El lunes de la semana pasada, falleció el conductor austriaco de Fórmula 1 y tres veces campeón del mundo, Niki Lauda, a los 70 años. Esto anunciado por su familia y después de ocho meses de recibir un trasplante de pulmón.
Desde la triste noticia, a comunidad del motorsport se ha unido para pagar tributo a una piedra angular de este deporte. Esto como visto durante el Grand Prix de Monaco y las reacciones generales del gremio.
Luca di Montezemolo, ex presidente de la escudería Ferrari diría “Tu pasar deja un enorme vacío dentro de mí” […] “Contigo he vivido algunos de los momentos más hermosos de mi vida, compartimos muchas victorias inolvidables de Ferrari y siempre estuvimos unidos por un gran afecto, incluso cuando nos encontramos compitiendo en equipos rivales.”
La estrella Lewis Hamilton diría “Extrañaré nuestras conversaciones, nuestras risas, los grandes abrazos después de ganar carreras juntos. Realmente ha sido un honor trabajar con usted durante estos últimos siete años. Ni siquiera hubiera estado en este equipo si no fuera por ti.”
Hoy, durante el funeral de Lauda, el homenaje continuo. El funeral tuvo lugar en la catedral de San Esteban, en Viena, Austria. Sobre el ataúd del piloto fue colocado su icónico casco rojo.
Lewis Hamilton, quién se considera apadrinado por Lauda fue visto dentro de la ceremonia. Además la presencia de colegas de Lauda como Alain Prost, Toto Wolff, Sir Jackie Stewart y Nico Rosberg.
Dentro de la íntima ceremonia en una de las catedrales más importantes del país, también se contó con la presencia del presidente austriaco Alexander Van der Bellen y el actor-político Arnold Schwarzenegger.
Aunque la ceremonia fue dada de manera privada, miles de austriacos esperaron bajo la lluvia por una oportunidad por despedirse de la leyenda.
Su carrera tampoco estuvo lejos de tragedia, siendo víctima de una de las más espeluznantes accidentes en la historia de la F1. El infame accidente de 1976 dejaría a Lauda con terribles quemaduras y severamente herido, de las cuales el conductor regresaría de manera increíble.
Las historias de leyenda de Lauda no acabaron con su regresos sorprendentes al deporte. Su rivalidad con el conductor británico James Hunt, sería la inspiración para la película Rush (2013).
Dentro de su envidiable trayectoria, Lauda marcaría un hito en el deporte, no solo por su habilidad y pasión, pero por su excelente toma de decisiones. Fuera del deporte, Lauda destacó como un empresario que abrió su propia aerolínea, además de tomar un rol sumamente serio como administrador en la F1. Ocupó roles como asesor técnico en Ferrari y non-executive chairman de Mercedes desde 2012, este último donde fungía como padrino de talentos como Lewis Hamilton.