Tras una larga ausencia, Rodrigo y Gabriela regresó a la Ciudad de México para promocionar su último álbum de estudio Mettavolution (2019), el cual llegó el pasado 26 de abril con el éxito crítico y comercial que tiene por costumbre esta dupla que construye rock con guitarras acústicas.
Ellos trabajaron durante tres años en el material dentro de sus casas en Ixtapa, México, para posteriormente reunirse con el productor Dave Sardy en su estudio de Los Ángeles, California, en su grabación. De acuerdo a lo declarado, los siete temas que lo conforman están inspirados en la adopción que ambos tuvieron de la religión budista, “se habla sobre la historia de la evolución humana y la liberación del potencial que tenemos como especie”.
Contrario a la mayoría de los proyectos mexicanos, Rodrigo Sánchez y Gabriela Quintero se dieron a conocer en el extranjero, cuando empezaron a tocar dentro de distintos bares de Dublín, Irlanda, construyendo un seguimiento intenso por todo Europa al lanzar su álbum homónimo del 2006, mismo que entregó una colección íntima de complejas composiciones de música rock interpretadas con la calidez de la guitarra acústica, siempre tan cercana a la tradición y el espíritu humano.
Golpeados al observar un mundo obsesionado con sí mismo, repleto de la fabricación de imágenes que muestran una falsa felicidad, ellos regresaron para decirnos que “no hay nada peor, es súper insalubre pensar en ti“. Su medicina es la música, misma que sirve para inspirar a la gente “a hacer lo mejor que saben hacer. Ese es nuestro propósito“.
Algo que me llama mucho la atención de ustedes es que los medios normalmente los llaman como una agrupación que obtuvo mucho éxito en el extranjero, pero que aquí no es tan popular. Me gustaría saber su percepción respecto a su recibimiento en el país.
R: La mía es que depende y está mucho en contexto con lo que hemos vivido en otros países. Es muy relativo decir que somos muy populares o no en México, lo que sí sabemos es que las pocas veces que venimos a tocar llega gente a vernos que son muy fans. No es gente que va por curiosidad, son personas que conocen nuestra música desde el principio. Sin embargo, si te pones a ver el tamaño de los escenarios que nos tocan en un país a los que nos tocan en otro, digamos que México no está entre los más populares.
G: Pienso que a veces la gente dice que nadie es profeta en su tierra. Yo no pienso eso, creo que nosotros tenemos que ir a los lugares a tocar por el tipo de banda que somos. No somos una banda que dependa de un hit de radio que va a ser tocado en todos lados. Eso en cualquier parte del mundo, somos una banda que tiene que presentarse, ir físicamente y hacer el esfuerzo.
Como nosotros empezamos nuestra carrera fuera de México, se ha dado así. Finalmente venimos a este país muy pocas veces, pero igual algún día vamos a invertirle el tiempo debido y trabajarlo como hemos trabajado otros lugares. Ir constantemente, seguir tocando y darnos a conocer de esta manera.
Suena a que tienes una visión bastante cálida de tu profesión. Siento que su música es muy cálida en este sentido de que se puede tomar como muy tradicional, ahora que me dices eso, es algo que lo confirma. Es algo muy humano, contrario a la grabación de disco….
R: Yo me siento bien grabando. Tenemos todas las etapas que tienen los músicos, tocamos nuestros shows, festivales y todo ese rollo. Creo que todas las facetas terminan haciéndote que te preguntes qué es lo que más te gusta más, pero creo que yo he aprendido a disfrutar todos los procesos.
Estar en el estudio me gusta, pero llega un momento en el que quieres salir a tocar. Me parece que la grabación de este álbum ha sido la más divertida que hemos tenido porque salimos del estudio, quisimos cambiar, trabajamos con más gente y lo disfrutamos bastante.
Lo más llamativo de este álbum es que su primer sencillo fue un cover a Pink Floyd. Ustedes han hecho varios covers muy interesantes, pero me gustaría saber si tuvieran que elegir a alguien para hacerles un cover, ¿a quién elegirían?
