#WARPPride: La revolución LGBTQ+ de Adventure Time en los dibujos animados

// Por: Oscar Adame

mar 4 septiembre, 2018

Fotos por: Cartoon Network

#WARPPride : Dentro del marco del Mes del Orgullo LGBT y en camino a la 41 Marcha, una serie de contenidos que resaltan tanto la lucha como la inclusión, de esta comunidad en la cultura popular y en la materia de lo social.

Con poco menos de una década de historia, Adventure Time se convirtió en una de las series animadas más influyentes gracias al disruptivo imaginario presentado en sus más de 280 episodios.

Ayer la serie llegó a su fin con un capítulo que ha sido descrito por publicaciones como Entertainment Weekly y la Time como “uno de los mejores cierres en la historia de la televisión”.

La revolución de Adventure Time 

Estrenada a principios del 2010 en Cartoon Network, la caricatura logró un impacto inmediato dentro del canal de televisión. Pese a haber sido promocionado como un programa dirigido únicamente a niños pequeños, el tono obscuro de su narrativa captó la atención de miles de adultos jóvenes que la cobijaron como un producto de culto.

Los episodios de 11 minutos de la serie empezaron a introducirnos a los personajes de la Tierra de Ooo, un planeta repleto de personajes fantásticos, principalmente por platillos de comida humanoide. Entre los personajes principales se encontraron Finn el Humano, Jake el Perro, Marceline la Vampira y la Dulce Princesa, mismos que se ven capítulo a capítulo inmiscuidos en una serie interminable de aventuras de corte surreal.

El estilo minimalista de la animación, con colores chillantes y diseños básicos conectó de inmediato con una generación nostálgica. El hecho de que una gran cantidad de personajes secundarios fueran en extremo inocente le agregó cierta ternura a la serie que empezó relatando historias de fantasía con princesas, criaturas infernales y aclamados héroes y que, poco a poco, fue revelando una realidad mucho más seria.

Los personajes principales se empezaron a desarrollar a niveles inusitados para una serie de su tipo con flashbacks de lo que era verdaderamente la Tierra de Ooo. Una historia post-apocalíptica con un Planeta Tierra destrozado gracias a La Guerra de los Champiñones, en donde Finn es el único ser humano sobreviviente y las demás criaturas son objetos mutados.

Tras su éxito de audiencia, con temporadas que registraron hasta tres millones de televidentes por episodio, muchas otras series animadas empezaron a retratar su tono y en poco se convirtió en la cara principal de toda una generación de caricaturas. El humor surreal lo replicaron The Amazing World Of Gumball y Regular Show, mientras que su exploración disruptiva de los arquetipos y el ‘Viaje del Héroe’ fue una gran influencia para que existieran shows como Steven Universe.

Sin embargo, el elemento que más ha interesado a los académicos de Adventure Time no es ni narrativo ni de diseño, si no más bien de representación de género.

Re-construyendo los roles de género

La primera en escribir un texto académico respecto a la forma en como Adventure Time retrata los roles de género fue Emma A. Jane, una académica de la tercer ola feminista que se vio influenciada por el libro ‘Lenguage and Gender’ de Penelope Exckert y Sally McConnel-Ginet.

Este libro explica que el género es una construcción social que nada tiene que ver con la biología tradicional. El género es lo que una persona quiere ser y no lo que su sistema físico le dice que debe ser, razón por la cual la gran cantidad de personajes que no pertenecen a ningún género específico en el programa, como BMO, a quien se dirigen con todos los pronombres posibles, han recibido gran atención.

Finn y Jake son parte de un gran cast de personajes que no son para nada estereotipados y que pueblan al programa de eventos que subvierten los paradigmas tradicionales de género”, declara en su texto publicado por la Universidad de New South Wales. “Hay un número similar de hombres y mujeres protagonistas, antagonistas y secundarios incluyendo individuos que presentan elementos transgénero, queer y asexuales a su construcción”, declara en su estudio.

En su tesis de maestría, la socióloga Sanna Partanen estudia a fondo las representaciones de género a través del discurso de cada uno de sus personajes principales, incluyendo la forma como Finn el Humano rompe con la masculinidad tóxica al verse vulnerable en una gran cantidad de episodios, la profesión científica de la Dulce Princesa, y los intereses rockeros de Marceline la Vampira.

La relación de Marceline y la Dulce Princesa

De lo que más se ha hablado a lo largo de las últimas horas es de la confirmación de la primera relación lésbica presentada en una caricatura mainstream para niños. En el episodio de ayer titulado ‘Come Along With Me’, Marcelina la Vampira y la Dulce Princesa compartieron finalmente un beso de despedida.

El director y escritor principal de la serie, el señor Pendleton Ward, había estado dando guiños respecto a la relación desde hace cinco años, en el episodio ‘What Was Missing’. Bitch Magazine compartió una reseña de aquel episodio declarando que “maneja de forma brillante el deseo femenino queer en una forma sutil, pero muy compleja”.

Muchas personas empezaron a aclamar a la serie por presentar una relación lésbica por primera vez a la pequeña pantalla infantil, con gente de Wired y The Huffington Post interesados en profundizar en esta relación animada como un hito dentro de la historia de los programas infantiles. Aunado a ello, muchas personas rechazaron el paso, aclarándolo como injustificado.

Lo cierto es que ayer se terminaron los rumores respecto al romance entre una princesa de chicle y una vampira animada, al final de la serie se besaron. En entrevista con Polygon, el productor ejecutivo de la serie, Adam Muto, declaró que la relación entre Marceline y Dulce Princesa había sido planteada de tal modo que necesitaba una conclusión satisfactoria y eso fue lo que la serie nos entregó en su final.