Mathilde Fernandez, difuminando la barrera entre realidad y ficción #BandsYouNeedToKnow

// Por: Staff

mié 27 marzo, 2019

Por: Hermilo Isaac

En esta sección nos sumergimos a la mente detrás de nuestros proyectos emergentes favoritos. Sean nacionales o internacionales, los músicos nos cuentan sus razones para hacer arte. 

Lugar de Origen: Bruselas, Francia
Año de Fundación: 2015
Miembros: Mathilde Fernandez 

El festival NRMAL se posiciona como uno de los mejores eventos para conocer propuestas y talentos que pretenden llegar a más oídos con su música. La labor de hacer el “booking”, presentar al artista y hacerlo atractivo para incluirlo en el cartel es parte de la emoción compartida entre los managers, disqueras y el staff del festival.

Audrey del Piccolo, manager de Mathilde Fernandez, nos contó cómo fue que la descubrió en una playa, entregándose en el escenario para sólo tres personas. La pasión y chispa con la que Mathilde vive la música fueron suficientes alicientes para presentarla en la décima edición del NRMAL.

El relato de historias

Unos ojos ampliamente abiertos y siendo cubiertos por unas gafas rojas nos estaban aguardando para contarnos de qué va su primera presentación en nuestro país.  “Quiero contar historias, me gusta contar historias con mi música. Cada canción, cada álbum es diferente. También hago referencia a la memoria colectiva y el periodo de la Edad Media es la base de mis letras“, me declaró previo a afirmar lo que quiere decir la memoria colectiva. “Hay mucha gente que persigue un mismo sueño. En mi primer EP, “Live à Las Vegas”, hablo sobre ello, de una chica que nació en un país como Rumania, Albania o alguno de Europa del Este y se esfuerza por tener una vida mejor, pero fracasa“. 

Ella tiene este sueño americano de triunfar en un lugar como Estados Unidos. Mathilde es una persona que siempre tiene activa la cabeza con ideas, con imágenes. Le gusta alimentar esas fantasías con su música. Tiene una afinación hacia el misticismo, el esoterismo, las brujas, historias medievales, la magia y la quiromancia, haciendo mención a su etapa adolescente, en la que se consideraba una chica gótica, escuchando bandas como Burzum, Rammstein e incluso Marilyn Manson, de quien se sigue considerando gran seguidora, “quiero que cada EP sea un nuevo contenido. Y la última canción del disco Live à Las Vegas tiene una letra mística. Es una manera muy a la francesa de escribir. Algunas palabras y construcciones”.

Los sueños como conexión entre la fantasía y la realidad

Escribir es crear un collage de imágenes, de recuerdos y de ideas a palabras de la cantautora, “como un poema que va saliendo poco a poco, hablo de la muerte de la protagonista de esta historia, la maté“, declaró. Una de sus grandes influencias es el personaje de Nostradamus, conocido principalmente por sus profecías sobre el fin del mundo, la destrucción de las cosas y las señales que anunciaban un cataclismo que se acercaba. Según relata, fue con quien se comenzó en este mundo místico. Los sueños son importantes para Mathilde, “es una conexión entre la fantasía y la realidad“. 

Si llego a recordar algo, soy afortunada. Normalmente no recuerdo mis sueños, pero sí mis fantasías, que a veces me persiguen y otras veces a mí se me escapan. Trato de mantener un espíritu de niña, un alma joven. Estamos bombardeados de toneladas de información en redes sociales y tomo lo que ayuda a crecer estas ideas. Pienso que no debemos sentirnos avergonzados de mostrar aquello que nos hace feliz, de sentirnos como niños y jóvenes haciendo lo que nos gusta. Para Mathilde es muy importante la idea del performance“, relató.

Dentro de las influencias musicales que nos contó, mencionó a Su Majestad Imperial Silverio, conocido por lo grotesco y espontáneo de sus presentaciones. Bobby Beausoleil compuso una de sus bandas sonoras favoritas, en específico de la película Lucifer Rising. Nightwish, Siouxsie And The Banshees, Giorgio Moroder, Kate Bush y Fleetwood Mac son algunas bandas que también favorecieron sus composiciones, englobando un abanico versátil de corrientes y sonidos en su música.

Tuve la fortuna de crecer en un ambiente muy musical y escuchaba mucho a The Beatles desde niña junto a otros clásicos como Kate Bush, Pink Floyd, Fleetwood Mac. Ya en la escuela descubrí otras bandas que me enseñaban mis amigos, que eran bandas de metal como Burzum y Rammstein y electrónica como Giorgio Moroder. Hoy día sigo descubriendo bandas, hasta de proyectos mexicanos como Silverio, estoy muy emocionada porque en estos días le conoceré. Me llaman mucho la atención sus shows porque se desviste y le lanzan cosas, cerveza, basura, vasos“.