G: Ay, nunca me había preguntado eso. Sería alguien que no fuera guitarrista, tendría que ser alguien que toque algo más. Hemos escuchado orquestas que han tocado nuestra música u otras bandas que tocan otras cosas, con teclado, diferente.
R: ¿Sabes quién? Esta Hiromi, con piano. Tal vez sería interesante oír qué hace.
¿Cuál creen que sea el elemento más importante para que un cover sea bueno?
R: Es una buena pregunta, para nosotros un cover tiene que tener nuestro toque.
G: Es una versión porque cover es muy diferente. Un cover es hacer la pieza tal cual, con la misma instrumentación. Requieres mucho trabajo para hacer eso, pero lo que nosotros hemos hecho son versiones de esas piezas, versiones a dos guitarras como ecos. Todo se trabaja diferente y bueno, para mí el elemento principal es que debes de amar tanto a la canción original como para hacerle una versión tuya.
R: Exacto muy honesto, porque si lo ves como un elemento para obtener más popularidad o lo que sea, no es honesto. No creo que funcione así. No lo hemos hecho así, pero no creo que sea la manera más adecuada.
Hace unas horas leí una entrevista suya con un medio estadounidense en la cual mencionan que ustedes no escriben música, hacen todo al oído. ¿Encuentran un tipo de catarsis tipo meditativo al hacerla?
G: El componer es otro proceso. Cuando estás interpretando puedes llegar a ser muy meditativo, bueno al componer también, pero a veces en la composición te buscan las notas, las armonías, puede ser un tema muy obsesivo. Te hace estar sobre la pieza, aunque también puede ser meditativo. Ya cuando tenemos una pieza, cuando vamos a presentarla en vivo casi se transforma en una meditación, como un viaje. Lo que le da sentido a lo que hacemos es hacerlo con mucha presencia, con el poder de todas tus células ahí.
¿Ustedes tienen algún tipo de conexión emocional con sus guitarras?
R: No, fíjate que… osea.
G: Aquí es Ying Yang, Yong Ying jajajaja.
R: Sí, siempre. Lo que pasa es que yo tengo muchos amigos que ven a su guitarra como si fuera su bebé o su mujer. A mí me encanta, pero no soy así. Tengo una guitarra que tengo en mi casa, ni siquiera en mi estudio, a la cual quiero porque es muy cómoda, pero no porque tenga una onda muy emocional con ella. No tengo un apego. En sí cuando se trata del mundo de festivales de la guitarra o los héroes del instrumento, no me gusta la guitarra.
G: ¿Pero eso qué tiene que ver conque tengas respeto con tu guitarra?
R: Creo que tiene mucho que ver porque creo que los guitarristas que tienen mucho cariño con su guitarra es porque son súper fanáticos del instrumento. Yo no soy muy guitar-head, no me encanta la música guitarra.
G: Jajajaja, pero si eres guitarrista. Ya, siguiente pregunta.
R: No me gusta mucho Sartriani, pero lo respeto mucho. De chavo nunca fui onda de -neta Sartiani güey, Steve Vai-. No toco grandes solos jaja.
G: Estabas hablando del apego a la guitarra ¿no?
R: ¿Ya ves? Tú tampoco güey jajaja.
G: No que le ponga nombre jajajaja. Pero sí siento mucho cariño por mis instrumentos, me di cuenta de eso cuando subaste la guitarra para lo de Luis e Ilse, me di cuenta de que no quería dejarla ir.
R: Eso por egoísmo ¿no?
G: Ay ya jajaja. La siguiente pregunta.
Si tuvieran que describir este último álbum dentro de su discografía, ¿cómo lo harían?
G: Pues son canciones. Las escuchas y tienen una melodía casi de voz, de hecho las iniciamos como si les hubiéramos agregado voces y puede ser que en el futuro les agreguemos con todo y letra y la chingada, pero ahora está padre así. Lo catalogaríamos como un álbum de rock porque eso es.
