El segundo día del Mercedes-Benz Fashion Week México se inauguró en una nueva sede para el evento: el Frontón México. El espacio permitió la entrada a asistentes que probablemente no hubieran llegado al evento de haber sido organizado en alguna de sus sedes anteriores (mucho más lejanas) Este segundo día fue posible gracias al apoyo de Amazon México, quien se encargó de presentar los desfiles para Otoño / Invierno 2019 de Lorena Saravia, Alexia Ulibarri y Colectivo Diseño Mexicano, este último conformado por Alejandra de Coss, Eilean, Amor & Rosas y Larissa Torres, cada una mostrando una colección propia.
Lo presentado por Alejandra de Coss llamó inmediatamente la atención por los colores llamativos, sólidos y contrastantes, resultado de la amplia gama cromática utilizada. El tratamiento de las prendas permitía este contraste al combinar diferentes texturas, técnicas y telas en un mismo modelo: guantes mitad blancos y mitad negros, faldas amplias construidas con este mismo concepto gráfico, y llevando este concepto hasta la combinación de prendas incompletas sobre piezas terminadas. Nota aparte, que las modelos salieron al ritmo de “Chase the Tear” de Portishead sonando a todo volumen, sin duda agregó poder a la presentación.
Eilean pareció opacada superficialmente por su propuesta sobria en comparación a las demás. Los colores pasteles y grises no lograron transmitir la misma emoción, a pesar de tratarse de piezas fabricadas con una meticulosidad imperceptible a simple vista.
Amor & Rosas aprovechó la pasarela para exhibir prendas delicadas en su elección de telas y dinámicas en su uso. Muchas de estas piezas adornadas con bordados delicados que mostraban el interés por incluir una majestuosa mano de obra para su elaboración.
La presentación de Larissa Torres incluyó la participación de Elsa y Elmar, cuya música no necesariamente conectaron con la presentación pero sí supieron utilizar la plataforma para presentarse ante un público que probablemente nunca los hubiera conocido, todo de manera efectiva.
Por su parte, Larissa jugó con telas sintéticas y colores igualmente variados, provocando una exhibición de una plétora de estilos en un mismo desfile. El styling fue exquisito: ninguna modelo repetía los mismos zapatos, que sin duda serán las piezas más vendidas de esta colección.
Este tipo de iniciativas de fungir como colectivo sin duda ayuda a abrir las plataformas a un número más amplio de diseñadoras que probablemente no se encontrarían juntas habitualmente en un evento como este, crea un discurso refrescante con el público y consumidor, usando formas innovadoras de crear, producir y vender vestimenta.