En el contexto de las tensiones sociales en los Estados Unidos, con la alza en grupos de odio y una problemática dinámica social que se refleja en injusticias diarias, cada vez es un tema más delicado.
En enero de este año, el actor Jussie Smollett, reveló una terrorífica experiencia al describir un incidente donde fue atacado y golpeado por dos hombres enmascarados gritandole términos racistas y homofóbicos.
El actor describió el ataque como la consumación de una serie de amenazas recibidas por partidarios del presidente Donald Trump e incluso entró a detalle de cómo los atacantes pusieron una soga alrededor de su cuello y derramaron cloro sobre el.
Hoy se declaró, a través del Departamento de Policía de Chicago, que Smollett se ha entregado a sí mismo revelando que el ataque fue montado. Él mismo mandó correos de amenaza y contrató a los atacantes.
Según los reportes, la motivación de Smollett para montar este ataque racial y homofóbico, fue debido a una insatisfacción por la remuneración que ha recibido como parte del elenco de la serie americana Empire.
Todo comenzó con Smollett “recibiendo” correos de amenaza y odio, además de alusiones al MAGA (Make America Great Again), slogan de campaña de Donald Trump. Posteriormente el actor decidió contratar a los hermanos Ola y Abel Osundairo para atacar la madrugada del 29 de Enero.
Durante el desarrollo de la investigación policial los atacantes fueron detenidos y revelaron detalles sobre la contratación de Smollett. Los hermanos testificaron en contra del actor en la corte, donde este continuó mintiendo con la historia de un ataque racial. Smollett actualmente se encuentra en custodia bajo los cargos de levantar un reporte policiaco falso y disorderly conduct.
La noticia ha sido una ofensa para muchos, ya que el actor afroamericano y homosexual, construyó una narrativa social y legal por medio de constantes comunicados en redes sociales, así como apariciones públicas. La respuesta de la industria y los medios de comunicación fue de completo apoyo al actor, exigiendo justicia aparte de elevar esta historia en un interés por atraer una mayor atención a estos incidentes.
En medio de la reacción mediática incluso Donald Trump condenó el ataque diciendo ”Eso, les puedo decir, es horrible ” […] “Lo he visto anoche. Creo que eso es horrible. En lo que a mí respecta, no empeora “.
El superintendente jefe del Departamento de Policía de Chicago, Eddie Johnson, dijo en una conferencia después del arresto “un joven con problemas ” que ha “aprovechado el dolor y la ira del racismo para avanzar en su carrera”. También recalcando que entiende el enojo del público ante la revelación y esperando que este “hoax” tenga tanta difusión mediática como lo tuvo el ataque.
Esta manipulación de tensiones sociales por parte de Smollett no sólo parece venir de un lugar poco empático a la realidad de estas importantes situaciones, pèro también motivada por una situación completamente ajena al ataque que el actor monto.
Esta situación ahora existe como un precedente importante para lo que podría terminar afectando más a las verdaderas víctimas de este tipo de ataques, así como de la constante lucha de grupos marginalizados por legitimar sus voces.