CDMX meets Baja Norte, un encuentro de sabores y sincretismos mexicanos

// Por: Diego Galán

jue 29 agosto, 2019

Fotos por Jesús Vargas, Diego Cabrera

El año pasado Baja California, el estado cede al Guadalupe Valley Wine, Food and Music Festival se convirtió en el entidad más reciente en lanzar una marca turística. De la misma manera que Guanajuato, Nueva York y Perú.

Baja Norte se mantiene como un hot-spot turístico gracias a ser un destino líder en categorías como la gastronomía, negocios, naturaleza, deportes, enología, salud y belleza. 

Entre su diversidad, aparece Tijuana que sorprende con su oferta gastronómica, vida nocturna, recintos culturales y de ser la frontera más transitada del mundo. Otro destino ya bien conocido, es la “Ruta del Vino” que se ha convertido fundamental para la vitivinicultura y sus aficionados. 

En este estado se produce el 90% del vino mexicano con más de 150 casas vinícolas. El Valle de Guadalupe, en el corazón de Ensenada, es uno de los destinos más reconocidos en la industria vitivinícola, acompañada por su oferta gastronómica.

Como parte de la iniciativa del Fideicomiso de Turismo de Baja California, se han realizado una serie de actividades enfocadas en traer todos los atributos de este rico estado al resto de México.

Maridaje a detalle

CDMX meets Baja Norte, evidencia esta riqueza con una velada culinaria como encuentro de sincretismos mexicanos. Una cena de 6 tiempos enfocados en el maridaje de mano de chefs como Marcelo Hisaki del restaurante Amores en Tecate, Sheyla Alvarado de Traslomita en el Valle de Guadalupe y Javier Plasencia de Grupo Plasencia en Tijuana. 

Todo aprovechando las características predominantes del estado bajacaliforniano, la cena trajo lo mejor de los ingredientes de la región y el vino de la zona vitivinícola más importante del país. 

Aguachile de camarón y tuna roja con nopales curtidos y semillas, carpaccio de abulón cocido con salicornia y hongos silvestres, salsa de huacle y morcilla, lobina rayada, erizo, rib eye, pipián verde de aceituna y papa curtida, panna cotta de hinojo, uvas y crujiente de leche.

Además, todo complementado con la cerveza artesanal Insurgente desde Tijuana, vinos del Valle de Guadalupe como El Cielo, Carrodilla y el ginebra Enmienda 18. Un punto también a resaltar, el auge de la cerveza y Baja Norte como jugador fundamental en la producción.

Así esta exclusiva cena logra conversar el talento clave de la producción culinaria y cultural del país, a niveles de detalle y complemento que hacen ver, cada distintivo a mano de nuesta diversa cultura.