A través de un comunicado escrito dentro de su página de Facebook oficial, el grupo Botellita de Jerez se ha posicionado a favor del Movimiento Me Too en una serie de reflexiones que derivan del suicidio de su bajista Armando Vega Gil tras una acusación de acoso en su contra.
“Proponemos una seria reflexión en torno al suicidio en general. Privarse de la propia vida en sí mismo no representa cobardía o valentía; tampoco es una falsa salida, ni necesariamente es consecuencia de severas alteraciones emocionales“, declaran dentro de la publicación, agregando que la muerte no puede generar emulaciones ni un Me Too Hombres.
El pasado dos de abril, Paola Hernández, manager de la banda, anunció la separación del grupo. “En estos momentos ellos no tienen palabras, vamos a guardar unos días de silencio, después informaremos lo que pasará, lo que sí les informamos es que la banda se acaba hoy y cada uno seguirá con sus proyectos personales”, declaró la representante de esta agrupación formada en la Ciudad de México en 1983. Botellita de Jerez alcanzó la fama debido a su enfoque irreverente, repleta de albures en las canciones dentro de las cuales combinaban elementos del son, el blues, la cumbia y el rock clásico.
“Nosotros, quienes hemos conformado Botellita de Jerez, reivindicamos el feminismo y las nuevas masculinidades que se afanan en lograr la equidad de género“, describen. “Respetamos la decisión que tomó en un momento crítico y muy agudo de su existencia, pero queremos enfatizar que ni la causa feminista ni el movimiento Me Too, son culpables de su suicidio”, se lee dentro de la carta escrita por el resto de los miembros de esta agrupación precursora del rock en México. “Nos oponemos resueltamente a la violencia contra las mujeres, expresada en acoso, hostigamiento, violaciones y bárbaras expresiones de misoginia, como los nefastos feminicidios”, continua el escrito.
Dentro de la carta previa al suicidio de Armando, el instrumentista escribió “no se culpe a nadie de mi muerte“, un mensaje que ha sido repetido y analizado por docenas de medios a lo largo de todo el país. Es su significado el que apoya por completo a este nuevo comunicado de Botellita de Jerez, en el cual reiteran que esta expresión debe ser “asumida como un deseo genuino y patente de Armando”.
Vega Gil fue encontrado sin vida el pasado lunes tres de abril, pocas horas después de hacer pública su carta suicida y de haber sido señalado en la cuenta #MeTooMúsicosMexicanos como un acosador de menores de edad. En su escrito, él afirmó que su imagen como figura pública ha sido dañada de forma irremediable. “No veo otra salida más que el suicidio“, escribió el músico.
MeTooMúsicosMexicanos fue el punto de enfoque para la industria a la cual representó durante los últimos días. Bajo una política de denuncia a partir del anonimato, la cuenta permitió un escape a cientos de mujeres afectadas por el abuso y machismo implícito en este país. Una plataforma que sirvió como un medio para buscar justicia, apoyo y solidariad, pero que también mostró notables cadencias en su habilidad para legitimar sus acusaciones, cosa que Botellita de Jerez criticó en su publicación.
“Principalmente deseamos reflexionar sobre los instrumentos mediáticos, plataformas y redes sociales en su papel de foros de denuncia de agresores sexuales. Reconocemos que, hoy por hoy, el anonimato de las víctimas es un recurso que las protege de nuevas agresiones y revictimizaciones. Somos conscientes que el aparato de impartición de justicia es deficiente, misógino y no ha funcionado a favor de las afectadas, sino al contrario”, empiezan en su posición respecto a la polémica cuenta de Twitter, para agregar que “por otro lado, consideramos que los espacios de denuncia pública necesitan urgentemente de filtros, protocolos, normatividades internas y marcos éticos que garanticen el ejercicio de los derechos de presunción (de inocencia, verdad, justicia y reparación, logrando distinguir las venganzas oportunistas). No hacerlo nos coloca frente a un escenario de futuras imputaciones sin sustento, a la exhibición mediática de inocentes, linchamientos morales, estigmatización, descrédito y daño en la reputación de las personas señaladas y sus familias. Desde nuestra reciente experiencia les decimos: las consecuencias pueden ser lamentables y sin sentido, perpetuando la violencia irracional en que nos seguimos sumergiendo“.