A finales de los años 70 la ciudad de Nueva York era una de las cunas de la contracultura mundial pese a sus precarias condiciones sociales y económicas. La ciudad se encontraba en bancarrota y gracias a ello, los muchos grupos marginados migraron a la gran ciudad y formaron una numerosa escena artística que se nutría desde varias trincheras; coincidían la música disco, la salsa, el proto hip-hop, el arte pop, el punk y otras tantas que incluso hoy día permanecen en el olvido, como es el caso del No Wave.
Sin embargo, la gran repercusión para la contracultura del Nueva York antaño que tuvo esta corriente continúa vigente hasta nuestros días. Artistas como DNA, Lydia Lunch, Glenn Blanca, ESG, Bush Tetras y Sonic Youth en sus inicios, formaron parte de ello y en años recientes muchos de estos artistas se han presentado en nuestro país.
Este movimiento consistió en una vanguardia artística que bien combinaba la influencia del punk con el jazz, el blues, la literatura e incluso el cine, tomando como punto de partida la Nueva Ola Francesa de los años 60, donde muchas veces eran los mismos músicos directores y protagonistas, alimentando así la escena local y artística.
No obstante, existe una gran cantidad de autores que coincidieron en tiempo y lugar con los normalmente con lo que se conoce como No Wave que no pasaron el filtro para ser considerados ponentes del movimiento. Uno de los casos más conocidos como es el del cineasta y pintor Nick Zedd, quien desde antes de que se acuñara el término ya comenzaba a realizar películas estridentes e independientes.
Zedd creció en Maryland, al norte de Washington, se mudó a Filadelfia, Pensilvania y posteriormente a la gran manzana, de donde huyó a finales de los dos miles por la gentrifciación que arrasó con la vieja ciudad y la convirtió en un lugar cosmopolita. Actualmente vive en el centro de la Ciudad de México, junto a su esposa y su hijo Zerak y continúa su legado con producciones independientes.
Padre del cine de transgresión, Zedd es conocido por su cine agresivo, erótico, pornográfico, violento y provocador, que por cierto, le valió los aplausos y la amistad del cineasta John Waters (Pink Flamingos, Cry Baby, Female Trouble), pero también es una de las figuras más olvidadas de la contracultura, un marginado, un forastero y claro, una leyenda viviente que ha batallado durante años por un lugar en la historia del arte, no sin antes dar un mensaje político honesto y contundente desde las entrañas de su mítica personalidad.
En 1985, se publicó el número 4 de esta publicación apareció un manifiesto que incluía los nombres de otros cineastas como Richard Kern, Cassandra Stark o Tommy Turner, que al igual que Zedd contaban con pocos recursos y no contaban con gran atención de los medios o los públicos.
“El cine de transgresión era montado y pensado para crear un shock, luego de eso apareció un gran artículo sobre nosotros en el mismo periódico que antes nos había ignorado, tenía todos los datos mal pero al menos estaba ahí. La simulación del estado está pensada para marginar el verdadero cambio, es mucho una estructura de clase que mantiene el control y mantiene cierta gente en cintura, lo vemos con las campañas presidenciales actuales donde los más progresistas candidatos son marginados”, afirmó.
Aquel desplazamiento no impidió ni limitó su imaginación, pues aficionado a los cómics, el horror, la serie b y la televisión, Nick fue un chico creativo desde temprana edad cuando comenzó a dibujar y fue alentado por sus padres, quien, a pesar de mostrar una formación cristiana conservadora, respetaban su imaginación.
“Dibujar me parecía una manera de jugar a ser dios”, dijo mientras que el trabajo del cineasta consiste para él en “observar lo que otros ignoran” y es por ello que su cine muestra ciertas imágenes escandalosas para el ojo sensible, pero reales para quien, como él, ha vivido en las calles.
No obstante, su trabajo lo ha llevado por caminos muy variados desde el cine de serie b, la televisión de súper héroes con su programa Electric Elf (2005 – 2010), hasta el video musical de música urbana en España o en México, un país que lo acogió y le dio un hogar.
“Lo que me gusta de esta ciudad es ver a la gente de la calle que es muy extraña. En Lázaro Cárdenas cerca de Izazaga, hay un vagabundo que dirige el tráfico y tiene una bolsa en su mano, ese tipo es maravilloso, podría hacer una película sobre él, está haciendo un performance, una rutina de comedia y todo mundo lo ignora y yo pienso que es una verdadera estrella. En Nueva York no encuentras esa clase de personas ahora, todo ha quedado muy limpio y la gente de la calle suelen estar loca y son arrestadas”, cuenta.
Rebelde hasta la médula Zedd no se ha dejado conquistar por la ilusión del mainstream, pero se menciona emocionado por la idea, una reflexión que resulta compleja en los tiempos de lo viral, donde con poco se tiene un gran alcance. Aun así, Zedd constituye uno de los artistas vivos más libres y transparentes que persiste hoy día, que ha sabido adaptarse a toda circunstancia y que continúa en una búsqueda creativa, así como en la supervivencia del mundo capitalista.
“Yo no pienso en términos de Hollywood, no pido los permisos para filmar porque hago cine underground, porque si te preocupas demasiado dejas de hacer las cosas. Como la gente que no hace cine porque se pasa toda la vida preocupada por romper las reglas, yo me la pasé toda la vida filmando sin permiso”, confiesa, mientras que en pleno siglo XXI cualquiera puede filmar en cualquier momento con la cámara de su celular.
Ello da cuenta de lo adelantados que algunos personajes del undergorund antaño estuvieron a su tiempo y en la posibilidad de que hoy día surgirían de maneras distintas. El testimonio de este pintor y cineasta resulta una reflexión sobre el paso del tiempo, la creación de comunidades y sobre todo, la inquietud del artista que ha sabido acomodar su pulso a su contexto y extraído de él las más profundas verdades.
El próximo 19 de septiembre,Nick Zedd estará acompañando a la leyenda de Suicide, Martin Rev, en el Bajo Circuito en un evento organizado por Misión, donde presentará material inédito que no se ha podido exhibir en muchos lados, así como de sus colaboraciones más reciente, como por ejemplo una pequeña colaboración del artista performance y drag queen, Muffinhead, y el grupo Exploded View, “incluso un montaje que hice que expone las atrocidades y brutalidades del imperio norteamericano durante la historia [ … ] entonces tendrán una oportunidad de ver cosas que no se han visto en mucho tiempo, será un gran show”, finaliza.