Durante un par de años, la promesa de un nuevo álbum de TR/ST hacía que cada mínima noticia al respecto fuera recibida con emoción por la numerosa y sólida base de seguidores del canadiense Robert Alfons.
Esporádicas presentaciones en vivo, múltiples lanzamientos de singles y el constante abandono de redes solo conseguían agregar expectativa a un álbum que ya había tomado demasiado tiempo para ser terminado. Cuando finalmente los sencillos empezaban a llegar (muchas veces de forma abrupta y sorpresiva), solo demostraron la calidad que puede lograrse al despojarse de las prisas que a veces los mismos seguidores empujan sobre las bandas.
La madurez de TR/ST fue notoria gracias al manejo de la voz de Alfons, menos escondida detrás de efectos y sin temor a mostrar fragilidad e imperfecciones. Las pocas entrevistas también permitieron dar un vistazo a declaraciones mucho más honestas, dejando claro que el álbum sería su entrega más personal hasta el momento.
The Destroyer (2019) fue lanzado el 19 de abril, precedido por un puñado de sencillos en los que la nueva sensibilidad de Alfons es notoria. Esto sin abandonar los punzantes ritmos de electrónica oscura y semi-bailable que han caracterizado a TR/ST desde sus comienzos.
Previo al lanzamiento de The Destroyer , Robert Alfons contestó algunas preguntas sobre algunos retos para este nuevo álbum, los cambios y la evolución de TR/ST.
Lo primero en llamar la atención es el intento por mostrar la voz de Robert Alfons sin efectos en gran parte del disco, aportando una postura mucho más orgánica y honesta a las 8 canciones de esta primera parte de The Destroyer .
Los sonidos etéreos, al combinarse con los discretos pero punzantes beats, perforan la oscura pista de baile y desentierran una vena melancólica de por si explotada por Alfons, pero esta vez se siente mucho más personal, señal del desencanto por repetir lo hecho en entregas anteriores a pesar de repetir colaboración con Maya Postepski y evidenciando una madurez necesaria para no volver del sonido de TR/ST algo repetitivo y poco vulnerable.
The Destroyer se está lanzando en dos partes. ¿Por qué decidiste hacer esto?
Sentí que 16 canciones eran demasiado para recibir en una sola entrega por lo que esto fue un esfuerzo para tener la oportunidad de escuchar realmente. Pero la segunda parte es mucho más sensible y atmosférica, menos errática y bailable. Se sintió mejor compartirlos por separado para no cortar nada del material pero ofrecerlo como un solo álbum en dos partes.
¿Cuáles fueron los retos más grandes a los que tuviste que enfrentarte al hacer este álbum?
El reto más grande fue llevar la música al lugar donde yo la sintiera emocionante y vibrantemente novedosa para mí. Los últimos álbumes me agotaron y no quise lanzar nada hasta que sintiera que había encontrado un nuevo equilibrio.
Desde el lanzamiento de TR/ST (2012) hasta ahora, ¿Cómo crees que ha cambiado y evolucionado el proyecto?
Siento que hay más seguridad presente en la música y en el directo ahora, y definitivamente mucho más humor. Algo que se ha mantenido igual sería el proyecto como algo más grande a una sola persona. Hay muchos espíritus contribuyendo a la creación de los álbumes, las presentaciones en vivo y el lanzamiento de estos.
¿Y cómo has cambiado personalmente?
Me siento mucho más balanceado, si eso tiene sentido. Creo que al comienzo de TR/ST estaba tan disperso y desesperado y la música se volvió una forma de enfrentarlo.
Siempre has apoyado a otros artistas trabajando en diferentes disciplinas. ¿Qué tan importante es para ti apoyarse en otras personas creativas para difundir tu punto de vista?
Soy afortunado de tener bastantes amigos creativos que me inspiran profundamente. Fue adorable tener el genio musical de Maya Postepski en este álbum, el hermoso arte de Blake Armstrong, la fotografía de Eliot Lee Hazel, Jordan Hemingway haciendo ese precioso video para “Gone”, Esther Munits y Lia Brasswell entregando sus hermosos espíritus en cada concierto.
¿Qué hay del arte de los sencillos lanzados hasta ahora (hechos por Blake Armstrong) y su conexión con el artwork del disco (fotografiado por Eliot Lee Hazel)? ¿Cuál es su relación y cómo interactúan dentro del universo de TR/ST?
Es una especie medio vaga de cuento de héroes contada a través del arte de los sencillos, lentamente terminando en tragedia. Estuve obsesionado con el trabajo de ambos por muchísimo tiempo y me siento muy honrado de haberlos involucrado.
¿Qué opinas de las drag queens que hacen lipsync o que actúan usando canciones tuyas?
¡Fantástico! Me siento eufórico de saber esto. Nunca he visto videos de estas actuaciones pero me encanta que den vida a estas canciones de una nueva forma.