos dicen que sí y por una o otra razón se posterga.
Se siente cercana la posibilidad, no digo que no lo hubiera antes, pero sí hay una unión, un interés común de casi todos los que tenemos algo que ver con el valle. ¿Es así o es una percepción?
Es así absolutamente. Puede haber algunas voces que dicen lo contrario, pero todos los seres humanos le tenemos miedo al cambio. En México no estamos acostumbrados a las normatividades. Aunque existen reglamentos y leyes, son contadas las que se obedecen. Es normal, pero es plantear algo para el bienestar del valle en su futuro, y aplicarlo poco a poco. No se trata de un movimiento fascista, es algo para que los que vienen atrás de nosotros.
Es una lucha, que como bien describes, viene de 18 años atrás y no de algunos meses. Con usted esta Paulina Deckman, con quién comparte energía y espacio. ¿Paulina qué piensan ustedes [Drew Deckman y tu]? ¿qué han hecho ustedes para activar al Valle de Guadalupe? Por ejemplo con el tema de los espectaculares, empezaron a limpiar la vista de quién visita, parte de una contaminación visual de la que formaban parte casi todos los lugares del valle.
Paulina: Yo y mi esposo Drew Deckman, hemos puesto un restaurante romántico en el Valle de Guadalupe. Esto con el apoyo y siempre de la mano con Natalia. Empezó como algo pequeño y desafortunadamente, lo veo como un infortunio, hemos crecido. Hemos tratado de conservar nuestra alma, tratado de no vender bebidas enlatadas, consumir cada verdura, cada miel, cada aceite de oliva, cada borrego que produce el rancho. Hemos tratado de apegarnos, ya no a los sustentable, porque la palabra sustentable está muy devaluada, hemos tratado de apegarnos a lo regenerativo. Creando nuestros huertos, haciendo más polinizaciones con nuestras abejas, mantener un pedacito de nuestro ecosistema, deconstruir el Valle.
Queremos eliminar los letreros azules que se reproducen como células, es alarmante que cada día que manejo al restaurante, veo un letrero más de una vinícola, de bares, de antros, de eventos masivos que no están dejando nada substancial a la cultura del vino.
La gente que participa alrededor de esto, que al final vinimos a invadir, yo soy baja californiana desde hace 18 años y radico en el Valle de Guadalupe desde hace 5, he sido testigo de que la gente que vive en el pueblo no puede dormir. No puede tener un tiempo de calidad en su vivienda porque existen estos establecimientos con música, con bebidas alcohólicas, esta crisis social dentro de nuestra pequeña comunidad que nos ha acogida.
Como mexicana me duele enormemente. Hemos quitado nuestros letreros de Cavas del Mogor y restaurante de Deckman’s, no con el objetivo de cambiar el mundo, sino como signo de protesta de la gente que se le hace fácil de ir con cualquier proveedor de letreros sin ningún tipo de permiso o autorización. Nuestras autoridades no están haciendo nada.
Ahora con estos eventos masivos, estamos teniendo un tráfico completamente inusual, una contaminación terrible, visual y auditiva. Es un verdadero paraíso que estamos destruyendo los que estamos llegando al Valle. Por eso mi esposo y yo, estamos completamente a favor del reglamento, no por miedo a la competencia, sino por respeto al Valle, le debemos mucho, como destino turístico que lo ha puesto a nivel internacional. Hay gente que lleva 20 o 30 años trabajando en las vinícolas y no pueden llegar ahora empresarios a invertir en real estate, desarrollos habitacionales, antros, bares y conciertos masivos, de las cuales estamos cansados.
Aquí hace falta aprobar en el reglamento una suerte de reprogramación del valle, realmente las bodas, eventos como el Concurso de Paellas tan importante, un montón de cosas que son parte de su cotidianidad, con este reglamento deben entrar en una nueva manera de ver el valle y llevar a cabo eventos. Incluso siendo parte de un proyecto que hacemos nosotros. Acatar los acuerdos.
Paulina: Totalmente.
Natalia: Obviamente que el normarse implica sacrificios, renunciar a ciertas cosas, pero se va a hacer poco a poco. Con mucha civilidad, convenciendo a las personas que es para el bien común. No se trata de cambio total y radicalizado.
Todas las regiones vitivinícolas del mundo tienen una normatividad, muy estricta, por eso son tan lindas, por eso nos gustan y vamos. No hay que tenerle miedo, si a tu evento le tienen que bajar decibeles, terminar cierta hora, el estacionamiento cambia, es para el bien de todos.
El Valle tiene una vocación intrínseca que es frágil y se tiene que conservar. Es la esencia misma del Valle. La gente viene porque busca la ruralidad, busca los viñedos, lo demás son agregados.
