Si hay algo que no ha faltado a lo largo de los últimos 12 meses, en nuestro Yearbook, son las canciones. No importa la cantidad de álbumes, artistas y conciertos que se vivieron en todo el mundo, el ser humano pide música por naturaleza y la forma más sencilla de cumplir con esta necesidad es con la escucha de un sencillo.
Una experiencia rápida y fácil, pero que puede llegar a ser tan emocionante como para cambiarle la vida de alguien. Estas son algunas de las piezas lanzadas a lo largo del 2018 que creemos que tienen la capacidad para hacerlo.
Este año el trio de hip-hop experimental más famoso del mundo regresó con un álbum brillante titulado Year Of The Snitch (2018), material que critica a la cultura web desde su epicentro, que brilla gracias a sus experimentos sonoros, repletos de elementos glitch.
‘Death Grips Is Online’ es la locura de canción con la que abre el material, en la cual MC Ride grita que ya está conectado en la web y que su comunidad de amigos ‘hijos de puta’ le van a llenar el día de rosas azules, haciendo énfasis en la inexistencia de lo cibernético. El título de la canción tiene un segundo grado de lectura, pues se refiere a un tuit que la banda lanzó poco después de recuperar su cuenta en la red social de manos de Epic Records.
A sus 22 años de edad, Mellow Fellow se ha convertido en una de las sensaciones de la Internet gracias a sus piezas instrumentales lo-fi en las cuales combina sucias grabaciones de guitarras acústicas, sampleos de cantos y su propia voz. Al cabo de los meses, sus lanzamientos se han ido acomplejando hasta crear una amalgama sonora en la cual se pueden apreciar influencias jazzísticas dentro de sus atmósferas dream-pop.
Su trabajo recuerda a la obra de artistas como Connan Mockasin y Ariel Pink en el mejor de los sentidos. Un joven autodidacta que sobresale en esta pieza lanzada a mediados del presente año, con guitarras surf, una melodía nostálgica pegajosa, sintetizadores dreamy y una serie de down-tempos emocionantes a mitad de la canción. La pieza lo coloca como uno de los proyectos emergentes más excitantes en el mundo.
Tras abandonar su puesto como guitarrista y compositor de la masiva agrupación conocida como Mew, el danés Bo Madsen decidió tomarse un tiempo para trabajar en varios proyectos que tenía en mente desde hace años. Publicó un libro sobre el diseño escandinavo, empezó a pintar impulsivamente y formó una nueva agrupación musical integrada por niños de entre 9 y 15 años. Ese proyecto se llama Turbolens y estuvo activo de principios del 2017 a noviembre del presente año con un gran éxito mediático dentro de Escandinavia.
Instrumentaciones pop, lindas y románticas que son interpretadas por los músicos más jóvenes que se hayan presentado en escenarios de Coachella, Roskilde y la ceremonia de los premios Gaffa, acompañados por uno de los guitarristas más respetados de su generación, quien relata historias sobre el dolor de crecer y dejar de ser un niño con la inocencia a su alrededor. ‘Restless’ es el tema central de su EP, el cual quedará guardado como el solo lanzamiento de una banda única.
Segundo sencillo de la secuela de Lingering (2017). Brian Batz continuó su viaje a través de JoyFulNoise Records con un álbum que retoma el sonido perturbador y frío del pasado de la banda, logrando expandirlo con melodías pop bailables sin perder su sello sonoro.
‘Moving Cluster’ es tema repleto de elementos electrónicos minimalistas, entre beats industriales, sintetizadores atmosféricos y momentos down-tempo que en su suma crean una atmósfera somnífera que bien podría categorizarse dentro del Witch House de propuestas como oOoOO y GrillGrill. Es una canción compleja con tres rompimientos armónicos interesantes y con una gran interpretación de Brian Batz en las vocales, quien relata una historia post-apocalíptica.
Esta nueva agrupación liderada por Carolina y Sofía de Señor Kino salió de la nada para estallar cabezas con sus guitarras violentas repletas de fuzz, melodías intensas y gritos al odio auto-humillativo. Canciones que se muestran evidentemente influenciadas por las piezas más catastróficas del grunge de Nirvana.
