La tendencia global es que cada drink que pruebes sea toda una experiencia, hay una mayor consciencia sobre las calorías que ingerimos cuando estamos de fiesta, y el gusto del consumidor por las recetas sustentables va en notable aumento.
El mundo está en vías de una revolución en la coctelería. Casi la cuarta parte de los estadounidenses toman cócteles cuando salen con amigos, así como casi un quinto de los consumidores del Reino Unido.En los últimos ocho años, la London Cocktail Week (Semana del Cóctel de Londres), el festival de tragos más grande del mundo, se ha cuadruplicado con creces y ha pasado a incluir más de 230 bares y 30.000 amantes de los cócteles.
Este año, bármanes de más de 56 países viajaron a Berlín para el décimo aniversario de WORLD CLASS, una de las competencias para bármanes más grandes del mundo. El resultado de este renacimiento de la coctelería es un nuevo énfasis en la calidad sobre la cantidad.
Este fin de semana, mientras los mejores bármanes del mundo competían hasta el fin en Berlín por el título de Barman del Año de WORLD CLASS, un panel integrado por los principales expertos en sabor del mundo, presentado por Lauren Mote, Global Cocktailian de Diageo, incluyó a la leyenda de la atención de bares Jeffrey Morgenthaler, el rey del cóctel de Instagram Elliott Clark (también conocido como Apartment Bartender), Claire Smith Warner, directora de Nuevas Marcas de Seedlip (la primera bebida espirituosa destilada no alcohólica del mundo), y Tim Phillips-Johansson, Barman del Año 2012 de World Class, para hablar sobre cómo se verá el futuro de la coctelería en 2019.
Puede parecer extraño que los amantes de los cócteles se deshagan en elogios sobre los beneficios de los tragos sin alcohol o con baja graduación alcohólica, pero en 2019 veremos muchos cócteles con estas características. El destilado sin alcohol Seedlip no ha dejado de crecer desde su lanzamiento en 2016. Las opciones sin alcohol son especialmente populares entre los consumidores más jóvenes: el 46% de los menores de 35 años probablemente pidan un “mocktail” (falso cóctel), en comparación con solo un 16% entre los mayores de 35.
Todo es cuestión de desear la elección y tener tragos para cada ocasión sin hacer concesiones con el sabor. Las marcas, los mezcladores y los bármanes siempre han insistido en que la clave está en el sabor; y las opciones con bajo contenido alcohólico permiten a los consumidores disfrutar del sabor y, al mismo tiempo, cuidar su consumo alcohólico. WORLD CLASS estima que esto aumentará en 2019, pues la tendencia global al bienestar sigue creciendo.
Claire Smith Warner comentó: “Hay una creciente conciencia sobre los cócteles como experiencias tan complejas y profundas como las comidas, y cada vez más gente quiere ser parte. No se trata de reemplazar totalmente los cócteles alcohólicos, sino de que los bármanes experimenten y agreguen más opciones con baja graduación alcohólica a su repertorio”.
La cultura de los cócteles ha crecido de manera vertiginosa y, en la actualidad, cualquier mixólogo es capaz de preparar una variedad de cócteles complicados en un abrir y cerrar de ojos. WORLD CLASS ofrece algunas ideas sobre cómo hacer que un cóctel se destaque.
Muchos recurren a las redes sociales, y ha surgido una nueva generación de “drinkstagrammers” (instagrammers de los cócteles) que aporta nueva energía a la coctelería y llega a un público que quizá nunca habría participado antes. Elliott Clark (@apartment_bartender) dijo: “Para personas como yo, sin experiencia formal en la atención de bares, las redes sociales hacen accesible esta industria increíble y ofrecen una salida creativa para participar e interactuar con la gran comunidad de los tragos. Pero, más que eso, desafían a los bármanes experimentados a pensar más allá del bar y los impulsan a la creatividad“.
En 2019, el aspecto de los cócteles será tan importante como su sabor. El reconocimiento de las redes sociales juega un papel importante en los hábitos de consumo de los más jóvenes y, en respuesta, las marcas y los bármanes continuarán experimentando para llevar sus cócteles, y su alcance social, a un nivel diferente.
La industria de la coctelería está sumida en un movimiento contra el desperdicio y los consumidores están cada vez más interesados en la responsabilidad social. El 73% de los miembros de la generación del milenio expresan su deseo de consumir más productos de marcas sustentables. Los bares importantes se ocuparán cada vez más de reducir los desechos, descartando los alimentos perecederos y usando las sobras en innovadores cócteles ecológicos.
Tim Philips-Johansson dijo: “Podría parecer extraño, pues nos ganamos la vida vendiendo alcohol, pero los bármanes queremos lo mejor para nuestros clientes y también para el medio ambiente. Queremos que nuestro mundo sea más saludable, y eso implica tomar decisiones conscientes para influir de manera positiva en la dirección en la que se está moviendo el mundo”.
Emily Wheldon, directora global de World Class, agregó: “Ya sea un Highball Johnnie Walker o un Zacapa Old Fashioned, los tragos que tienen un gran aspecto y un gran sabor, y que contribuyen de alguna forma a hacer un mundo mejor, tomarán el centro de la escena”.
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