Guadalupe Valley Wine, Food and Music Festival 2018 #WARPReviews

// Por: Oscar Adame

vie 28 septiembre, 2018

Fotos: Jesus Vargarci y Josue Casasola

Artista: Bob Moses, Titán, Random Rab, DJ Tennis

Lugar: Decantos Vinícola

Fecha: 15 September 2018

El pasado sábado 15 de septiembre se llevó a cabo la tercera edición del Guadalupe Valley Wine, Food and Music Festival. Un evento único en su tipo que, más allá de una acumulación de atractivos, es una experiencia en la cual se celebran los placeres más sencillos de la vida.

Este festival es uno de los eventos más refrescantes en las cuales me he presentado”, declaró con los ojos bien abiertos Frabrizia Di Fruscia, cantante y líder de la agrupación canadiense conocida como Random Recipe. “Es una celebración a la vida, en donde se estimulan todos los sentidos… al gusto con la comida y el vino, al oído con la música, al tacto con la gente y a la vista con el hermoso paisaje”.

No fue para menos, el lugar elegido para dar casa a esta cita fue Decantos, una vinícola que se encuentra en el corazón de Valle de Guadalupe, región que se caracteriza por la tradición con la cual fabrican a las mejores botellas de vino de México. Los tres escenarios principales se vieron envueltos en el panorama, largos paisajes repletos de montañas, un cielo completamente abierto y los viñedos en primer plano. Una delicia visual que se vio complementada con el olor de los platillos preparados por un lineup de chefs de reconocimiento internacional. “Es genial que en este lugar las estrellas no son los músicos, los verdaderos headliners son los chefs”, me dijo el DJ Pepe Mogt mientras disfrutaba del ceviche de David Castro Hussong.

Como tal, el evento dio su banderazo de inicio un día antes, alrededor de las 22:00hrs del viernes, cuando Dante Ferrero empezó a cocinar al platillo principal de la fiesta. La carne de #LaVacaEsMía se tiene que cocer a las brasas al estilo gaucho, por un día entero antes de empezar a servirse. Alrededor de una docena de ayudantes rodearon al argentino mientras prendía fuego a la leña que iluminó al festival y que lo inundó del olor irresistible que impregnó a la experiencia en su totalidad.

Para dar arranque al fin de semana, en Hotel Agua De Vid el festival presentó en forma de pre-fiesta a la experiencia Mayan Warrior, experiencia que se ha convertido en uno de los principales atractivos de eventos como Burning Man gracias a su impresionante juego de luces y talento de primer nivel. En esta tarde se reunieron productores como Alejandro Franco, Tara Brooks, Mandrake, Dramian y Pional. Todos entregando sets en donde convergieron diversos géneros musicales, en una comunión sobre la cual los DJs interactuaron entre ellos y con el público, entre bromas, risas y disfrutando de su música.

Varias horas después la gente empezó a aparecer bajo el sol, algunos con sombreros y otros sólo con bloqueador solar, el público se vio animado a empezar a disfrutar de todos los atractivos que ofreció al festival desde el primer minuto, cuando Suculenta & Boulenc presentó un brunch con fermentos y conservas hechos de ingredientes locales, una creación hecha con ingredientes locales y orgánicos que dieron como resultado una serie de mermeladas, quesos, embutidos y untables para acompañar su pan focaccia.Todo esto se presentó en una mesa larga en la cual los presentes tuvieron la oportunidad de servirse lo que gustaran, con una tabla en una mano y un cuchillo en la otra, decidieron untar y degustar con un fondo musicalizado por DJ Johnny C.

La selección musical del festival se dividió en tres escenarios. En The Tree se presentaron varios de los DJs más relevantes de la industria nacional frente a un hermoso panorama con un gran árbol como protagonista. The Moon fue el escenario principal de electrónica dentro del evento, talento internacional se paró sobre el cohete espacial debajo de las estrellas. Sin embargo, el stage principal fue The Valley, un escenario cálido que en la noche se iluminó con fogatas. 

Loverman, el nuevo proyecto del productor y DJ Giorgio Brindesi, le sucedió en las tornamesas de The Tree, el escenario que sirvió para dar vida a la fiesta durante el atardecer con la participación de Saand y Lovefingers. La gente bailó durante horas con sus beats mientras probaban copas de los mejores vinos de Guadalupe Valley, de vinícolas como Emevé, Vinisterra, Cava Maciel, Relieve, Cava Aragon Madera 5, La Lomita y Bodegas Santo Tomás, exponiendo sus productos de primer nivel.

El sabor nunca faltó en Guadalupe Valley Wine Food and Music Festival y nadie se perdió de la experiencia que era probar los platillos del evento, es por ello que Alfonso Cadena presentó su concepto vegano, el mexicano entregó una ensañada de betabel con aderezo de aguachile en su propio jugo, calabazas, coliflores y albahaca-limón.

Por otro lado, el sabor de Oaxaca llegó de la mano de Rodolfo Castellanos y Bricia López, ellos sirvieron tlayudas de mariscos, tortas de chile ajo y tostadas de chapulín en una combinación “oaxacaliforniana” que el festival se propuso entregar este año. El resultado fue exquisito y la gente lo agradeció llevando los platillos a todos los rincones de Decantos, de la mesa de vinos a The Valley, escenario que abrió Random Recipe con la energía que caracteriza a este quinteto de Montreal que juega libremente con la multiculturalidad, experimentando con géneros que van del hip-hop a la folktrónica en una larga lista de lenguas que incluyen español, inglés e italiano.