Su fantástica propuesta brilla en varios momentos de su disco debut Porcelain Mannequin (2018) entre violentos up-tempos, rompimientos armónicos y distorsiones. ‘Hurt Heart’ no contiene nada de ello, pero irónicamente es la pieza que mejor puede representar a la agrupación. Con una base simple de guitarra que juega con tres acordes y un efecto de reverberación, los chicos de Sonora relatan una historia triste y sombría sobre una relación abusiva.
Tras ganar el corazón de miles de escuchas con su disco debut, Days Gone By (2015), este año Tom Howie y Jimmy Vallance hicieron su regreso con Battle Lines (2018), material conformado por 11 canciones con las cuales la banda se propuso a tocar tantos géneros musicales como pudieran. Es un material que muestra la evolución sonora y lírica del duo que en este caso se abrió a la experimentación con influencias notables de New Order y Depeche Mode.
‘Heaven Only Knows’ es el mejor ejemplo de lo brillante que puede llegar a ser este proyecto con sus pegajosos y nostálgicos coros vocales, mismos que terminan por explotar con la llegada de una guitarra violenta. Mezclas complejas, ritmos pegajosos y melodías down-tempo que prometen convertirse en un ícono de cara al fin de la década.
Este año el líder y vocalista de Radiohead debutó como compositor de Bandas Sonoras con su aclamado trabajo instrumental para Suspiria (2018), remake del clásico de terror de Dario Argento. Sin embargo, el enfoque mediático alrededor de su trabajo se ha visto en la bella balada titulada ‘Suspirium’, tema principal del filme.
Para la composición, Thom se vio influenciado en el movimiento krautrockero que se empezó a gestar en la Alemania dividida de principios de los años 70. Musicalmente el tema principal de la canción no suena muy distinto a lo presentado por Radiohead en A Moon Shaped Pool (2016), un material que se basó en las múltiples capas de ruido, baladas melancólicas y la mancuerna de piano con voces.
Pasaron 11 años para que Damon Albarn se tomara el tiempo de lanzar la continuación a The Good, The Bad and The Queen (2007), disco conceptual que grabó con la compañía de Paul Simonon de The Clash, Simon Tong de The Verve y del legendario baterista Tony Allen, una súper banda que en este segundo álbum vuelve a relatar una historia de terror citadina, junto a títeres aterradores, pianos de cola y bajo sombreros victorianos.
Merrie Land (2018) es un disco sobre los terrores del Brexit, escrito bajo la técnica del flujo de consciencia que carga con la melancolía que distingue al trabajo de Albarn desde el lanzamiento de su disco debut como solista, Everyday Robots (2014), adicionado con toques de cabaret. La canción que le da su título al material es una joya romántica en la cual el compositor hace docenas de referencias a los elementos más icónicos del cliché inglés, entre risas aterradoras y cuerdas melancólicas.
Primer sencillo del segundo disco de estudio de esta cantautora, ‘Breathe In, Breathe Out’ sobresale en un trabajo que quedó a deber gracias a la cantidad de ideas musicales que desarrolla en escasos dos minutos de duración.
En esta pieza, la intérprete retoma su icónico canto murmurado y oculto debajo e la instrumentación que se muestra alegre en un inicio, pero que corta en un coro pegajoso. Al llegar al primer verso, el tema baja su tempo y se transforma en una pieza más meditativa, repleta de detalles con sintetizadores y loops de su voz, las guitarras y batería desaparecen para darle el protagonismo al doloroso canto de la francesa.
¿Cuál es el rol de las bandas de rock en este clima musical?, Artic Monkeys no da una respuesta, pero si se muestra responsable de su propia obra. Existe dentro de este nuevo cuarto de la banda algo parecido a lo que vimos en los años de art-rock en los setentas, una preocupación por el discurso romántico y novelista.
‘Four Out of Five’ es rica en su cautelosa exploración instrumental, las pausas dramáticas que le dan diferentes facetas y más que nada ver a Artic Monkeys volviéndose una banda en etapa madura.
En años que parecen difíciles para cualquier tipo de expresión festiva y hedonista, artistas como DJ Koze y Against All Logic, uno de los cuantos pseudónimos de Nicolas Jaar, toman el 2018 como una plataforma para re-enfocar algunos fundamentales del house y el tech-house, como respectivo híbrido.
