Desde el 14 de junio del 2011, el Cementerio Hollywood Forever se ha convertido en uno de los foros más apreciados por los seguidores de la música en los Estados Unidos.
En aquella primera presentación fueron los Flaming Lips los encargados de iniciar esa larga lista de bandas que han pasado por este lugar, entre los cuales se encuentran Sigur Rós, Depeche Mode, Trentemoller y NIN, entre otros.
No hay mejor espacio para escuchar dream-pop que este viejo cementerio en medio del bullicio de Hollywood y Los Ángeles. Es un acierto invitar a tocar a una banda como Beach House a un lugar así. La banda, que está de gira por la costa oeste de los Estados Unidos, se presentó este pasado fin de semana, con dos fechas vendidas en su totalidad.
Una de las mayores atracciones de este lugar es que después de su apertura a este tipo de conciertos, se habilitó un área frente al escenario para los asistentes que quieren ver a la banda de pie, mientras detrás, en las áreas verdes y entre tumbas y mausoleos, se tienden cobijas y manteles para dar la bienvenida a las viandas, vinos, cervezas y todo tipo de botana para amenizar la velada al estilo de un picnic. Algunos, hasta velas sacan de sus canastas.
Mientras muchos asistentes posados al ras del pasto degustaban sus aperitivos y bebidas, alrededor de las 19:30 apareció en el escenario el dúo conocido como Ed Schrader’s Music Beat, los encargados de abrir la noche originarios de Baltimore, Maryland, al igual que la banda estelar, entregaron un set de 30 minutos. Hacen música que va del folk-rock al minimalismo.
Pasadas las 20:30 aparecieron los integrantes de Beach House, encabezados por Alex Scally, seguido de Victoria Legrand y su baterista James Barone, de entre la obscuridad para dar inicio a su set de dos horas acompañado de visuales que solo dejaban ver la silueta de la vocalista, quien en los últimos años ha optado por esconder a su persona entre las sombras del escenario.
A Victoria le vimos poco su rostro, solo para percatarnos de su persistente cara pintada de negro, que en la cultura nativo americana es un simbolismo para estar vivo y prepararse para la guerra.
Su primer tema fue ‘Black Car’ de su último álbum 7 (2018). Los sonidos minimalistas fueron la introducción perfecta, el azul intenso de una luz delineaba la figura de cada uno de los miembros de la banda, pintaba seguir como noche calurosa en Hollywood con sonidos que refrescaron solamente nuestros oídos.
Con 7 (2018) Beach House solo nos recuerda que es una agrupación con voluntad de hacer música y que esta es solo superada por su creatividad, seis álbumes son una carrera completa para algunas bandas.
Quizás fue Bloom (2012) el disco que los llevó a un reconocimiento mundial y con el que muchos de los asistentes se identificaron con la banda por primera vez y, para seguir con esta conexión, Victoria y su banda entonaron ‘Wild’. La respuesta del público no se hace esperar y hay quien inclusive sacó su encendedor.
También tocaron el infalible ‘Walk in the Park’ de Teen Dream (2010). Si Victoria Legrand tiene el cometido de llevar a sus escuchas de viaje emocional, claramente lo logra.
Es el up beat llegó de la mano de ‘Dark Spring’, con el que la banda regresó a su último disco. También sonó ‘Lazuli’ de Bloom y ‘Lemon Glow’ y así fue durante la noche alternando las canciones de esta última producción con canciones de sus otras y muy trascendentales obras.
En total fueron 16 canciones y 2 más en el encore las que la banda de Maryland interpretó durante su show de casi dos horas que duración.