Enlazados con Nacim Fadl, propietario detrás de un proyecto hotelero muy interesante que se llama Agua de Vid. Que por cierto hablamos con Fernando Pérez Castro, presidente de Provino, como uno de esos ejemplos de lugares que de han atraído atención after hours el Valle de Guadalupe.
Con este proyecto tan contundente ¿Cómo te sientes con este reglamento? Se que haz formado parte de muchas reuniones con la comunidad del Valle que busca que se apruebe.
Es curioso en realidad, le cuesta trabajo entender a algunas personas porque nosotros nos estamos sumando a este proyecto. Podríamos ser uno de los precursores del tema de la música en la zona, pero también hemos abierto las puertas un poco para el ambiente nocturno. Nos consideran como el lugar de fiestas. Pero nos sumamos por razones simples. Los horarios que manejamos no superan las 12 PM en temas de operación regular, en cuestión de eventos esporádicos llegamos a rebasar, en operación diaria no nos afecta. Queremos que haya un orden y una convivencia sana. Sí hay un reglamento, que sea funcional y justo para todos.
Estamos acercarnos para tener comunicación, queremos que se apruebe pero de manera en que sea práctico. No excluir a negocios o personas, buscar la mejora del valle para todos. Rescatar esta joya invaluable, pero de forma inteligente y práctica.
Te preguntaría de forma directa, ¿Cómo el tener un hotel, donde hay una conversación con la música ha convivido y puede convivir en esta normatividad a nivel concepto?
Van de la mano. En esencia somos un hotel, que ofrece experiencias más allá de los lujos. El tema está en que buscar ofrecer un lugar de descanso, no puedo tener música desordenada. Al día de hoy se ha ido puliendo una estructura en donde podemos ofrecerle al huésped esta parte de motivación y diversión con la música, pero sin que afecte al área de descanso.
Conocemos el Valle, es un lugar de horarios no muy extendidos. Nos queremos acoplar en este sentido. No es un tema de la música al más allá, va de la mano con nuestros huéspedes y con las necesidades de este reglamento de ordenar. La intención no es atacar a los negocios que están operando, sino buscar ordenarlos, todos y los que vengan.
Continuando con estas conversaciones nos acercamos con uno de los nombres levantados en redes sociales, uno que vemos por doquier, uno de los chefs más importante de México, desde su restaurante Manzanilla, hablamos con Benito Molina. Además de tu reconocimiento, eres un enamorado de Baja y Ensenada, te fuiste a vivir hace mucho tiempo ahí y fuiste uno de los precursores del tema gastronómico. ¿Cuál es tu sentir hacía esto que se busca desde hace mucho tiempo?
Lo más importante que tenemos que entender, es que debemos controlar este crecimiento, este que se ha dado en el Valle de Guadalupe en los últimos diez años. Uno que ha sido a una velocidad vertiginosa, hace veinte años soñábamos que hubiera movimiento y gente, pero hoy hay que regularlo. No puede ser que esté lleno de espectaculares como si fueras manejando por el periférico.
Es sobre la belleza natural, ver viñedos, cosas que estén de acuerdo con el espacio. Queremos un desarrollo sustentable, ecologico, agroturismo. Turismo de bajo impacto, no necesitamos torres de hoteles, hay otros lugares para eso. Esta Ensenada donde hay fiestas hasta las 4 AM, pero en el Valle hay que respetar el sonido, la luz. Todo si queremos seguir viendo estos cielos estrellados se tiene que controlar. De forma ordenada.
El miércoles 25 de Septiembre, ¿En donde estamos parando? ¿Avanzamos con el progreso del reglamento o estamos en un limbo?
Creo que estamos en un limbo como bien lo dices. Ayer tendrían que haber votado los regidores del ayuntamiento a favor o en contra del reglamento. Al parecer no se puso en la orden de trabajo del día y no se llevó a cabo. Deberían de hacerlo hoy [25 de Septiembre] pero está el tic-toc del reloj. Tuvieron mucho tiempo para hacerlo y no estar en esta presión. Un trabajo de bastantes personas y mucho tiempo.
Un reglamento que es el principio de algo que tiene que ser mucho mayor. Es una cosa para frenar un poco el desorden que está pasando. Habrá que sentarse a hablar de otros problemas como el de la basura, el agua en esta zona es escasa, hay muchos temas que cuidar y asegurar que no se desarrolle de una manera en que no va de acuerdo a los recursos naturales del lugar.
