El pasado 2 de febrero se cumplieron 14 años de la publicación del álbum debut de Bloc Party Silent Alarm (2005), un material de post-punk-revival que llegó repleto de ideas frescas respecto al uso de sintetizadores dentro del movimiento alternativo que se estaba generando dentro del Reino Unido en la época. Ahora es reconocido como un clásico de la década y uno de los álbumes debut más emocionantes que ha tenido la industria.
Es por ello que a lo largo del último año la agrupación liderada por el vocalista Kele Okereke y por el guitarrista Russell Lissack, ha estado ocupada en una gira en el cual interpreta al material de principio a fin como forma de celebrarlo.
Hasta ahora sólo, la agrupación solo había presentado a este concierto en las principales ciudades de Inglaterra, pero la banda ha decidido extenderlo a Estados Unidos, lo cual nos da la posibilidad de que se concrete algo en México en un futuro próximo.
“Queridos Estados Unidos de America, llevaremos el tour de Silent Alarm a sus ciudades a finales de este año. Los boletos se podrán comprar a partir de este viernes”, declararon en sus redes sociales, agregando un póster con el anuncio de las siete fechas que presentarán dentro de territorio norteamericano. Las ciudades incluyen a Washington DC, Filadelfia, Boston, Nueva York, Los Ángeles y San Francisco.
Estas son las primeras fechas confirmadas tras su interpretación en Londres y en Leeds en octubre del año pasado, pero la banda ha declarado que seguirá con esta gira a lo largo de estos 12 meses, con muchas fechas en camino a ser anunciadas por America y Europa.
En una época repleta de cuartetos centrados en hacer música rock convencional, con guitarras en el centro de su instrumentación, Bloc Party supuso una vuelca de tuerca a lo preestablecido dentro de aquellos años. Seguía siendo una banda común de rock-pop con canciones bailables, baladas melancólicas e himnos de estadio, pero también integraron dulces melodías repletas de experimentos con sintetizadores, voces sampleadas y largos solos de guitarra fundidos en tantos efectos como pudieran generar.
Aunado a esto, Kele Okereke se convirtió en uno de los letristas más aclamados de su generación gracias a las 13 canciones que componen a este material, repletas de descripciones precisas sobre cómo es la vida juvenil en Inglaterra. Repletas de una fragilidad emocional punsante, las canciones significaron un gran escape para las docenas de miles de personas que compraron al álbum en su semana de lanzamiento.
Tras la partida del bajista Gordon Moakes y del baterista Matt Tong, la banda sufrió ante una gran pérdida de identidad tras el lanzamiento de su debut, generando una colección de álbumes que han sido muy mal recibidos por la crítica.