Este que es un single celebrado en sus diferentes versiones, es inteligentemente restrictivo, al desenvolver su producción menos en el resultado y más en sus componentes, como a forma de un caleidoscopio diseccionado.
No se puede decir que NIN a estado silencioso estos últimos años, pero su mensaje definitivamente a resultado más difícil de significar. Shit Mirror es parte de un trabajo que parece ser un solo motivo expresado en silabas. Trent y Atticus no malgastan energía en el nuevo vocabulario de las leyendas del industrial.
Lo que se escucha en esta nueva iteración y existosa presentación musical es el cochambre restante de todo lo creado por el imaginario de NIN estos últimos años, esto como un cumplido. Es un concentrado, oscuro, breve, indefinido en su forma y texturizado en su sabor.
El músico y productor ingles regreso con una respuesta importante a muchas de las preguntas que surgieron desde Immunity. Con este tema, Hopkins define una vez más la importancia de la producción acompañada de buena composición en el terreno cada vez más competido de la música electrónica y todos sus posibles aledaños.
‘Emeralds’ es un compromiso entre las alargadas, abstractas y texturizadas razones de Immunity, con un nuevo acercamiento al pop en detalles que corresponden a la instrumentación. La combinación así es una evolución prudente, pero también un referente para todos los productores modernos peleando entre narrativa y accesibilidad. Entre exploración y efectividad.
Este 6 de diciembre, Deehunter compartió el segundo sencillo de su octavo álbum de estudio, un material titulado Why Hasn’t Everything Already Disappeared?” (2018) que saldrá a la venta el próximo 18 de enero. El tema titulado ‘Element’ recuerda a lo realizado por la banda durante la época del Halcyon Digest (2010), material que los llevó a la fama internacional gracias a su pop barroco con toques de psicodelia, construido sobre complejas secciones rítmicas, guitarras repletas de un reverb shoegazero, sampleos de objetos cotidianos utilizados como elementos armónicos y brillantes melodías pop.
La canción se desarrolla con la incorporación de violines y contiene dos rompimientos armónicos construidos sobre sintetizadores que guían hacia un coro en el cual Bradford Cox declara que los elementos naturales están completamente desaparecidos. Los coros religiosos y posterior dramatización de las cuerdas crea la sensación de que se está relatando una historia post-apocalíptica.
El tercer álbum de estudio de este obscuro productor inglés es una experiencia poderosa que encuentra sus mejores puntos en el caos instrumental que por momentos puede crear, con rompimientos armónicos repentinos y la integración de tablas, guitarras acústicas, xilófonos, cítaras y todo tipo de cuerdas.
Este material es como “una infección electrónica a la música de cámara”, de acuerdo con el productor, quien deja ver su extravagante y romántico imaginario en el desarrollo de la pieza que abre el material, ‘Fantasma (For Jasmine)’, la cual se introduce como si se tratara de una pieza de música de cámara, con un cuarteto de cuerdas bellísimo que rompe ante la frialdad de unos beats chillwave. Escucharlo es un viaje por el tiempo, entre instrumentaciones que datan de distintas épocas que jamás nos imaginamos que sonaran tan bien en conjunto.
Canción que se espera que forme parte del próximo material Grimes que rompe con la línea de pop psicodélico que distinguía a su proyecto para aventurarse en un territorio influenciado en la música industrial de la agrupación coreana de Moranbong. Un tema que varia entre la hipar-feminidad de la vocalista y la crudeza del metal.
Lo interesante es que el tema presenta derivaciones muy marcadas en su sonido, entre los motivos industriales y los fondos synth-pop que distingue al pasado de Claire Butcher. La canción cuenta con una inquietante alegoría a la tecnología, “a la gente le gusta decir que estamos locos, pero la Inteligencia Artificial nos recompensará cuando reine, promete lealtad a la computadora más poderosa del mundo“.
Primer sencillo del quinto álbum de estudio de este icónico duo dream-pop de Baltimore, Estados Unidos. Esta es una canción respecto a la intimidad y que comunica la colección emocional entre dos personas con medio de un canto murmurado de la vocalista en compañía de un tranquilizante órgano y caja de ritmos.