Tu restaurante Manzanilla, está justo en Ensenada, como chef mexicano, alguien que se estableció en la región hace mucho tiempo, has presenciado como se ha desarrollado el tema gastronómico, vitivinícola, turista, ha ido creciendo dentro y fuera del Valle de Guadalupe. Todo en esa región de Baja. ¿Cuál sería el rumbo que se debería tomar con orden y consciencia, de todos los que tenemos un proyecto en el Valle de Guadalupe?
Bien lo dices, por ejemplo en Silvestre, el proyecto que teníamos en el valle y que también está en el limbo, lo abrimos hace 14 años cuando no había nada ni un solo asador. Hoy dicen que hay como 40. Lo que hay que seguir es un poco lo mismo, que el impacto ambiental sea el correcto, que los restaurantes sean eso, restaurantes.
Se ha hablado mucho de los giros negros, algo que no todos entendemos. Un restaurante bar tiene un permiso de abrir hasta las 2 AM, un restaurante normal tiene hasta las 12 PM. La carretera del valle a Ensenada no es cualquier cosa, para evitar accidentes preferíamos no tener alcohol tan tarde, sobre todo en eventos masivos.
Los restauranteros tenemos compromiso de cuidar el valle y no dañarlo, hacer el mejor uso de sus recursos. Es un movimiento tan importante, es el mediterráneo mexicano, tenemos los mejores vinos, los mejores aceites de oliva, los mejores productos del mar. Aquí es una conjunción de muchas cosas pero si no lo cuidamos no tendremos todo esto.
Uno de los chefs más jóvenes de la región y también de los más destacados. Su restaurante Fauna en medio de un proyecto muy grande que se llama Bruma. Ambos de muchísimo interés y calidad. Quiero conocer tu punto de vista como chef y empresario, de lo que se busca con este reglamento.
Estamos totalmente a favor de un reglamento en el Valle de Guadalupe. Esto como restaurantero, empresario, chef y ciudadano. Esto es lo más importante, mis socios y el resto del valle estamos de acuerdo.
¿Qué necesidad percibes tú desde tu propia trinchera para que haya una reglamentación?
Lo más importante es separar el lado empresarial y regresar a las bases. Lo que queremos todos los del valle es mejor organización, mejor desarrollos, proyectos con un bien comunidad. Una sociedad donde todos apoyamos el hacer vino, productos regionales y locales, y que las cocinas sean congruentes con la región.
Las últimas semanas este reglamente se ha vuelto una señalización de lo que los vecinos o le otro está haciendo mal. Ahí divagamos, pero lo central es que todos queremos un reglamento, lo que estamos de acuerdo. Hay que ver que beneficie al común. No algo elitista, sino que nos involucre a los que formamos parte y quieren formar parte.
En este sentido ¿La base acordada tendría que llegar a puntos de mediación entre empresarios viejos, presentes y nuevos? No se podrá evitar la inversión y el desarrollo.
Con este reglamento no se ha presentado. Es algo muy general aún. Este que se propone no se que tenga específicamente. En algunos puntos creo que se puede dialogar y llegar a un acuerdo. Hay que entender que el Valle de Guadalupe es un terreno muy extenso y diverso hay zonas urbanizadas, ejidales, cerros, terrenos agrícolas. Me parece un poco generalizado tener un solo reglamento. Es como si hicieran un reglamento para la Condesa, Polanco, Santa Fe y el Desierto de los Leones. Cada parte debería tener su propio reglamento, si colindas con un vecino y tienes música a las 3 AM lo vas a molestar, es normal. No es lo mismo cuando las distancias se vuelven hectáreas. No puedes poner las mismas reglas a un hotel, que un hotel de 3 cuartos que colindan con otro de tres cuartas, con uno con hectáreas a desarrollar.
Ojala que un reglamento salga, que sea un parteaguas para mejorar el Valle de Guadalupe, es preocupante. Hay cosas que pueden pasar si no nos podemos de acuerdo, puede pasar algo desastroso. No estamos en ese punto aún, pero podríamos llegar a ello.
Reglamento, sí. El bien común, por supuesto. ¿Pero tener abierta la conversación?
Tiene que haber una conversación. No puede haber un reglamento que solo beneficie a algunos.
¿Hay un consenso interno entre la comunidad, con esta intención de unir esta visión en conjunto o particular, y crear una común?
Sí, en las últimas dos semanas se incluyeron algunas otras personas fuera de Provino. Esta organización que representa a tantas vinícolas. Se incluyó a otras personas que no tenían que ver con Provino. Es algo que le felicito a Fernando Pérez Castro y Natalia Badan, que hicieron esto posible. El valle no es solo un grupo, sino de todos los que estamos ahí y los que nos visitan.