El pasado viernes 14 de diciembre falleció en la Ciudad de México Edmundo Escamilla, uno de los personajes más interesantes e icónicos de la gastronomía mexicana, al haber dedicado prácticamente toda su vida a la investigación, el estudio y la promoción de nuestra riqueza cultural alrededor de la comida, haciéndose acreedor al reconocimiento de diversas instituciones dentro y fuera de México, por su trabajo honesto y entregado y su amor al arte culinario.
Antes que nada, Edmundo era un historiador infalible, que gustaba de explorar, en el devenir de las épocas, la evolución, el desarrollo y la consolidación de la cocina mexicana y su importantísima aportación al mundo.
Una oclusión intestinal lo llevó al hospital para ser operado y una neumonía fulminante terminó por
complicarlo todo, derivando en la muerte del maestro.
Junto con Yuri de Gortari, cocinero que rescata las tradiciones culinarias de todo el país y su compañero de vida y proyectos, Edmundo enfocó toda su energía, su experiencia y conocimientos a rescatar los orígenes de nuestra cocina y transformarlos en nuevas propuestas que, a través de la Escuela de Gastronomía Mexicana (ESGAMEX), creada y dirigida por ambos personajes, replantearon los ingredientes, las recetas y los conceptos que nos representan en el mundo.
Veracruzano de nacimiento, Edmundo era sin duda un mexicano universal, que gustaba de enarbolarse como el representante y protector de un cúmulo de tradiciones que, transmitidas de generación en generación y en todas las familias, son las que continúan dando identidad a nuestra cocina nacional.
Por su labor como divulgador y estudioso de la historia y la gastronomía mexicanas, Edmundo Escamilla recibió importantes reconocimientos como el “Premio Nacional de Gastronomía”, otorgado por la Academia Española de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa de España y la medalla al mérito, otorgada por la Asociación Euro-Toques, entre muchos otros.
Con Yuri de Gortari fue coautor de siete libros, entre ellos, Objetos con alma y Mezcal, nuestra esencia, y publicó diversos artículos en periódicos y revistas. Son famosas sus charlas históricas con degustación, que realizaron con cierta frecuencia en el Castillo de Chapultepec y el Museo Franz Mayer y que ofrecían una experiencia única, donde las anécdotas de diversos personajes de la historia de México se cruzaban con la explicación puntual y detallada de la creación y evolución de diversos platillos que hoy son símbolos de nuestra cultura.
Luego de haber colaborado en distintos programas de televisión, bajo diversos conceptos, este año Edmundo Escamilla, junto con Yuri de Gortari, co-condujeron su último programa: Saborcito Corazón, un viaje a través de la comida callejera de la Ciudad de México transmitido por el canal público Una voz con todos…, para todo el país.
Descanse en paz Edmundo Escamilla, un mexicano fundamental y ejemplar, cuyo trabajo sin duda seguirá vigente en el presente y hacia el futuro, para seguir educando a nuevas generaciones que a podrán conocer su cultura gastronómica y sentirse plenamente orgullosos de ella, justo como Edmundo lo hizo, cada día de su vida…