En una entrevista con Los Angeles Times dentro de la gira promocional de su primer álbum de estudio, el bajista Mat Osman declaró que para escribir una canción de amor no tienes que hablar sobre una persona, “pues es mucho más interesante hacerlo sobre la experiencia, no es importante que sea heterosexual u homosexual, si no el fluir de las emociones humanas”. Es bajo esta ideología que Suede logró entregar un discurso inédito hasta ese entonces para la industria musical, uno que se mostró libre de arquetipos para hablar de los sentimientos más humanos.
Desde el inicio, la banda se identificó con la integración de un elemento andrógino en su centro, sea la forma de vestir y de comportarse de su vocalista Brett Anderson, o las imágenes que adornan su material gráfico. Esto les ha permitido desarrollar historias más sinceras con sus personajes, los cuales habitan una ciudad de Londres ficticia, llena de pobreza y de promesas vacías. Sin importar el género, la sexualidad o la edad de las personas sobre las cuales hablan, la banda logra acercarse más que ninguna otra a sus realidades gracias a que no posee una máscara sobre la cual juzgar.
Suede logró atraer a miles gracias a que le dio voz a las víctimas de aquellos romances que terminan en violencia de género, los confundidos respecto a su verdadera identidad y los ajenos, huérfanos dentro de una ciudad en la cual no son aceptados. Sus detractores los ven como melodramáticos y necesitados de atención, pero los que viven con la carga del no pertenecer a los arquetipos establecidos ven en la oveja negra del britpop a la voz que les dio paz dentro de la zona más obscura de su sociedad.
Tras tres décadas de carrera musical, los periodistas aun se acercan a Brett Anderson tratando de desenmascarar su verdadera sexualidad. Un tema de interés de revista de chismes que se ha propagado gracias a líricas de su primer álbum en canciones como ‘Pantomine Horse’, en la cual habla sobre la posibilidad de tener relaciones anales. Su respuesta va desde aquella icónica respuesta a Melody Maker en 1992 que dice “soy un hombre bisexual que nunca ha tenido una experiencia homosexual” a frases cortas en las cuales describe que se irrita cuando le declaran que tiene que identificarse como homosexual o heterosexual.
Su imagen andrógina causó mucho revuelo cuando la banda obtuvo sus primeros indicios de fama a principios de la década de los años noventa, con algunos tabloides describiendo su imagen como una de las puestas en escena más jugosas, sexuales y violentas que han salido del Reino Unido en su historia, pero para Brett Anderson no se trató nunca de algo para llamar la atención. Cuando la NME le preguntó en 1993 si su supuesta feminidad era una obra de teatro, él contestó “no, naturalmente soy muy femenino, soy como una ama de casa, soy bueno haciendo muchas cosas a la vez y además estoy interesado en acostarme y tomarla por detrás, eso es algo muy femenino que hacer ¿no?”.
Dentro de su libro de memorias Coal Black Morning (2018), publicado por Little Brown a mediados del año pasado, Brett detalla que la verdadera intención detrás del vestirse como mujer derivó de la orfandad que sintió de una figura femenina poco antes del éxito de Suede, “Justine me acababa de dejar y mi madre estaba muerta”, detalla. Él encontró refugió en su propia piel, reflejando la feminidad natural de su interior y liberándose en el proceso de todas aquellas ideas del cómo categorizar a las personas. “Me di cuenta de que la gente siempre trata de colocarme en alguna categoría, sin embargo yo no escribo desde mi lado físico, si no espiritual y así es como veo a todos”, declaró respecto al cómo encontró empatía en sus personajes.
La portada del primer álbum de Suede es un recorte de una famosa fotografía tomada por la artista queer, Tee Corinne, la cual muestra a dos mujeres andróginas dándose un beso sobre sus sillas de ruedas. En la imagen original las modelos salen completamente desnudas, razón por la cual a la banda solo se le permitió hacer uso de sus rostros. Aquella fotografía fue bastante polémica al momento de su lanzamiento, siendo censurada en diversas tiendas comerciales aun siendo el álbum más vendido del año dentro de su país. Esa misma fotografía fue utilizada como el único adorno de su primer gira mundial, la cual fue documentada en el concierto grabado en video Love and Poison.
