Aun en un mundo interconectado, en el cual podemos ver lo que sucede al otro lado del mundo con tan sólo oprimir un botón sobre nuestro celular; el arte, la cultura y la gente de Japón nos sigue sorprendiendo como si se tratara de un país perteneciente a otro planeta. Su modo perfeccionista de ver al mundo no sólo ha servido para generar y popularizar a sus propias expresiones, si no también para integrar elementos únicos a las expresiones de otros. El techno y la música electrónica no son una excepción.
De acuerdo a lo publicado por DJ Mag, la industria de la electrónica popularizada en ciudades como Detroit, Berlín y Chicago, no hubiera encontrado su desarrollo sin la industria japonesa de instrumentos electrónicos. “Sin el Roland T-303 no habría acid. Si Tadao Kikumoto no hubiera diseñado la caja de ritmos TR-909, Jeff Mills nunca se hubiera convertido en un maestro de los beats“, declara la publicación.
Gracias a proyectos como Yellow Magic Orchestra, el país nipón se convirtió en uno de los primeros en presentar álbumes que experimentaron con instrumentaciones electrónicas. Su álbum debut homónimo se convirtió en el primero que utilizó sampleos de sonidos de videojuegos 8 bit para su composición. Sin embargo, su posición geográfica no permitió que sus exponentes recibieran la atención y el reconocimiento histórico de exponentes alemanes como Kraftwerk.
Con miras a la próxima visita de DJ Nobu a la Ciudad de México, este próximo 10 de mayo en Foro Normandie, nos hemos propuesto a poner una mira sobre los productores más sobresalientes de la industria nipona.
Miembro fundador de Happy End y de Yellow Magic Orchestra, el nacido el 9 de julio de 1947 en Tokio, se convirtió en uno de los artistas japoneses que mayor impacto han tenido dentro y fuera del país gracias a sus experimentos con el ambiente, el techno y el house. Eso sin mencionar su papel como precursor de todos estos géneros más el icónico chiptune que tanto relacionamos con los videojuegos del Japón.
El compositor y pianista comenzó su carrera dentro de la icónica agrupación conocida como Yellow Magic Orchestra, en donde compuso la mayor parte de las armonías a teclado de su banda. Después de ello se dedico a crear música experimental con fusiones electrónicas. Bajo su brazo se encuentran clásicos imprescindibles del electro-japonés como Riot In Lagos y B-2 Unit (1980).
Baterista y vocalista original de YMO, el nacido en Meguro, Tokio, siguió con la serie de carreras exitosas como solistas de sus compañeros con una trayectoria que incluye soundtracks de animes, películas y más de 30 álbumes de música electrónica, entre los cuales se encuentra Neuromantic (1981), un material conceptual que sigue la historia de la novela homónima de William Gibbson.
Conocido por su nombre artístico de Takkyu, el residente de la ciudad de Shizuoka alcanzó la fama a mediados de la década de los ochentas como el productor y tecladista detrás de la banda de synthpop Denki Groove. A partir de su separación, se dedicó a la producción de techno.
El productor de Sapporo se convirtió en uno de los principales exponentes electrónicos del país en tener una fuerte influencia del techno estadounidense. Su música es una mezcla del intenso sonido de Detroit con elementos chiptune que le dan aquella pizca de genialidad japonesa.
Uno de los DJs más respetados del mundo entero, el nacido de Kyoto ha sido aclamado por artistas como Jeff Mills y Juan Atkins gracias a su combinación de minimal techno con dub y hip -hop. Él obtuvo rápidamente el reconocimiento internacional debido además a su talento como empresario, dirigiendo su propio sello discográfico bajo el nombre de Torema Records.
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Originario de la ciudad Chiba, Japón, DJ Nobu es uno de los nombres más representativos de la escena electrónica global debido a su capacidad de dibujar y crear espacios sonoros únicos que cargan con una identidad tanto bailable como futurista.
El nacido en un pueblo pequeño del este de Tokio se desarrolló sobre una mentalidad internacional debido a sus viajes de adolescente. Aprendió inglés y descubrió al techno mientras era estudiante universitario. Desde entonces se ha dedicado a crear un deep techno, complejo y repleto de detalles armónicos interesantes, lo cual lo ha llevado a ser uno de los productores más aclamados de la industria internacional.
Fundador y co-director del sello Katharsis Recordings, Masafumi empezó a producir techno para pasar sus noches solitarias dentro de su departamento en la pequeña ciudad de Kochi. Con el tiempo se ha convertido en un maestro que crea mezclas únicas en las cuales la tensión es su marca personal.
Productor nacido en la ciudad de Tokio, Ryogo se ha convertido en uno de los actos más importantes de la escena de techno japonesa. Al igual que Ken, Ryogo está fuertemente influenciado en las escenas de techno noventeras procedentes de Detroit.