Este viernes 19 de abril Tim Baker, vocalista y principal compositor detrás de la agrupación canadiense Hey Rosetta!, sorprendió a sus seguidores con su álbum debut como solista, el material intimista Forever Overhead (2019), el cual contiene 11 canciones sobre los problemas de relaciones y la alineación moderna.
Es un material con una historia muy compleja detrás, con un proceso de elaboración en el cual Baker tuvo que regresar a sus años de infancia, retomando influencias en cantautores como Jackson Brown y Randy Newman. Es un álbum con una composición cruda y observacional que contó con la producción de Marcus Paquin, quien ha trabajado con The National, Local Natives y Timber Timbre.
Es por todo ello, que el cantautor canadiense ha decidido mandarnos en exclusiva un texto en el cual detalla las historias detrás de cada una de las canciones que componen a este álbum.
Es una canción sobre anhelar: amor (lujuria, intimidad, conexión); juventud (el pasado); naturaleza. Para mí, ésta siempre ha sido una canción que canta alguien que está retenido, convaleciente tal vez, alguien que sueña que está vivo y cerca del amor.
Trata sobre crecer en St. John’s (Terranova). Es una especie de himno a la nostalgia sobre regresar al hogar, al pasado, si no en vida, por lo menos en la muerte. Supongo que es una canción sobre la nostalgia por mi juventud, pero termina celebrado que este lugar es parte de mí, junto a todas las personas que he amado y me han formado.
Una canción muy simple sobre pedirle a alguien que se abra y confíe en ti.
Otra oda a St John’s, quizá esta es más obvia. Es sobre cómo el terrible clima de la ciudad realmente logra afectarnos emocionalmente, pero una de las formas en las que logramos protegernos de esto (además de las bromas y el alcohol) es a través de la música. No había notado hasta que me mudé que esta catarsis colectiva al compartir música se da todo el tiempo en Terranova. Agradezco esto porque obviamente me ha forjado.
Más anhelos. Esta llegó cuando vivía en un condominio en el centro de Toronto. Me sentía tan divorciado de la naturaleza a la que estaba acostumbrado. Y tan divorciado de mi propio cuerpo. Sentía que le estaba negando a mi cuerpo los movimientos que deseaba, las acciones para las que lo crearon y el escenario para el que se construyó. Así que esta canción es sobre el sexo (la acción que aún hacemos mucho -espero- y para la que definitivamente fuimos diseñados) como una puerta de entrada a nuestro pasado físico/ evolutivo y también a nuestro destino. El compañero en el acto es como una puerta que cuando pasas por ahí convierte las autopistas en ríos, los edificios en árboles, la ciudad en bosque y tu cuerpo y tu vida en lo que fue hecho para ser, por así decirlo, aunque solo sea por un tiempo.
Una canción muy obvia sobre arrepentimientos amorosos, desventuras y corazones rotos que pensé mientras estaba en la boda de una ex novia.
Es sobre una amiga mía, su horrible año, nuestro pasado histórico, nuestro futuro también.
Más arrepentimientos románticos, más amor y anhelo por este.
Hace unos años, varios amigos míos se encontraban en el hospital bajo tratamiento por cáncer. Escribí esta canción para ellos, y también para todos los demás que vi allí, luchando por su vida.
Hace un par de años tuve un pensamiento mientras pasaba por una obra en construcción en la que me detuve para ver las excavadoras. En el arbusto a mi lado noté que había varios pájaros. Justo al lado de este estruendoso lugar donde la tierra tiembla, todas estas aves continuaban como si nada, en esta ciudad donde otra parte de tierra estaba siendo robada de ellos para convertirse en condominios ejecutivos.
Entonces me di cuenta de que, por más que estamos arruinando este mundo (y parece que estamos haciendo precisamente eso) la naturaleza siempre ganará. Los pájaros continuarán llevando gusanos a sus nidos, incluso si sus nidos están posados en el marco de acero de un rascacielos sin terminar. Y eso somos nosotros. Somos naturaleza, ese es nuestro equipo. Ya sea que seamos ecologistas y apoyemos a nuestro equipo, o seamos imbéciles, sigue siendo nuestro equipo y siempre ganará.
Una canción sobre el final de la noche, metafóricamente el final de Hey Rosetta!, y el anhelo de que toda la diversión nunca se detenga.