El regreso de Efterklang, la caja de juguetes más influyente de Dinamarca #BandsYouNeedToKnow

// Por: Oscar Adame

mié 26 junio, 2019

En esta sección nos sumergimos a la mente detrás de nuestros proyectos emergentes favoritos. Sean nacionales o internacionales, los músicos nos cuentan sus razones para hacer arte. 

Lugar de Origen: Copenhague, Dinamarca
Año de Fundación: 2001
Miembros: Casper Clausen, Mads Christian Brauer y Rasmus Stolberg

Estoy parado en el medio de un bosque como los de Als, la ciudad danesa en la que crecí. Estar dentro es algo mágico, es muy hermoso, pues hay una luz asombrosa que lo hace aun mejor. Está terminando el invierno y están saliendo las primeras hojas de los árboles, solemos comerlas. Ellas saben a la primavera, siempre lo han hecho.

Así que empiezo a comer las hojas en este ambiente naturalista y un venado se acerca a gritarme, -oye, ¿qué haces comiéndote mi comida? Tú tienes muchas cosas que comer en tu casa, ¿por qué vienes a quitarme?-. Lo veo durante un rato y sin prestarle demasiada atención, le contesto -el bosque es para todos amigo-. Él me empezó a ver de forma muy sospechosa, creo que tiene problemas con los humanos porque no sabe bien qué somos. Es muy raro ver a estos venados y creo que tomaría generaciones el poder generar un vínculo con ellos. Son curiosos, pero mantienen su distancia. Lo veo un poco ansioso, por lo cual decido no prestarle mucha atención y ver qué sucede si sigo comiendo mis hojas. Tengo las mismas sensaciones con los gatos, trato de hacerle saber en mi lenguaje corporal que es bienvenido, pero no trato demasiado de invitarlo.

Decido seguir caminando a través del bosque y llego a un pequeño pantano que está repleto de ranas. La luz está repleta de polvo, pues están saliendo apenas los primeros rayos de Sol del año. Es un lugar repleto de vida, tienes muchos bebés reunidos alrededor, pero yo me enfoco en un estanque repleto de renacuajos. Me siento ahí por un buen rato, atrapo a un pequeño para observarlo sobre la palma de mi mano y recuerdo que solía hacer eso en mi infancia, cuando iba al kinder y los veía a través de un vaso. Tenía mucho que no lo hacía y es muy relajante, es por ello que le canto una canción sobre aquello que es tan hermoso que solo se puede ver en el cielo“. 

Una resonancia

Esta es una historia que construímos con ayuda de Casper Clausen, vocalista y líder de la aclamada agrupación danesa Efterklang, misma que este mes reveló su regreso a la música tras siete años de silencio. Ellos publicarán Altid Sammen (2019) el próximo 20 de septiembre, un material que promete mostrar una nueva cara del trio que en algún momento fue llamado por la revista Gaffa como “la mejor banda de Escandinavia”. 

La banda se nombró con la palabra compuesta Efterklang, cuando sus integrantes estaban estudiando la secundaria, tras haberla escuchado en un documental sobre el trabajo de un artista de música electrónica. La misma significa algo similar a la resonancia en danés, ‘efter’ es después y ‘klang’ significa sonido, “no era muy específico, tenía cierto tipo de apertura, pero también nos dimos cuenta de que era un poco difícil para el resto del mundo el pronunciarlo”, declaró el vocalista.

Respecto a su significado simbólico, en América es común utilizar el término para describir a algo que está fuera del sonido, hablando en específico sobre aquella energía de otro ente que nos afecta cuando entramos en contacto con él. El vocalista describió que tuvo una idea similar, “puedes decir algo en el pasado que crea resonancia, hay un eco del pasado al futuro, así que Efterklang puede considerarse como un sonido del pasado que sigue teniendo un impacto en el presente. Puede ser una buena noticia, historias o música”. 

Un mundo de juguetes coloridos

Su regreso se siente como tal, pues el grupo siempre fue reconocido gracias a su mezcla única de canciones con estructura indie-folk que juegan con detalles de música glitch, sintetizadores synthpop, electrónicos chillwave y atmósferas tensas que recuerdan al post-punk más intenso. Es una gama que entregó cuatro álbumes que cargan con viajes a un mundo inconfundible que se siente tan melancólico como inocente, “siento que hay una referencia a un universo infantil, es una capa que disfrutamos mucho el explorar aun siendo nosotros hombres mayores“.

Es música tierna, triste y repleta de momentos para celebrar que se presentó como una caja repleta de personajes fantásticos, cuando la banda construyó escenarios parecidos a los que se ven en las películas navideñas y sus miembros se disfrazaban como si fueran juguetes. “El mundo que hemos creado juntos durante veinte años no tiene una historia específica, no es líricamente sobre algo, pero creo que sí creamos capítulos al disfrazarnos para nuestros shows e incluso en las portadas de nuestros álbumes”, declaró respecto a la noción. “Sí hemos creado un pequeño mundo que es nuestro, pero usualmente me siento un poco confundido respecto al si en verdad conozco a este mundo, si sé lo que es con exactitud“. 

Por otro lado, si de algo está seguro Casper, es que siempre toma en cuenta al color para elegir la música, fotografías e ilustraciones que pueden relacionarse con la banda. “Siempre he pensado que hay un color específico, construir una pieza musical es como pintar, solo intentas muchas cosas y das con algo que tiene muchas capas. Es un mundo ilimitado en el cual puedes tener una orquesta, un celular o una planta que haga sonidos. Cualquier cosa es bienvenida, solo tenemos que averiguar cómo integrarlo a nuestro pequeño mundo”. 

