La edición 72 del Festival de Cannes enfrenta grandes responsabilidades este año, no solo con cuotas a cumplir dentro de la representación y selección, pero con estrenos de relevancia dispares. En esta edición conversan grandes regresos y nuevas promesas, pero sin un solo contenido como garantía de calidad o diversidad.
Dentro del jurado seleccionado, se cuenta con la presencia de Alejandro G. Iñárritu como presidente del mismo, acompaádo por Enki Bilal, Robin Campillo, Maimouna N’Diaye, Elle Fanning, Yorgos Lanthimos, Paweł Pawlikowski, Kelly Reichardt y Alice Rohrwacher. Este como el que pretende diagnosticar el estado de la industria cinematográfica de este año.
Contando con algunas reacciones iniciales, una de las películas más sonadas de esta edición, está en Rocketman, el biopic de Elton John que protagoniza Taron Egerton. Una que se sube a una tendencia, de lo que parece ser la era de los biopics musicales, encontró una respuesta inesperadamente agradable en la crítica.
Con esta respuesta, parece que la película se encuentra en buen camino para postularse como una de las favoritas para el circuito de galardones. La celebración alcanzada cerró con una presentación sorpresa de Elton John y Taron Egerton juntos. El músico británico elogiaría al joven actor diciendo “Cuando veo la película, no veo un actor, me veo a mi mismo”.
El filme de Robert Eggers, director de la aclamada película de terror The Witch (2015), llega con The Lighthouse protagonizada por Robert Pattinson y Willem Dafoe. Un film que ha tomado por sorpresa al festival en este sutil híbrido de horror y thriller.
Uno de los regresos más importantes, está con el director español Pedro Almodóvar que presenta Dolor y Gloria. Una cinta que se pretende ser el regreso a la gracia crítica de un autor que ha estado activo en años recientes pero no ha encontrado la respuesta deseada. Regresa a su talento favorito Antonio Banderas y Penélope Cruz, quién protagonizan una cinta personal la cual ya empieza a rumorear como favorita para la Palma de Oro.
Otro regreso interesante está en Terrence Malick con su película A Hidden Life, que explora una relación amorosa en medio del enormemente trágico contexto de la Segunda Guerra Mundial. Entre las más esperadas está The Dead Don’t Die de Jim Jarmusch, que en su misión de darle un giro de art-house al género de zombies parece haber recibido reacciones iniciales negativas.
Finalmente, dentro de la selección, la película más engrandecida en medios está en Once Upon a Time in Hollywood del americano Quentin Tarantino. El autor de renombre se encuentra en lo que se entiende como el final de su carrera y hace unos días publicaría una carta abierta a Cannes 2019 donde dice “Solo pido que todos eviten revelar cualquier cosa que evite a futuras audiencias experimentar el filme de la misma manera”.
Algunos otros filmes celebrados incluyen Portrait of a Lady on Fire de Céline Sciamma, Bacurau de los directores Juliano Dornelles y Kleber Mendonça Filho, Little Joe de Jessica Hausner y Zombi Child de Bertrand Bonello, entre otras.
Detrás del cine, solo queda hablar del rol de Cannes como líder de representación en las industrias creativas. Si bien todas estas se encuentran en una problemática posición, Cannes solo ha agravado esto firmando la promesa de 5050×2020, iniciativa que busca una completa e igualitaria inclusión de género en toda la programación del festival.
Mientras que el festival trata de adaptarse a la era #MeToo, todo ha quedado en gestos superficiales. Esto como reportado en la inclusión de amenidades en los VIP Kits de los invitados, como un listado de niñeras certificadas para cuidado de niños, o zonas preferentes para lactancia. Esto mientras a la par, se presenta el regreso comprometido de una serie de talentos que públicamente han sido designados como parte del problema.
Mientras Cannes se desarrolla, es claro que hay una importante consideración hacía el panorama actual de las industrias creativas, tanto cultural como socialmente. El icónico festival, toma estas responsabilidades como líder dentro del giro y el menos en su selección tiene la oportunidad de dictaminar el tono y manera para el futuro.