De camino al Plaza Condesa, sentí una legítima preocupación porque mi garganta ronca no parecía ser capaz de resistir la cantidad de puntos IMECA que provocó la contaminación del aire en la CDMX. Me aguardaba una cita con Dave 1 y P-Thugg, quienes pisaron un escenario de la capital del país por primera vez en solitario. Lo afortunado de la situación es que Chromeo te exige más pies que garganta, pero la alegría quedó intacta.
Tras unos diez minutos de retraso, Chromeo apareció con el grito “¡Chro-me-o, ooh!” e hizo sonar las primeras notas de ‘Come Alive‘. El dúo llegó al recinto de la Condesa tras haberse presentado el fin de semana en el Corona Capital Guadalajara y ya se les notaba empapados de mexicanidad. En un excelente español, Dave 1 se presentó diciendo “nosotros somos Chromeo, sus primos de Canadá” e hizo gala de su amplio conocimiento de memes locales al preguntar varias veces “¿ontas?” como de seguro le preguntaron hace algunas semanas a través de Instagram.
En el escenario no faltaron las ya representativas piernas de mujer que sostienen los sintetizadores al tiempo que contribuyen a reforzar toda la estética de la banda. Chromeo es nostalgia por una época que no nos tocó vivir, ni a nosotros ni a ellos. Por alguna razón, este par de canadienses me hacen sentir como si rememorara buenos tiempos de la década de los setenta a pesar de que yo nací hasta la década de los noventa.
A través de su estética, sus imágenes de mujeres de elegante sensualidad que se proyectan al fondo del escenario y su música que tiene un espíritu retro, Chromeo genera una atmósfera de añoranza y de rebeldía incitada por el baile.
Al ser éste el tour promocional de su más reciente álbum Head Over Heels (2018), las canciones pertenecientes a este material se convirtieron en el núcleo desde el que se desarrolló el concierto. A pesar de lo nuevo del disco, el público ya estaba familiarizado con él y cantó sin dubitaciones. Una de las más coreadas fue ‘Must’ve Been‘. La agrupación no perdió la oportunidad para recorrer también el resto de sus ya quince años de trayectoria. El setlist otorgó momentos muy destacables, pues el dúo no estaba dispuesto a guardarse nada.
‘Somethingood’ hizo que los presentes le sacaran brillo a la pista de baile, ‘Count Me Out‘ no permitió que el ambiente se tranquilizara y para ‘Sexy Socialite‘ ya no había duda de que el lunes grisáceo que acontecía afuera del Plaza Condesa había quedado completamente olvidado y en su lugar sólo había baile.
Chromeo no es una banda que regale momentos de descanso. La energía que emana de sus dos integrantes parece inagotable. Dave 1 abarcó varias veces la superficie que el escenario le permitía. Se acercó a su gente en un par de ocasiones y en ningún momento abandonó su pose de chico cool con lentes oscuros y chamarra de cuero. Pidió baile, pidió palmas, pidió brazos arriba y ofreció energía a manos llenas. Junto a P-Thugg, la química es fantástica y refleja una historia de ya quince años de hacer música, viajar, reír y fiestear en conjunto.
Salí del venue con sudor en la frente como si hubiera imitado a la instructora de aerobics de un video reproducido en una videocasetera de hace varias décadas. Como si hubiera recordado a través del baile una época que no me tocó vivir.