El último concierto de Efterklang

Del otro lado del teléfono, desde su residencia en la capital de Copenhague, Casper se muestra risueño ante todas las preguntas de la entrevista, la cual inició recordando aquel concierto que dieron en 2012 bajo el título de The Last Concert, una presentación intensa que más que concierto de rock, pareció ser una puesta en escena generada por los mejores artistas post-modernos.

Ese concierto lo hicimos para tener un medio interno por el cual pasar la hoja e iniciar un nuevo capitulo, necesitábamos parar lo que estábamos haciendo, terminar con la rutina que cargamos por una década”, describió el vocalista, agregando que “llevábamos tocando música desde que tenemos 16 años, así que teníamos que refrescar nuestra relación un poco”. 

Ellos hicieron un ritual en el cual se mataron simbólicamente, atándose cuerdas y golpeando sus instrumentos con fuerza. Sin embargo, aquello no fue lo único significativo de la presentación, como se trataba de una despedida a la banda, decidieron viajar hasta el lugar en donde se encontraba el bosque en el cual se desarrolla la historia del inicio de la nota para tocar “frente a nuestros amigos, familia y gente que venía de todos lados del mundo, de Japón y Estados Unidos”. De acuerdo a lo descrito por el músico, “fue una tarde ta hermosa en muchos niveles que decidimos que no queríamos hacer un nuevo álbum”. 

La banda que nunca se fue

Según lo relatado, la banda quería experimentar con proyectos que no tuvieran que ver con Efterklang, así que a lo largo de los próximos cinco años desarrollaron una nueva banda bajo el nombre de Liima, una agrupación de improvisación libre sobre la cual publicaron dos álbumes de estudio bastante lindos. También abrieron una estación de radio, curaron sus propios festivales en su país de origen, hicieron una ópera e “infinidad de otras cosas, excepto algo con esta banda que necesitas tantos conciertos”. 

De acuerdo a Casper, esta etapa les ayudo a “hacer las cosas de una forma distinta para inspirarnos”. Es por ello que nunca se separaron en realidad, “todo lo hicimos juntos, siempre hacemos cosas juntos, desde que estamos en la secundaria pensamos en nosotros más que como una banda, como un campo de juegos en el cual apoyarnos”. Casper, Mads y Rasmus generaron “una comunidad que puede ser muchas cosas, nos vemos en el espejo como científicos que tratan de explorar lo que les emociona y ver cómo construirlo juntos”. 

Respecto a su pasada banda, Liima, el cantautor cree que gracias a él lograron aprender muchas cosas, entre las cuales se encuentran la posibilidad de “volver a sentir la diversión de hacer música juntos, como si fuéramos una banda de secundaria”. Para él, “la intuición, la energía y lo juvenil que se sentía era lo que distingue a Liima de mis otros proyectos, Efterklang siempre es más tardado, siempre tratamos de optimizar la música tanto como podemos, trabajamos en ella como si fuera una escultura”. 

Rompiendo barreras

Casper declaró que el regreso de la agrupación se dio debido a que hace un año y medio, un colectivo de Portugal los invitó a colaborar en su organización con el nombre de Efterklang y ellos accedieron, pensando que sería una gran idea, de esas sesiones nació una canción llamara ‘The River’, la primer pieza de la banda en la cual se canta en danés. “En esa canción describo cómo salen y entran objetos de las olas de un río, algo me hizo sentir que tenía que escribir en este idioma porque es algo natural, sobre la energía espiritual de las cosas y la forma en cómo nos conecta a las personas a través de las naciones y de los muros“. 

Esto se relaciona con el primer sencillo de su próximo álbum ‘Vi er uendelig’, en la cual el vocalista decidió combinar frases del idioma anglosajón con su natal danés, entregando una mezcla que suena bastante fresca gracias a los distintivos fonéticos de ambos idiomas. La canción trata sobre “las conexiones que creamos, en las cuales nos abrazamos, sostenemos manos, cantamos o compartimos. Todos estamos conectados sin importar naciones, edad, sexo o género”, misma razón por la cual decidieron empezar a componer con su lenguaje nativo, “no tengo nada que ver con las barreras que se me han impuesto, crecí hablando danés y es por ello que decidí utilizarlo de esta forma”. 

La elección tiene un discurso político, intenso e inteligente que tiene que ver con la visión que la banda tiene sobre el mundo contemporáneo y el por qué cree que necesitan decir algo bajo su alías más relevante en la industria musical internacional. “En este momento vivimos en un mundo tan separado que a la vez se siente muy conectado, todos se comportan, hablan, saben qué sucede en otros lugares, pero nadie sabe exactamente lo que sucede porque no podemos comprender todos los conflictos”, declaró. El utilizar su idioma natal, tan poco hablado en el resto del mundo, genera una presión en los escuchar por escuchar a partir de su punto de vista particular, encontrando los enlaces en “la intención de la música, el timbre y el tono de voz”. 

Este próximo álbum está repleto de canciones que “tratan sobre esta división que hay entre dos personas y las dificultades que tienen para encontrarse, pero también en una escala mayor sobre los fenómenos naturales y los lugares horribles en los cuales puedes terminar”. Son canciones de cosas que todos conocemos, combinadas con experiencias personales de inspiración y amor. “Estamos construyendo de nuevo a Efterklang y se siente muy bien”.