Siempre me pregunté: “¿Y quién será ese pinche gringo?”. Hace cuatro años, con 2.500 pesos y muchas ganas de tener un negocio propio, Dan DeFossey y Roberto Luna se asociaron para crear uno de los lugares consentidos de los fanáticos de la carne en la Ciudad de México. Dan es el famoso gringo en cuestión, nacido en Nueva York y criado en Texas, y luego de extrañar la comida del estado fronterizo, decidió abrir un negocio que sirva el auténtico BBQ. Así nació Pinche Gringo BBQ en la Colonia Narvarte y después de una exitosa temporada y largas filas hasta de toda una cuadra, decidieron apostar por más y abrir su primera sucursal.
Una enorme bodega de 3,500 metros cuadrados en la Colonia Anáhuac fue el lugar donde abrieron su primera sucursal llamada Pinche Gringo BBQ Warehouse. El lugar está ambientado para transportarnos a un lugar ameno, urbano y con la filosofía de que todo es mejor cuando se comparte. El enorme lugar nos da la bienvenida con un mural que parodia la famosa obra de Grant Wood, American Gothic, que es parte de la cultura pop y cuya versión al estilo Pinche Gringo incluye a una vaca y a un cerdo como protagonistas.
Pasemos a lo realmente importante: La comida. La elaboración de los platillos es 100% artesanal, en un proceso de cocción de 12 a 14 horas en enormes hornos de maderas de encino, para llegar al delicioso ahumado que caracteriza al lugar. “Hacemos BBQ de manera purista, lo aprendimos en Austin”, dice Roberto, que además es el jefe de cocina.
Después de la mitad de una jornada de preparación, cada cliente ingresa por orden de llegada al local y se sirve a gusto en sus charolas alguna de las opciones disponibles como el brisket (el pecho de la vaca), pulled pork (cerdo deshebrado), pork ribs (costillitas de cerdo… y nuestra opción favorita) o las sausages (las infaltables salchichas). Cualquiera de las opciones puede acompañarse con cualquiera de sus deliciosos sliders: potato salad (ensalada de papa), mac and cheese (los clásicos macarrones con queso), coleslaw (ensalada de col) y los BBQ beans (frijoles rojos al estilo bbq).
Pero esto no es todo, porque aplaudimos de pie su barra de cervezas con quince tipos de cerveza artesanal de barril, además de las comerciales. Las Cosaco Negra, Güera y Roja son un must a la hora de degustar un buen plato de proteína, aunque también recomendamos la Krystall Weizen. También tienen refill de refrescos.
Además, en este local poseen un rincón llamado Pinche Café donde sirven cafés chiapanecos y oaxaqueños, diferentes tipos de tés, chocolates y claro, una interesante menú de postres. Y si te quedaste con ganas de más, puedes pasar por este rincón y pedir cualquiera de su variedad de donas, pays o el exquisito crumble de manzana… ¡Una verdadera sobremesa!
La mejor fusión de la cultura mexicoamericana, en un lugar donde pueden convivir familias y enormes grupos de amigos. Hay paquetes familiares y puedes checar en la web sus eventos especiales. También tienen servicio de catering.
Sea como sea, el amante de la carne tiene una nueva historia de amor y la misma se lleva a cabo en la Anáhuac. Buen provecho.