Reseña: A Star Is Born, una historia honesta con Lady Gaga y Bradley Cooper

// Por: Staff

vie 12 octubre, 2018

Por: Kika Jurado

La combinación explosiva y la química que provocan Bradley Cooper y Lady Gaga en pantalla, es alucinante. Es indudable que ambos quedarán en los archivos de la historia como una de las parejas protagónicas más icónicas del cine y todo esto no es casualidad. Cuando los estudios Warner eligieron a Cooper para dirigir la cinta, él mismo convenció a los ejecutivos de que Gaga tenía que protagonizar la cinta mostrándoles un video grabado en su celular, donde juntos cantan una canción de Creedence Clearwater Revival. La conexión entre ellos y la química en pantalla sorprendieron al estudio, que la aprobó de inmediato.

A Star Is Born (2018) es el tercer remake de la cinta original protagonizada por Janet Gaynor y Fredreic March. En 1954 la historia se adaptó a un afamado musical donde la grandiosa Judy Garland protagonizó al lado de James Mason, ambos estuvieron nominados al Oscar por sus interpretaciones. Posteriormente, Barbra Streisand y Kris Kristofferson protagonizaron el musical de rock donde Streisand ganó un Oscar por Mejor Canción Original.

Una premisa simple, pero fantástica

La buena estrella de esta historia tiene una premisa simple y fantástica: un amor donde el protagonista es un famoso y atormentado artista que se enamora de una ordinaria pero talentosa mujer. La fórmula dramática es común y complaciente para la audiencia pero la clave del éxito radica además en el vínculo emocional y dramático de los actores, sus interpretaciones y, por supuesto, de la música. Conociendo el éxito de sus precedentes, Bradley Cooper tuvo una gran responsabilidad al construir su ópera prima y utilizó todos los elementos del lenguaje y narrativa para lograrlo. La película es extraordinaria, emotiva, y además poseé uno de los mejores soundtracks del año a cargo de Lukas Nelson, hijo del cantante de country Willie Nelson, Lady Gaga y el mismo Cooper.

La película que tuvo su premiereen el pasado Festival Internacional de Cine de Venecia, cuenta la historia de Jackson Maine, un afamado cantante de country con un severo problema de alcoholismo y drogradicción que no encuentra sentido a su vida opulenta. A pesar de las recomendaciones médicas de usar in-ears,Maine sigue dando conciertos sin ellos por lo que invariablemente empieza a ensordecer. El alcohol y las substancias ayudan a mantenerlo fuera de su realidad y soledad. Un día al salir de un concierto y en busca de un trago, entra a un bar gay donde conoce a Ally, quien interpreta una versión espectacular de “La Vie en Rose” de Edith Piaf, y queda prendado de ella. Jackson invita a Ally a su escenario a pesar de la constante negación de la aspirante a cantante, quien carga con un conjunto de inseguridades por su imperfecta apariencia. Finalmente, Ally acepta y su presentación la catapulta a la fama. Ambos desarrollan una relación de admiración y amor profunda alimentada de una codependencia emocional desgarradora.

Una experiencia inmersiva

La experiencia visual y sonora de esta historia es sumamente inmersiva, el diseño sonoro está diseñado para disfrutarse en tecnología Dolby Atmos que canaliza el audio en un espacio tridimensional y es un hecho que uno de los mayores atractivos de la cinta son precisamente los musicales. Todas las secuencias de conciertos se filmaron en vivo en diferentes escenarios reales como el Festival de Arte y Música de Coachella, el Festival de Música de Glastonbury, y en algunos momentos de la gira “Joanne” de Lady Gaga. Innegable el buen tino de Cooper al introducir la historia con estos elementos tan seductores y apoteósicos, incluyendo la fastuosa visión del cinefotógrafo Matthew Libatique.

Aunque la cinta tiene algunos huecos, excesos en su narrativa, personajes acartonados y estereotipados cómo el manager de Ally y el amigo gay, es incuestionable el gran trabajo de dirección de Bradley Cooper, sobre todo en el manejo del reparto. La actuación de Lady Gaga es brillante y, sin duda, estará considerada para algún tipo de nominación en la próxima temporada de premios.

A Star is Born (2018) es una historia de amor, esperanza y pérdida que busca conectar al espectador con la música de una forma completamente honesta y conmovedora, colocándose como una de las mejores cintas del año.