Mucha gente nos ha confundido, diciendo que tocamos flamenco o música latina por tocar guitarras acústicas, pero si ves la historia de la guitarra como instrumento, puede tocar todos los estilos de música. Es un instrumento que puede tocar todos los tipos de música del mundo de cualquier época y eso fue lo que inicialmente nos atrajo al instrumento. Tocamos lo que tocamos porque nos gusta esa música y lo tocamos con guitarras, esa es la definición.
Nosotros vemos a nuestra música como el producto de una banda. Lo tocamos con dos guitarras, pero es el sonido de dos instrumentos que emergen en un solo sonido. El resultado es un álbum de rock.
¿Cuál crees que sea el tinte, el sentimiento, que le otorgué la guitarra acústica a todos los géneros musicales? Es muy distinto tocar una canción de trash-metal con acústica que con la banda completa.
G: Claro, igual que cómo puedes escuchar una pieza de Albéniz oyes un blues.
R: Seguro, cuando hicimos el cover de Metallica tiene un cuerpo que, sí, cálida es una buena palabra. Creo que da apertura a la gente que no escucha metal, pueden entender qué está pasando más fácilmente. El metal es un género complicado por las estructuras y por lo que sea, quizás con las notas sin distorsión, el oído puede percibirlo más fácilmente, puede ser más accesible.
Me gustaría saber en retrospectiva qué sienten respecto a la película de Rodrigo y Gabriela For Those About to Rock (2016)…
G: No la he visto últimamente porque es muy chistoso verse a uno mismo, pero está muy buena. A nosotros nos ha ayudado muchísimo esa película, mucha gente la ha visto. Es la primera fase de nuestra carrera, creo que Alejandro Franco hizo un buen trabajo condensando tantos detalles, tanta historia y tantas cosas que ya no salieron ahí.
R: Yo pienso igual.
Hay muchas personas que dicen que deberías de ver tu vida como si se tratara de una película para no quedarte estancado, ustedes que sí tienen su película…
G: Claro, pero es que este es un aspecto de nuestra vida.
R: Falta la segunda, la tercera y la cuarta parte.
G: Tus moods, tu carrera, lo que haces es un aspecto de tu vida. Ustedes son periodistas, pero tienen un montón de otros roles que hacer. Esto es una parte de su vida, es como si ustedes vieran un documental de su vida profesional, pero todo lo que son ustedes va más allá.
Eso es interesante. Si tuvieran la oportunidad de elegir una historia de tu vida que no fuera profesional para hacer una película, ¿de cuál lo elegirías?
G: Yo la haría sobre un tema que pudiera servir a otras personas. Un tema de mi vida que no pueda compartir bajo ese código de sentir que puedes ayudar a alguien con tu historia. Pienso que no vale la pena si te centras mucho en ti, te vuelve egoísta y muchas veces tu vida no es tan interesante.
Hoy en día vivimos una cosa casi contagiosa con las selfies, la gente crea un mundo perfecto con estos gadgets. Lo importante es dar un paso atrás inclusive por supervivencia, los seres humanos hemos avanzado tanto debido a que podemos comunicarnos profundamente. Si no hay esa comunicación, se crean muchos peligros.
R: Yo creo que una parte que es importante es que tiene que tener un servicio. Una parte fundamental paralela a nuestra vida profesional es cómo hemos afrontado este estilo de vida sin el uso de drogas y está cabrón porque no está fácil girar tanto. Cuando te clavas mucho en tu papel, te pones la soga al cuello. Lo único que tienes que hacer es inspirar a la gente, dar lo mejor de ti y no tocar las notas perfectas.
Se trata de estar presente y si de esa presencia puedes transmitir algo a la gente, que haga que hagan lo que hacen mejor, eso es lo que importa. Como artista te tienes que enfrentar con muchos fantasmas a cada paso que das porque así lo has decidido. No es cualquier cosa pararte todas las noches sobre el escenario, está cabrón, es demasiado viaje y demasiado pensar en uno. Eso es súper insalubre, es lo peor. Es algo que podría explorarse en una segunda parte.