Como parte de la participación de WARP en Zona Maco en su edición 16, tuvimos la chance de escuchar las interesantes anécdotas detrás del proyecto “Se buscan, retratos inéditos de Manuel Álvarez Bravo”.
Considerado como uno de los mejores fotógrafos nacionales del siglo XX, Álvarez Bravo dejó un archivo de 35 mil negativos, que recientemente fue inscrito en el Registro Internacional Memoria del Mundo, de la Unesco. Este acervo fotográfico ha sido catalogado a lo largo de varios años, como parte de las actividades de conservación que realiza la Asociación Manuel Álvarez Bravo.
“`Se Buscan´ surgió a partir del proceso de catalogación que hacemos, de los retratos a través de lo cuales Álvarez Bravo inmortalizó a cientos de personas, tanto mexicanos como extranjeros. El título es una metáfora para referirse a las personas que aparecen en estas fotografías, en cuyos negativos no están los datos personales de los registrados. Nos dimos cuenta que estos personajes formaron parte de algún momento de la historia de México, pero se encontraban perdidos, olvidados, prisioneros en el archivo. Renacieron a partir de integrarlos al proyecto.”, comentó Aurelia Álvarez Urbajtel, directora de la Asociación, en una conferencia que fue parte de las actividades complementarias a Zona Maco Foto.
Manuel Álvarez Bravo estaba interesado en las personas, intentaba extraer la escencia de cada individuo, captaba emociones, tanto a nivel personal y como documentador de comunidades mexicanas. Su obra puede nombrarse como “fotografía humanista”. En muchos de estos retratos que están sin catalogar, los personajes se aprecian posando, por lo que es probable que hayan sido hechos por encargo o simplemente el artista le pidió a los sujetos que posaran.
Parte de este “revivir” a los personajes de las fotografías, los encargados del proyecto montaron una exposición en El Museo Archivo de la Fotografía. 168 imágenes en blanco y negro (105 impresas en plata sobre gelatina y 63 por medios digitales), conformaron la muestra.
El objetivo era conseguir información que permitiera saber los nombres e historia de estos hombres y mujeres, cuyas imágenes fueron capturadas entre los años 30 y 50 del siglo pasado. Poco a poco la meta ha ido cumpliéndose y hasta ahora 44 han sido identificados. Las actrices de la época de oro del cine mexicano, Charito Granados y Gloria Marín, fueron los primeros personajes de quienes se obtuvieron datos.
Posteriormente a la muestra, se imprimió un fotolibro con estas imágenes. El diseño de la pieza es sobrio y elegante, en línea con el estilo fotográfico de Álvarez Bravo. Al abrirlo, uno se encuentra con discretos suajes que poco a poco van descubriendo a los personajes. El concepto del fotolibro incluye también una camisa tipo póster con un auto retrato del fotógrafo mexicano. Al llegar a la mitad de las páginas, descubres un póster que integra a todos los retratos del libro.
“Se Buscan, retratos inéditos de Manuel Álvarez Bravo”, es en definitiva un objeto de arte, una gran pieza a la que vale la pena asomarse.