Jon Hopkins – Singularity #WARPReviews

Calificación

8.5

John Hopkins

Domino Recording

// Por: Oscar Goldman

mar 19 junio, 2018

Artista: John Hopkins

Cuando leí el título, – Jon Hopkins – Singularity -, en Spotify pensé que era un Podcast de la universidad homónima con un tema relacionado con hoyos negros, al abrirlo y comienza a sonar me doy cuenta que la falta de la H en el nombre es porque se trata del músico inglés con nombre de centro de estudios. Al dejarlo correr me encontré con un álbum con un concepto redondo y que se desarrolla a lo largo de 9 tracks.

Este productor inglés ha colaborado con los más grandes, gente como Brian Eno, Massive Attack, Herbie Hancock  y algo con Coldplay, que a nadie le importa, pero un poco de background ayuda para apreciar como se merece este disco.

Hopkins fue un pianista dotado desde niño, estudió en el Royal College of Music durante 5 años, donde era fan de Stravinsky y al mismo tiempo de Depeche Mode. Como adolescente comenzó a hacer Acid House y Drum n Bass.

Imogen Heap, quien por un corto tiempo tuvo un proyecto llamado Frou Frou, lo contrató como su tecladista, lo cual le dió la exposición necesaria para que Brian Eno lo notara y lo contratara para tocar en Another Day On Earth (2005), relación que duró varios años de colaboraciones como la co-producción de varios tracks del Viva la Vida or Death and All His Friends (2008) de Coldplay.

Singularity (2018) es un disco lleno de breaks, disonancias, acid house y ambientes oscuros, sonidos que me remiten a los electrónicos originales de los 70, como a Vangelis y Jean-Michel Jarre, y a esa mezcla de Stravinsky con Depeche Mode, con una profunda observación de las teorías de la singularidad, el tiempo, la cosmología y, como diría Ken Wilber, El Kosmos con ‘K’, es decir, el todo, en una triada de los primeros tres tracks que se tienen que escuchar juntos y en orden.

Para el cuarto track  Everything Connected, nos tiene de pie bailando, solo para dejarnos meciéndonos sobre nuestros pies con el siguiente track Feel First Life, una pieza holística en la que descarga todo lo aprendido con Eno en una atmósfera que se separa de la tela del universo y parece poder saltar de una a otra en el multiverso.

4 Tracks más comenzando con C O S M, una cosa divertida y armónica, que sigue sin dejar los magníficos manejos de tiempos disfuncionales, que nos hace sentir el origen de la vida en la profundidad de las nebulosas y sus guarderías de estrellas. Combinación perfecta con Echo Dissolve, una pieza neo-clásica de piano y atmósferas que es una caricia a los oídos.

Cerca del cierre Lominous Beings pareciera que el segundo cósmico en el que la humanidad llega a la ecuación, con ritmos húmedos que evolucionan a beats que parecen pasos y comienzan a salir de la arritmia a una rítmica que va para adelante sin parar, como comercial de whiskey que termina con el copy ‘Keep Walking’. Cerrando se encuentra ‘Recovery’, otro track lleno de pianos divinos que dan esperanza de que todo va a estar bien y que podemos salir del caos en el que nos hemos metido.

En conclusión, Singularity, el quinto disco del artista, publicado bajo Domino Recording Company, es un disco concepto muy bien logrado que suena a música nueva, sin los vicios de la música de los años dos mil, un disco para detenerse a oler las flores, sentirse pequeño bajo el cosmos y escucharse de principio a fin.