Con tanta buena música que se lanza semana a semana, es difícil decidir a cuál material o artista vale la pena prestar atención. Cada siete días, WARP comparte una lista de los cuatro estrenos más significativos, sea por méritos artísticos o impacto cultural, estos son los álbumes que tienes que escuchar.
Esta semana se lanzaron discos nuevos de propuestas que aun se sientes frescas para la industria, la cantante pop Jenny Lewis ha tenido un gran recibimiento crítico con On The Line (2019), su seguno material de estudio. Por otro lado, los nu-gazers de These New Puritans han logrado mantener a su público interesado con la intensidad de Inside The Rose (2019). Además el duo de música electrónica ha seguido al borde de la experimentación con LP 5 (2019) y Lucy Rose ha entregado otro álbum repleto de apertura emocional con No Words Left (2019).
Sin embargo, en esta ocasión nos hemos dirigido a lanzamientos más clásicos con el tercer álbum homónimo de los padres del mid-west emo American Football. El nuevo material del icono del new-weird-america Andrew Bird y un par de trabajos experimentales de agrupaciones europeas y un miembro de Animal Collective.
Tras el lanzamiento de Boys (2019), el nuevo álbum de pop-experimental de Panda Bear como solista, la otra parte fundadora de Animal Collective ha decidido entregar un álbum que podría pasar como un material de la agrupación, contrario al de Noah Lennox.
Texturas complejas, malodías vocales a la Beach Boys, estructuras progresivas y una mezcla intensa de guitarras y tambores con elementos electrónicos que crean atmósferas de intensos colores psicodélicos. Este es probablemente el mejor álbum que ha lanzado cualquier miembro del aclamado proyecto de neo-psicodélica, fuera o dentro del nombrede Animal Collective y lo hace sin tratar de expandir su imaginario con nuevos referentes, herramientas o sonidos.
Calificación: 8.0
Tras una espera de más de veinte años entre el icónico álbum debut homónimo de esta agrupación norteamericana y su segundo lanzamiento, no se sintió tan largo el lapso de tiempo en el cual American Football guardó silencio para lanzar su tercer material. Precursored del emo y ahora auto-nombrados como exponentes del post-house, el cuarteto liderado por Mike Kinsella acaba de entregar la secuela que habíamos esperado del primer álbum.
Lejos quedan los errores de su segundo material, la repetición constante y las letras repletas de frases condecendientes han sido bien suplidas por una instrumentación que hace uso de todos los elementos que hicieron de su debut a un álbum tan importante, expandiéndolo con las voces de un buen puñado de invitadas especiales que le entregan una mayor fragilidad a las piezas. Los instrumentos de viento y en especial los xilófonos agregan una nueva capa de inocencia a los relatos de Kinsella, quien ya no se enfoca en el valor de la juventud; si no, en la importancia de recibir a la muerte con los brazos abiertos.
Calificación: 7.5
Este disco del multinstrumentista americano Andrew Bird da honor a su propio nombre. My Finest Work Yet provee 45 minutos de arreglos instrumentales complejos muy bien ensamblados que van del todo con el estilo distintivo del músico, el cual llega adornado con icónico chiflido de experto.
Al escuchar este álbum completo, es difícil a elegir un canción favorita, pues todas nos dan algo diferente en su composición y su mensaje. Por ejemplo ‘Olympians’ con un coro que haga referencias a la anatema de las noticias de hoy en dia. Se puede asumir que el álbum estaba compuesto con temas en cuenta, pero Bird no fuerza sus opiniones al oyente; él acomoda todo en una variedad de puntos vista distintos en su sociedades y pensamiento político a través de sus letras, abriendo una puerta para el debate.
De ningún modo se debería de pasar por alto que toda la banda tiene su propio brillo dentro de la integridad del álbum – la percusión en la canción ‘Proxy War’ por Ted Poor es parecida a la de un comando militar.
Calificación: 7.0
Decimotercer LP de Lambchop, banda que logró crear una vez más a un buen álbum. Las letras de sus canciones están repletas de observaciones a la situación política y es un ejemplo perfecto sobre cómo una banda puede crecer con los años.
Kurt Wagner, frontman de Lambchop, no le tiene miedo al Auto-Tune, pues en este material le agrega un sonido estupendo a la banda, un proyecto que se distingue por ser poco convencional, pero involucrando cambios en el tono de la voz con este software logran dar un paso más en su proceso de experimentación.
El álbum abre inmediatamente con una voz con zumbidos en ‘The New Isn’t so You Anymore’, sobre la cual se cantan temas un poco sombríos, pero en una manera muy agradable. Desde ahí, se puede esperar un profundo proceso personal a través del disco, siendo obvio al observar los títulos de las primeras siete canciones, en las cuales predomina la palabra “you”.
Califación: 7.0