Los creadores del género Tropical Nu-Disco son Patterns, quienes prosiguieron la fiesta dentro de The Valley, otorgando un set intenso que terminó con los centroamericanos regresando al escenario a tocar dos canciones más, a petición del público.

Al otro lado del festival, Pepe Mogt estaba dando inicio a la fiesta sobre The Moon, un escenario dedicado a la música electrónica que colocó a los DJs debajo de las estrellas. Rodeados de fogatas y con el escenario en el centro, la gente bailó en espera de Random Rab, el productor californiano que ha intrigado a miles de personas en sus presentaciones en festivales como Burning Man gracias a sus suaves melodías repletas de sonidos tan únicos que combinan influencias del IDM con world music.

Al mismo tiempo Museum of Love se presentó en The Valley. La agrupación liderada por el baterista de LCD Soundsystem, Pat Mahoney, en conjunto con Dennis McNany interpretó durante una hora. Fue un set enérgico en donde sobresalieron canciones como ‘Down South’ y ‘Monotronic’.

Mientras tanto, Dante Ferrero estaba sirviendo los primeros platos de #LaVacaEsMía. El gurú de la carne fue aclamado por la gente a su alrededor, la fila por recibir un pedazo de aquel preparativo se extendió a un aproximado de cien personas que cantaban y aclamaban el nombre de Dante mientras lo recibían. El argentino, con cuchillo en mano, agradeció todos los comentarios de aprecio con una sonrisa en su rostro.

La fiesta alrededor del festín carnívoro fue sin lugar a dudas el epicentro del festival, tras varias copas de los mejores vinos de la tierra y con un pedazo de la mejor carne que se puede probar, el público se encendió al terminarse el platillo principal. Fue poco más de hora y media de bailes con cánticos alrededor de la leña. Al mismo tiempo el chef tijuanense, Luis Moreno, presentó su risotto de cordero, y empezaban a sonar los primeros beats de Titán desde el el stage The Valley.

Esta presentación marcó una nueva etapa para el proyecto electrónico más importante del país ya que fue la primera vez que Emilio Acevedo y Julián Lede se presentaron en un formato de dúo, sin el baterista Jay de la Cueva. Las percusiones fueron reemplazadas por cajas de ritmos y el resultado fue muy potente, la banda se mostró enérgica y el público no dejó de agradecerles el preparativo de meses de anticipación para este concierto. Temas como ‘Tchaikovsky’, ‘El Rey del Swing’ y ‘Corazón’ fueron coreados por los cientos de presentes que prestaban atención al escenario principal del festival.

La DJ Öona Dahl compartió su visión única sobre la música electrónica, la productora presentó un set de experimentación sonora dentro de la nave espacial de The Moon, convirtiendo a la pista de baile en un escenario surreal. La cereza de su presentación fue la integración de Tara Brooks a las tornamesas en un B2B de gran poder femenino.

Ellas cambiaron de lugar con DJ Tennis, un productor y empresario que ha apoyado al crecimiento de la industria de la música electrónica de Berlín con su música y como promotor de su sello Life and Death. El italiano mezcló de forma ecléctica géneros que iban del noise rock al IDM y el chiptune, dando muestra de su bagaje musical que se ha expandido a lo largo de varias décadas como locutor de radio, promotor musical y DJ profesional. Con un background similar el DJ Alejandro Franco dio fin a la noche en The Moon, un escenario que vio a lo mejor de la música electrónica bajo las estrellas.

Dando fin al festín la chef local Adria Marina decidió presentar un delicioso Croissant Bread Pudding con nieve Häagen -Dazs el cual estuvo rondando de mesa en mesa de Decantos Vinícola.

Pasando la media noche el dúo de Vancouver, Canadá, de Bob Moses subió al escenario principal del festival para dar un cierre definitivo a la fiesta con su mezcla única de melodías pasionales de rock-pop, inundadas por elementos electrónicos, más acorde a las piezas del mundo de los clubs. Tom Howie y Jimy Vallance salieron al escenario entre aplausos dando inicio con la interpretación de ‘Heaven Only Knows’, primer track y sencillo de su segundo disco de estudio, Battle Lines (2018),mismo que estrenaron sólo un día antes de su presentación en el Guadalupe Valley Fest.

Este fue un show especial para el dúo pues fue la presentación oficial del material, su primer concierto tras el estreno de este disco que les otorgó una gran recepción crítica y comercial. Es por ello que decidieron dar un repaso general a las canciones que lo integran, tocando ‘Battle Lines’, ‘The Only Thing We Know’, ‘Nothing With You’ y ‘Listen To Me’, entre otras.

Ellos cerraron su set con ‘Tearing Me Up’ agradeciendo al público que se dio cita hasta altas horas de la madrugada para disfrutar de su set. Fue así como el valle quedó completamente a oscuras, todavía con el olor de la vaca en el aire y, con el fin de la fiesta, nos hicimos la promesa de volver.