La imposibilidad de escuchar música rock en Cuba ha sido uno de los fenómenos culturales más complejos a los cuales se ha enfrentado la isla. Por cuestiones políticas y económicas, el público cubano ha perdido muchas oportunidades de disfrutar a algunas de las bandas más importantes de la historia. Pero después de la visita de The Rolling Stones en 2016, las cosas han avanzado poco a poco hasta que ayer se vivió por primera vez un concierto de Blondie en La Habana. La agrupación estadounidense pisó por primera vez el suelo cubano para ofrecer un concierto que quedará marcado en la historia del rock en Cuba.
Anoche, los primeros en pisar el escenario fueron Sintesis, banda de rock-jazz afrocubano liderada por el bajista Carlos Alfonso. Con tan solo seis canciones, la agrupación logró poner al público a bailar al ritmo de canciones como ‘Si Yo Fuera’ e ‘Iyaoromi’, la cual fue dedicada a Yemaya, deidad femenina del mar cubano. Durante un aproximado de 40 minutos, los ocho músicos de Sintesis demostraron con su talento y versatilidad el por qué han sido nominados a los premios Grammy Latino.
Una vez concluido el show de Sintesis, el público quedó expectante ante la salida de Blondie. Un auditorio abarrotado, en el cual las entradas costaron $20 en moneda nacional cubana, un aproximado a $0.90 dolares, permitieron que fans de todas las edades y lugares de Cuba se acercaran a un tipo de show al que pocas oportunidades han tenido de ver.
Las luces del Teatro Mella se apagaron y tres pantallas al fondo del escenario proyectaron una interferencia que se disolvió paulatinamente en el nombre de la banda. El primero en aparecer en escena fue Tommy Kessler, a quien no le importó interrumpir el ambiente con los acordes de ‘One Way Or Another’ para enloquecer a un público que desde el primer momento comenzó a bailar desde su butaca. La agrupación se apropió del Teatro Mella como ninguna otra banda lo ha hecho antes. Luces de colores por todos lados, un sonido ensordecedor y la actitud de Debbie Harry, que no dejó de bailar y brincar por todo el escenario, dejaron sin habla a los cubanos.
La ausencia del guitarrista Chris Stein dejó un hueco en la base rítmica de canciones como ‘Doom Or Destiny’ y el clásico ‘Call Me’, pero fue siendo sustituida por la experiencia de Clem Burke en la batería y Leigh Foxx en el bajo. Uno de los momentos más interesantes de la noche fue cuando la agrupación interpreto ‘Sugar On The Side’, canción que originalmente acompañan con los colombianos de Systema Solar, quienes en esta ocasión fueron sampleados y proyectados en las pantallas traseras a la banda. El concierto se transformó en un ambiente lleno de misticismo en el cual la presencia de Debbie Harry hipnotizó a todo el público cubano y ella les respondió con pequeñas sonrisas y saludos. Uno de los hechos más interesantes de la noche fue la chamarra de Debbie, la cual decía “Dejen De Follar Al Mundo” por la cual constantemente daba la espalda.
El climax del concierto se vio hilado por ‘Orchid Club’, ‘Fight For Your Right’, originaria de los Beastie Boys, ‘Atomic’, ‘Heart Of Glass’ y ‘I Feel Love’ de Donna Summer. En cada una de estas canciones, cada uno de los integrantes dieron a entender la razón del porqué Blondie se convirtió en una de las agrupación legendaria del new wave y punk rock. Debbie Harry posee una actitud por la cual no pasan los años y parece estár dispuesta a morir en un escenario. Clem Burke se ve dispuesto a romper su batería con cada canción y en subir el ritmo de las canciones hasta destruir el auditorio. Las líneas de bajo interpretadas por Leigh Foxx parecen ser tocadas con ganas de despertar a los vecinos. Además, los integrantes más jóvenes de la alineación, Tommy Kessler y Matt Katz-Bohen, destacan por su gran acople a la banda.
Tras salir durante unos minutos del escenario, Blondie regresó para interpretar los últimos tres temas de la noche. El primer de ellos ‘Fragments’, tema de su último disco titulado Pollinator (2017). Entre cientos de aplausos que aclamaban por más canciones la agrupación, fueron invitados al escenario los músicos de Síntesis a interpretar ‘The Tide is High’, con lo cual el escenario era más cercano a una fiesta cubana que a un concierto de rock. Para concluir la noche y con fans pidiendo por más, ‘Dreaming’ permitió que la banda se fuera satisfecha del escenario agradeciendo la oportunidad de presentarse en Cuba por primera y probablemente última vez.