El estribillo metálico que se escucha en el segundo verso de la canción, metálico y disonante, le agrega una crudeza al sonido de la banda que nunca antes habían conseguido.
Este año Shame dejó de ser una de las promesas del under británico par convertirse en toda una sensación internacional gracias a su cruda combinación de riffs de guitarra, paisajes llenos de fuzz y una violenta sección rítmica. Una agrupación de post-punk integrada por chicos de 20 años de edad con evidentes influencias de The Fall y Gang of Four.
Escuchar ‘Dust on Trial’ es una de las experiencias más intensas que nos dio la música en 2018. La pieza nos sumerge en un intro con un arpegio de guitarra pausado in-crescendo y un sintetizador atmosférico que recuerda a lo realizado por Joy Division en ’24 Hours’, para pasar a unas guitarras intensas más cercanas al post-punk revival del Humbug (2009) de Arctic Monkeys y una voz murmurante que trae a la mente inmediatamente el trabajo de Wire. Los puentes instrumentales cuentan con la distorsión e intensidad de bandas tan dispares a lo anteriormente citado, como lo es la abanderada del post-metal Deafheaven. Los gritos “Closer At Me” del vocalista Charlie Steen retoman las influencias del punk clásico que tiene la banda.
La cantante colombiana apadrinada por Tyler, The Creato, sobresalió a mediados de este año con la publicación de Isolation (2018), álbum en el cual se deshace de sus relaciones tóxicas con líricas agresivas y una fusión de trap irresistible. Es un disco hipnótico y bailable que encuentra su punto más alto en una colaboración con aquel artista que la descubrió mientras buscaba nuevos intérpretes de R&B en Soundcloud
En ‘After The Storm’ Kali Uchis canta a un lado de Tyler, The Creator y de Bootsy Collins bajo un exquisito funk aderezado con los ritmos que han distinguido a esta cantante desde su incorporación a los bajos mundos de los productores independientes de la web. Una muestra del talento pop de una joven latina que ya ha compartido escenario con gente que va desde Kevin Parker hasta Damon Albarn.
Hay un lugar especial para toda esa música que parece tan exageradamente violenta que resulta incomodamente honesta. Daughters no existe dentro del vacío, pero si es una encarnación de las tradiciones del noise-rock y no-wave que se alza como espuma por arriba de la marea en su efervescente necesidad por asegurar lo que ya todos ya sabemos, algo anda mal.
‘Satan In The Wait’ se abre el paso a una meditación para cualquiera que esté dispuesto a desembrollar lo que años lleva tiempo oculto en el psique individual. En su fórmula, Daughters presenta instrumentación pequeña, alargada por producción moderna y re-vigorizada por los riesgos tomados no en sonido, pero en composición.
Este año Suede cerró una trilogía de discos increíblemente cinemáticos. Materiales que retomaron la narrativa depresiva de su clásico Dog Man Star (1994) para traducirla a historias que le suceden a un hombre en su edad media. Contrario a los relatos juveniles de su pasado, Brett Anderson nos traslada a la cárcel que representa la madurez cuando se experimentan casos de pobreza, desamor y abandono.
El genio narrativo del vocalista sobresale en ‘The Invisibles’, en donde el precursor del britpop se deshace de sus secretos y canta de forma desnuda uno de los recuerdos más profundos de su infancia, cuando no sabía si había una posibilidad de escapar de una vida llena de desilusiones. La instrumentación basada sobre unas cuerdas dramáticas, le da una fuerza al discurso que se fortalece a cada segundo gracias a las brillantes lineas de Anderson, quien termina recordando a su padre, a su primer amor y a los pájaros que observaba desde su ventana, volando al cielo en libertad.
Joe Talbot están en camino a volverse una de las voces más importantes del punk ingles y todo gracias a una misión conceptual que les a permitido poner a su música en el siguiente nivel. Talbot recalca en la sesión en vivo de KEXP, el manifestó de vulnerabilidad como catalizador de esta búsqueda, un acercamiento en resiliencia a la vida contemporánea con la perspectiva abierta, ingenua y divertida de un niño.
