Spiritualized – And Nothing Hurt #WARPReviews

Calificación

9.0

Spiritualized

Fat Possum Records

// Por:

vie 7 septiembre, 2018

Artista: Spiritualized

Por: Hermilo Isaac

Para los seguidores de Spiritualized, este ha sido un periodo agónico, el más tardado, el de mayor incertidumbre. Han sido 6 años desde el último material de Jason Pierce con Sweet Heart Sweet Light (2012), pero J. Spaceman ha estado activo en otras colaboraciones y experimentaciones.

En el proceso creativo muy probablemente haya habido una muy firme autoexigencia de su parte con la cima que fue Ladies & Gentlemen We Are Floating In Space (1997) y esa forma de manejar la experimentación haciéndose de recursos tomados del free jazz, el space rock y la neo psicodelia para darle un despegue fuera de este mundo al tercer álbum de Spiritualized, uno de los mejores de la década de los 90. Hace un par de años se hablaba de un nuevo material de la banda, pero en 2017 se atravesaría el vigésimo aniversario de tan afamado álbum, lo cual retrasó un poco progreso que Jason llevaba en su propio estudio.

Recién entrado el mes de junio, se dio a conocer lo que para muchos es la epígrafe de un nuevo capítulo en la historia de Spiritualized. ‘A Perfect Miracle’ y ‘I’m Your Man’ fueron apenas las primeras líneas de un código Morse que orilló a varios a descrifrar el mensaje, mientras otros tantos esperaban la decodificación por parte los obsesivos.

Hoy llegó a nuestros oídos And Nothing Hurt (2018), un álbum que suena a un clásico que escuchas por primera vez, en una fecha que Jason se fijó a sí mismo para dejar de flotar entre sus ideas y trazar su trayectoria para un aterrizaje de 9 canciones que sellan y apaciguan todas las incertidumbres, o que por el contrario nos rememoren esas líneas y guitarras galopantes de ‘Electricity’ o ‘Come Together’, como sucede en ‘On The Sunshine’.

El inquieto bajo se convierte en el principal elemento de ‘The Morning After’ mientras la mayoría de la canción se mantiene en un sólo acorde con destellos de guitarras, siendo un viaje lisérgico en un desierto marciano durante casi 8 minutos. ¡La cumbre del disco!, Jason logró unir el slowcore con la marca de la casa en ‘The Prize’ en bends que oscilan entre un órgano que se divisa a lo lejos como un aura estelar y termina difuminándose.

La nave terminó su recorrido y poco a poco se fue sumergiendo en las aguas de un exoplaneta, o al menos eso imaginamos con ‘Sail On Through’. La densidad del fluido marciano es alta, por lo que la resistencia a descender es mayor y la señal en clave Morse se deja de percibir en los coros de -“If I could hold it down, I would sail on through for you // If I weren’t loaded down, I would sail on through for you”-, mientras vamos escuchando el final de uno de los mejores regresos que habrá este año. Algo similar a los últimos minutos de vida de la sonda Cassini antes de desintegrarse en la densa atmósfera de Saturno.