Actualmente es complicado encontrar en la industria de la moda destellos de singularidad que salgan de lo cotidiano, no quiere decir que no los haya, sin embargo, encontrarlos se vuelve una labor ardua en un mundo en el que los nichos son un error de programación en esta ‘matrix’ interconectada llamada Tierra.
Entonces, desde Sofia, Bulgaria, se hace escuchar un alarido de arte, individualidad y sueños futurísticos, como si el espíritu postsocialista de aquella nación se impregnara en la vestimenta de los humanos que poblarán el planeta dentro de 100 años, una fantasía visual híbrida entre lo que se usa en el planeta Jakku o en una misión suicida para escapar de Immortan Joe, en el universo de George Miller.
Eso es DEMOBAZA, una marca creada por Demo y Tono, dos jóvenes entusiastas de la moda que decidieron iniciar un movimiento en el que la ropa no solo viste al cuerpo, sino que abraza una ideología de gratitud hacia el ambiente, alentando un cambio de conciencia en el proceso. Platicamos con la pareja búlgara, que está segura de que sus colecciones son el inicio de una revolución.
¿Cuál es la historia detrás del proyecto?
Tono: DEMOBAZA es una base militar utilizada por la gente con propósitos creativos. La idea de DEMOBAZA vino naturalmente después de que Demo y yo nos conocimos y comenzamos a reconstruir nuestros jeans viejos en algo artístico y trashy, como si fueran piezas nuevas.
Poco después empezamos a diseñar nuestras primeras series limitadas como mini colecciones. Nos encanta crear ropa con nuestras manos, no como comúnmente se hace, sin forma ni patrones.
¿Cuál es la principal inspiración detrás de su concepto?
Demo: Nuestra inspiración viene de los uniformes, el concreto, la naturaleza, el espíritu postsocialista de Bulgaria y la última verdad absoluta. Amamos la tecnología retro y también la del futuro, nos gusta mezclar la naturaleza y la tecnología, y también nos encanta el espíritu revolucionario de las cosas. Nuestro héroe es un guerrero espiritual, así que todo esto conectado es lo que nos da inspiración.
¿Cuál es el proceso creativo detrás de una de sus colecciones?
D: Primero pensamos en el mensaje, lo que queremos decirle al mundo y cómo queremos llegarle a la gente que tenga contacto con nuestra colección. Este mensaje define la historia y la visión. El mensaje es la cosa con la que queremos cambiar al mundo y a cada uno de nosotros.
Cuando lo visualizamos comenzamos a utilizar los materiales que lo cubrirán, y así es como llegamos a la cara del personaje que manifestará la idea del mejor modo posible. Es ahí cuando vamos a nuestras vacaciones creativas, a un lugar supernatural en donde comenzamos a dibujar el conjunto de ideas que bajamos directamente del cosmos a nuestro corazón. Y por supuesto creamos con nuestras manos al menos el 50-60% de la colección.
¿Qué es lo que buscan expresar a través de su trabajo?
T: Queremos decir que el momento del gran cambio ha llegado, y debemos despertar para nuestro nuevo futuro. Ese cambio viene del corazón de cada persona, para abrir nuestros ojos y ver el verdadero amor universal que levantará nuestra vibración.
No somos esclavos y no somos solamente cuerpo, no utilizamos ropa cuadrada, queremos vestir nuestras almas, es momento de que cada uno de nosotros hagamos el cambio que Él quiere ver. Es momento de que la gente vuelva a la naturaleza de una nueva forma.
D: Soñamos con ver a la gente que conocimos en la ciudad en un campo verde bajo el cielo azul. Soñamos con ver el planeta limpio, con personas que meditan y se desarrollan de una manera espiritual y así dejar de lado el trabajo que hacen los robots.
¿Cuál es su perspectiva de la industria de la moda actual?
D: Demasiados recursos, demasiado consumo para las mismas cosas cuadradas, solo que con diferentes etiquetas. Lo mejor es crear una colección por uno o dos años con materiales de alta tecnología, que regulen la temperatura, los colores y la estructura, como un uniforme multifuncional.
¿Es difícil construir una marca en un lugar como Bulgaria?
T: Es difícil crear una marca en cualquier lugar. La creación y la producción son algunas de las cosas más difíciles, porque dependen de humanos. Si cuentas con el suficiente talento, suerte e ideas, y nunca te das por vencido, entonces las cosas pueden pasar.
D: Tenemos suerte de estar en Bulgaria, donde hemos tenido las oportunidades de desarrollar nuestro arte casi sin presupuesto, y hemos tenido la oportunidad de trabajar en direcciones muy visuales con muchos artistas y obtener el conocimiento de ahí. Puedes empezar donde sea pero tarde o temprano tu verdadero comienzo está en las capitales de la moda como París, Milán y Nueva York.
La gente en Bulgaria sobrevive en un ambiente difícil, está peleando permanentemente y puede que por esa misma razón cada quien elija en qué dirección moverse.
T: Tenemos un gran maestro espiritual en Bulgaria, quien es muy famoso en el mundo entero. Su nombre es Petar Dunov y en sus libros dice que nuestros espíritus esperan en largas filas hasta que finalmente nacen en la Tierra, y que en Bulgaria los espíritus esperan filas diez veces más largas que en el resto del mundo.
También hay otra cosa acerca de Bulgaria, y es que la industria textil está muy desarrollada y una gran cantidad de marcas mundiales producen ahí.
¿Les gustaría comenzar una franquicia por todo el mundo o prefieren mantener la marca en pequeño?
T: DEMOBAZA comenzó como una tienda en línea clandestina, y teníamos la idea de mantenerla solamente en línea. Desde el principio desarrollamos mucho nosotros mismos y ganamos clientes alrededor del mundo. Enviamos a cualquier parte del globo; si compras algo, lo tienes al siguiente día o en los próximos tres, y contamos, claro, con una política de devolución, pero en general hemos mantenido este formato en contra de las grandes ciudades como una estructura social, ya que para nosotros la gente no debe quedarse en las ciudades, por lo que si abrimos una tienda sería en la naturaleza.
D: Pero sí, tenemos socios franquiciatarios ahora mismo y trabajamos en algunos proyectos, pero aún son un secreto.