‘Colossus’ es un doble golpe musical, de la marcha hipnótica y retumbante y curiosamente económica que se a hecho definitiva en este esfuerzo sophmore de la banda. Adicionalmente, la canción goza de ser parte de la narrativa sardónica y crítica de todos los clichés masculinos en la música agresiva. Idles pretende no ser el sonido del zeitgeist contemporáneo, pero su voz.
La gran escuela de producción electrónica está en la interesante situación de ser un recipiente con forma de embudo, con todo y filtro. Mucho entra, poco sale. Iglooghost llegó no hace mucho con lo que los productores modernos plantean como universo sónico más que un estilo.
Dentro del EP Clear Tamei (2018), es deshonesto vender una sola canción como la experiencia completa, pero ‘New Vectors’ al menos es una imagen verídica del trabajo del aristas. Este es uno amenazante pero divertido. Es uno de corto tiempo de atención, pero seductor discurso.
Este año finalmente pudimos escuchar al trabajo colaborativo de Kanye West con Kid Cudi, un material rudo en sus instrumentales que está tan cargado de elementos que se necesitan de varias escuchas atentas para dar con todo lo que sucede en las piezas, repletas de detalles pasionales que apoyan al relato de liberación de sus dos protagonistas, quienes logran escapar de su depresión y bipolaridad con piezas de rock psicodélico y violentos ritmos hip-hop.
No hay mejor ejemplo de esto que la pieza que abre el álbum, canción que inicia con unos sintetizadores minimalistas previo a la entrada del coro de Kudi, quien sólo canta “I can still feel the love”. La pieza toma una fuerza fascinante cuando Kanye empieza a balbucear sobre unos sampleos industriales de golpes y disparos. La entrada de estos elementos y el cambio en intensidad que producen en la pieza es sorprendente. Una chingonería.
Aunque en su pasado material, el tres veces platino I Like It When You Sleep… (2016), ya dejaban entrever la ambición de la agrupación, con influencias shoegazeras y post-rockeras notables dentro de sus momentos más experimentales, en pequeños puentes instrumentales e introducciones, nadie esperaba que la banda llegará con un álbum como A Brief Inquri Into Online Relationships (2018), tan rapido en su carrera.
Es un material sólido que ha llegado a ser descrito por medios como la NME como “el OK Computer de la década“, que encuentra un balance interesante y muy fresco en su combinación de electrónicos chill-wave con la instrumentación típica de una banda de rock. Esto es más que notable en su sencillo ‘Love It If We Made It’, que inicia con frases polémicas, repletas de la hiper-sexualidad que se encuentra hoy en día en la Internet, mientras el relato se desarrolla sobre unos sampleos pegajosos que en conjunto entregan una pieza irresistible.
El duo integrado por Estrella del Sol y Amor Amezcua logró el reconocimiento internacional con la publicación de su álbum debut homónimo en febrero del presente año, un material en el cual sus integrantes exploran los sentimientos de desaliento que llegan al dejar la adolescencia atrás, con instrumentales delicados basados en dinámicas del post-rock y experimentos comunes del shoegaze.
De él sobresale la canción ‘Ciudad Satélite’, la cual progresa a lo largo de los próximos 5 minutos liberándose de las mentiras y lidiando con fuerza ante la realidad entre gritos “quisiera sacar de mí mirada” y guitarras cargadas de feedback. Es una despedida a la infancia, un adiós a las creencias ingenuas de la juventud, de las ilusiones y promesas con las cuales las historias nos engañaron durante años.
El tema de 12 minutos de duración favorece a los riffs melódicos de guitarra que muestra uno de los trabajos compositivos más hermosos en la carrera de Kevin McCoy. El tema se desenvuelve con la misma soltura con la que la agrupación cumbre del post-metal nos tiene acostumbrados desde Sunbather (2012), pero tocando más géneros, como una amalgama única de ideas musicales pasionales y dramáticas.
Toda la canción contiene largos pasajes instrumentales, preciosas escalas y progresiones en todos sus instrumentos, pero el tema brilla al entrar a su tercer acto, en el minuto 8, cuando las guitarras rítmicas toman posesión de la pieza y empiezan a sonar cantos corales al fondo con George Clarke rematando cada frase con sus gritos guturales, pidiendo de rodillas a su ex-amante volver a probar su sangre. Un final épico que se engrandece con el gran trabajo lírico de Clarke, quien una vez más raya en lo poético.