El interior del disco incluye varias fotografías homoeróticas de los cuatro miembros masculinos de la banda, quienes se esconden detrás de varios hombres desnudos utilizando trajes de brillantina y labial para los labios. Por otro lado, la portada de su sencillo ‘Metal Mickey’ muestra la fotografía de una modelo desnuda que tiene pintado el cuerpo para hacerlo parecer el de un hombre. En el video musical de su primer sencillo ‘The Drowners’, se puede apreciar a Brett Anderson recostado con la frase “¿Crees en el amor ahí?” escrita sobre su espalda desnuda y señalando a su trasero.
Su fama se acrecentó cuando la televisión pública de Gran Bretaña decidió prohibir la transmisión del sencillo de ‘Animal Nitrate’ debido a que unos fotogramas mostraban a dos hombre besándose, algo que el vocalista declaró como “una puta estupidez”. Esa misma canción a más de veinte años de su lanzamiento sigue siendo un punto de discusión importante sobre la representación de la violencia de género dentro de las relaciones románticas, una historia que ha sido aclamada por tabloides, críticos y activistas por igual gracias a su empatía al describir los terrores que vive una mujer al vivir con su victimario, un hombre que es señalado como un puerco capitalista, misma alusión a la cual vuelven a imprimir en ‘The Two Of Us’, en la cual Brett se describe como una aburrida y solitaria ama de casa que está casada con un banquero irrespetuoso.
Sin embargo, aunque el discurso impreso dentro de su material gráfico y presentaciones en vivo los llevó a la aclamación crítica y comercial, con un álbum que fue clasificado como platino y tres sencillos que se han colocado en el top 10 de los UK Singles Charts, estos mismos mensajes de ambigüedad sexual también le trajo el odio de muchos a la agrupación.
Son evidentes los insultos y los golpes que se suscitaron en las afueras de los foros en los cuales tocaron durante su época más relevante, mismos que se muestran dentro de los videos que tomó el cineasta Gregg Araki y que se pueden apreciar en el documental The Insatiable Ones (2018). Sin embargo, la violencia escaló a otro nivel cuando el baterista de la agrupación, Simon Gilbert, fue enviado al hospital tras haber recibido una golpiza por parte de 15 adolescentes que lo encontraron compartiendo una copa con su pareja dentro de un bar de Londres, Inglaterra.
Un par de semanas antes del incidente, el instrumentista había declarado que es “un hombre bisexual que nunca ha tenido una experiencia heterosexual”, haciendo alusión a la icónica respuesta de su compañero de banda. El ataque fue tan fuerte que tuvo que tener seis puntadas en distintas secciones de su cara.
Fue tras ello que la banda se levantó a generar conversación en las principales plataformas mediáticas del país sobre los derechos de la comunidad LGTBQ+ en su país con ayuda del cineasta Derek Jarman, reconocido autor que abogó por la comunidad desde el cine, la televisión y la literatura que también obtuvo fama gracias a la exposición que dio sobre los problemas que el SIDA tuvo en su momento, razón por la cual la banda se presentó en un concierto benéfico del Red Hot Organization junto a Siouxie Sioux.
Hoy Suede está más presente que nunca con álbumes nuevos, documentales sobre su historia, libros de memorias y entrevistas, dando más de qué hablar sobre aquel obscuro mundo en el cual todas las personas tienen una voz, mismas que con su música no tienen que pintarse el cuerpo para que parezca el de alguien distinto, auto-censurarse. Cada vez la banda se muestra más importante pues desde su fundación han nacido muy pocas bandas que puedan escribir una canción de amor a una mujer tomando el papel de otra.