Pese a la polémica de sus declaraciones, ayer el pueblo de Brasil ha decidido que el ultraderechista Jair Bolsonaro será su próximo Presidente, tras ganar con un contundente 55.13% de los votos frente a los 44.87% de los de su contendiente Fernando Haddad.
El militar de reserva empezará a ejercer de manera efectiva el próximo 1 de enero del 2019 y se mantendrá con el poder hasta el 1 de enero de 2023. Esta será la primera ocasión en la cual gobernará el Partido Social Liberal de Brasil, un partido político fundado en 1994 bajo una ideología de extrema-derecha.
A lo largo de su campaña política, Jair Bolsonaro se convirtió en una figura pública de reconocimiento internacional gracias a sus declaraciones en contra de los homosexuales, transexuales, mujeres y demás. Muchos activistas se han movilizado desde entonces para visibilizar los peligros de sus proyectos presidenciales y declaraciones.
Algunas que se recuerdan son “tengo cinco hijos, fueron cuatro hombres, ahí en el quinto me dio una debilidad y vino una mujer“, respecto al por qué las mujeres merecen recibir un salario menor al de los hombres por los mismos trabajos. Aunado a ello, ha violentado a los homosexuales, declarando que “si mi hijo empieza a quedarse así, medio gay, tendría que golpearlo para cambiar su comportamiento“. Por último, también pretende quitar de todos sus beneficios a los grupos indigenas y ha declarado que “no hacen nada, creo que ni para procreadores sirven ya, más de mil millones de reales al año se gastan en esa basura“.
A lo largo de su campaña se dedicó a ofender, ridiculizar y discriminar a diversos grupos minoritarios, incluyendo a la población negra. La polémica se alargó aun más cuando el diario Folha de Sao Paulo reveló que una larga lista de empresas financiaron la propagación de mensajes falsos en contra de su contrincante, el libertario Fernando Haddad.
Pese a todo, el candidato ya ha sido electo como próximo Presidente de Brasil y por el momento lo que más incertidumbre ha dado son sus defensas a la dictadura militar del país.
Entre sus promesas de campaña que más han dado de qué hablar se encuentra un programa electoral que defiende el uso de las armas, pues “son instrumentos, objetos inertes que pueden usarse para matar o salvar vidas, dependiendo de quien las maneja se puede ayudar a reducir homicidios“. Es por ello que Bolsonaro ha declarado que cada ciudadano debe tener derecho a portar una arma y a ejercer su derecho de “legítima defensa“.
Relacionándose al último punto se encuentre la “Licencia Para Matar”, una promesa del candidato que le da al ejercito una libertad total para hacer uso de sus armas de fuego. “Tenemos que garantizar y reconocer que la vida de un policía vale mucho”, se lee dentro de su programa.
Aunado a todo esto, el político se ha visto preocupado por el supuesto “adoctrinamiento de izquierda” que sus estudiantes reciben dentro de las universidades del país. Tal como Donald J. Trump lo ha explicado dentro de los Estados Unidos, para Bolsonaro las escuelas están corrompiendo el libre pensamiento de su juventud, por ello abrirá escuelas militares y cambiará el programa educativo por uno que termine de una vez con el “adoctrinamiento y la sexualización precoz“.
Por último, dentro de su programa se lee un apartado titulado “ni un milímetro más de tierras indígenas“, por lo cual no concederá más territorios a los grupos vulnerables y revisará y revocará hasta 129 aprobados por administraciones previas.