No es que poner aplausos sobre producción de trap light sea mágicamente el hilo negro que le faltaba a la música moderna. Pero lo que sí ha logrado Rosalía es la reivindicación de la música de su región como algo más que insular. Llevan años existiendo increíbles talentos de flamenco, trova y fado que con toda crudeza no encuentran interés del público mundial.
‘Malamente’ es la amalgama de la curaduría de una artista que incluso dentro de su propia carrera a dado un gran salto. Con lo surte al mercado popular esta canción es de sensibilidad mundana, letras reflexivas y un primer paso para la exploración musical que tanto necesita de revaluar que supone cuando habla de eclecticismo.
Segundo sencillo del quinto álbum de estudio de esta cantautora norteamericana, ‘Nobody’ es una pieza preciosa con elementos electropop en el cual Mistki se arrepiente de la soledad en la cual se encuentra inmersa, “me siento tan sola que abro la ventana para escuchar los sonidos de la gente“, inicia mientras el ritmo del piano que sirve como base de la canción aumenta en su tempo y ella repite la palabra que le da su título a la pieza.
Pese a los sentimientos emitidos por la lírica de la canción, la instrumentación es bastante alegre, “la hice medio bailable y disco para decir que a veces cuando te sientes de esa manera puedes encontrar alguien con quién estar, cuando te sientes sola lo mejor que puedes hacer es bailar“, nos dijo en exclusiva a un día de estrenar la canción. Una oda a la soledad, una caricia en la mejilla de todo aquel que necesita compañía.
El último álbum de estudio de Kanye West llegó a las bibliotecas de todo el mundo de una forma premeditada, tras uno de los muchos episodios compulsivos que atestiguamos del artista en el presente año. Con una portada creada por él mismo con la ayuda de una aplicación de celular, el rapero de Chicago nos dio la bienvenida a lo más profundo de su persona bajo un letrero que dice I hate being bi-polar It’s awesome.
Durante años Kanye ha tenido que lidiar con sus demonios desde la muerte de su madre. Constantes cambios emocionales y el odio de un público que no lo comprende. Su ansiedad e ira se dejaron ver en discos como Yeezus (2013) y Life Of Pablo (2016), como medios para ocultarse. Mientras que las primeras señales de su megalomanía hicieron de My Dark Twisted Fantasy (2010), uno de los materiales más ambiciosos y exitosos de la historia. Su genio no ha faltado a lo largo de esta década, pero su sinceridad desnuda no se había hecho presente hasta este año.
‘Ghost Town’ es el epicentro del trabajo que hizo Kanye West durante 2018, en el cual produjo cinco álbumes de un hip-hop pasional, repleto de elementos vanguardistas, pero sobretodo honestos. En ellos el artista le dice al mundo que ya no se tiene que preocupar, está contento con quién es y está listo para volver a sentir el amor. El amor de la aceptación que llega desde la espiritualidad.
Dividida en tres partes, la canción nos lleva de la mano a lo más profundo del artista. Iniciando con la grabación de una canción góspel de Shirley Ann Lee, que rompe ante la integración de PARTYNEXTDOOR, balbuceando líneas que se basan en la esperanza desde el sacrificio. Kid Cudi entra con un coro sobre la frustración del desamor ,con Kanye acompañando con unos versos en los cuales se sincera con los escuchas, declarando que sabe que tiene mucho que aprender y que normalmente dice cosas estúpidas, pero que espera que en algún punto esté en un mejor lugar.
Ese punto llega con la tercera parte de la pieza, tras la entrada de una guitarra eléctrica y de la voz de 070 Shake. Ella destroza al escucha con tres simples frases, gritándolas, diciendo que se siente libre y que por esa misma razón volvió a ser la niña que era. En este peculiar outro, Kanye se libera de todo lo que ha cargado a lo largo de tantos años. Es un grito a la esperanza de recuperar la propia inocencia. Es un himno a los que buscan algo más, a los que tienen la misión de encontrarse a sí mismos y dejar al odio externo atrás.