Por: Kika Jurado/ @kikajurado
El estilo de comedia de Melissa McCarthy tiene una forma muy particular de atrapar a la audiencia casi en automático. Su paso por la televisión en ‘Gilmore Girls’, ‘Samantha Who?’ y la grandiosa ‘Mike & Molly’ lograron ponerla en el ojo de la crítica como una brutal revelación en la comedia americana. ‘Bridesmades’ de Paul Feig fue el proyecto que la catapultó al cine otorgándole varios reconocimientos y una nominación al Oscar. Melissa McCarthy es sin duda la mejor comediante de su generación, pero tiene una gran piedra en el zapato y es su terrible mancuerna con Ben Falcone.
‘El alma de la fiesta’ es su tercer colaboración con el director después de ‘Tammy’ y ‘The Boss’ y al igual que las mencionadas, es una película bastante promedio y frustrantemente mediocre. La premisa es un cliché que ya hemos visto muchas veces: una madre de familia asexual, descuidada y en sus cuarenta regresa a la universidad después de que su esposo le pide el divorcio, el reto es asistir a clases con su propia hija, pagar la universidad y lidiar con la nueva y atractiva mujer de su ex. Esta historia que se siente reciclada de películas como ‘Mean Girls’, ‘Freaky Friday’ y ‘Back to School’ de Rodney Dangerfield retrata a una mujer que recupera su autoestima, persigue sus sueños y se reencuentra como una mujer deseada y sexualmente activa sin dejar de ser la madre amorosa preocupada por su hija y las amigas de su hija.
La película cuenta con intervenciones geniales como las escenas compartidas con Maya Rudolph y Julie Bowen; la calidad de comedia que pueden lograr estas tres actrices es lo más destacado de la película. Pero ninguna buena escena se logra sin un buen guion que lo respalde y ese es el pecado de las películas de Falcone. La carencia de chistes y diálogos ocurrentes deja todo el peso de la comedia en la espontaneidad e interpretación de McCarthy y aunque tiene momentos brillantes para arrancar carcajadas como cuándo la protagonista tiene que exponer ante su grupo lidiando su terror escénico, es muy arriesgado poner toda la responsabilidad de la película en el performancede la actriz. Definitivamente urge una separación laboral entre Melissa y su esposo ya que en la parte profesional no han atinado una sola, y no, la tercera no fue la vencida.
La carrera de esta divertida actriz ha pasado por diversos altibajos, pero es irrefutable su rentabilidad ya que sus películas han recaudado más de 1,600 millones de dólares en taquilla mundial y es la tercera actriz mejor pagada del mundo, pero no necesariamente cantidad es igual a calidad y ojalá que Melissa McCarthy pronto esté de vuelta en proyectos inteligentes, frescos e innovadores con esa genialidad que vimos en Saturday Night Liveimitando a Sean Spicer por la que fue acreedora a varias nominaciones a los premios Emmy o volver a carcajear con cintas como ‘Spy’ dónde fue nominada a un Globo de Oro. Por lo pronto, ‘El alma de la fiesta’ es una película ordinaria, forzada y bastante olvidable.